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EL ALEMÁN RECONOCIÓ QUE PARÓ EL COCHE A PROPÓSITO
El ‘caso’ Schumacher va a durar muchos días, sino meses. Se va a hablar toda la vida y habrá dos partes enfrentadas. Por eso es necesaria la versión original, de primera mano, de quien estuvo ocho horas escuchando a todos, de quien interrogó a Michael Schumacher y le oyó reconocer que paró el coche a propósito.
Y ese es Joaquín Verdegay, uno de los tres comisarios que sancionaron a Schumacher. Ser español le ha puesto en entredicho en varios medios y ayer a las 9:30 de la mañana, antes de la carrera, lucía las ojeras del cansancio y la presión, pero con un gesto sereno. “Estoy muy orgulloso porque tomamos la decisión correcta. Dudamos si sancionarle diez puestos o quitarle todos los tiempos porque era difícil demostrar la voluntariedad, pero que acertamos es seguro”.
Asumió su culpa y vieron que lo hizo a propósito
Verdegay reconoció que el gesto de Schumacher durante el triple interrogatorio del sábado era de relajación, pero que asumió su culpa. “Dijo que el coche se le iba de atrás, y que por eso se salió. Me lo creo, aunque hacer un contravolante innecesario a 16 km/h y durante cinco metros, es patético e injustificable y más siendo un campeón como Schumacher, que es capaz de hacerlos a 200 km/h”. Joaquín prosigue este relato vivo y magnífico.
“Pero bueno, al final lo crucial es que Michael reconoció que no era capaz de evitar el accidente, o el choque, si no paraba el coche. Y de ahí la sanción. Si hubiera chocado contra la valla no le hubiéramos castigado”. Verdegay lo explica señalando que el artículo 116 “sanciona tanto la voluntad de molestar a otros pilotos como el hecho de pararse deliberadamente y nosotros le penalizamos por lo segundo.
La ley es clara. Si te paras por que quieres, pierdes tus tiempos. Y él paró porque quiso. Ahora que diga lo que quiera”. El comisario español apostilla la historia afirmando que “después nos dijo que no dio marcha atrás porque no sabía quien venía, que era peligroso, luego no la metió porque no le entraba y al final el coche se caló porque la intentó meter demasiado tarde”. El conocimiento de Michael de su Ferrari es perfecto. Ante una maniobra de emergencia el coche desengrana las marchas y si en diez segundos no metes una, como hizo el alemán, el motor se cala, como explica La Gaceta dello Sport. Esta explicación encaja con suma suavidad en lo ocurrido ayer.
Intentó menospreciar lo que saben los comisarios
Pero Ferrari y todo el entorno mediático del equipo más poderoso recalcó en los corrillos periodísticos la misma cantinela ¿cómo un simple comisario que no sabe pilotar puede juzgar estas acciones? Verdegay sonríe y contesta. “Sí, Schumacher me hizo la misma pregunta. Si usted no pilota, sólo viendo la imagen ¿cómo puede demostrar que lo hice aposta?” Y lo le respondí. Pues por eso mismo, sólo viendo la tele me parece a mí y a todo el mundo que su acción no es normal. Convénzame de lo contrario. Y no lo hizo”.
Fuente: Marca