Comparto un par de breves análisis de los tomos 4 y 5 de
Green Lanterns.
El tomo 4 de
Green Lanterns es de facto el último de Sam Humphries, ya que es el último arco argumental que desarrolla y en el tomo 5 sólo está presente su último número guionizado, el cual incomprensiblemente no incluyó ECC en el tomo 4, como por ejemplo hizo en su día con Azzarello en la colección de Wonder Woman, cuando en vez de poner su último número en el tomo donde comienza la siguiente etapa (del matrimonio Finch), lo añadió junto al último arco argumental. Personalmente considero que esta decisión carece de sentido.
Dicho esto, una vez más he de incidir en la gran importancia y relevancia de Sam Humphries, quién en tan sólo 32 números ha contribuido más a la mitología del universo Green Lantern que Vendetti, lo cual es muy meritorio. Y es que con gran maestría ha aprovechado personajes y recursos expuestos por Geoff Johns, para dotarlos de una mayor profundidad argumental y contribuir argumentalmente a la mitología del universo Green Lantern, al expandir la misma. De esta manera esos personajes y recursos introducidos por Geoff Johns, ya no sólo son recursos efímeros cuya única función es construir un arco temporal finito, sino que ahora esos personajes están incorporados en los mismísimos orígenes del universo Green Lantern, dotándoles de sentido y haciendo que los mismos trasciendan en la mitología de Green Lantern, ampliando esta última con nuevas revelaciones y descubrimientos. De esta manera, esta colección a diferencia de Vendetti, no sólo son una serie de aventuras y misiones, sino que busca ahondar y revelar nueva información y datos sobre los green lantern.
Ejemplos de estas revelaciones:
En este cuarto tomo se ahonda en el origen del cuerpo primigenio de los green lanterns, a través de una paradoja temporal que hará las delicias de los fans de las temáticas temporales:
Cerrando así de manera brillante este arco argumental. A todos aquellos que os guste el universo Green Lantern, esta colección es imprescindible, porque se profundiza en la mitología del mismo como no logra la colección principal.
Respecto al tomo 5, comienza con el último número guionizado por Sam Humphries, quién se despide con una dosis de humor de la colección, habiendo combinado hasta ese momento de manera magistral un argumento profundo con múltiples revelaciones, unos personajes carismáticos que evolucionan y se vuelven más complejos a medida que transcurren los números (además de formar un dúo con mucho química), todo ello aderezado con momentos de humor. Una pena que futuras tramas como:
Queden ahora en el aire.
Mi mayor preocupación respecto a Tim Seeley, es que no supiera dar una continuidad adecuada a la brillante etapa de Sam, quien había dejado el listón muy alto. Por fortuna no sucede un cataclismo y el tono en la colección se mantiene, con arcos argumentales interesantes, donde hay presentes temáticas como la discriminación, la xenofobia, el racismo, el fanatismo o la integración (a ver si pensabais que esto sólo pasa con los humanos), aderezado con algún que otro giro de guión curioso. La progresión y evolución de Jessica se mantienen (consolidándose así como el personaje más complejo y carismático del universo DC Renacimiento), siendo en este quinto tomo quién acapara gran parte del protagonismo, en detrimento de un Simon que en mi opinión es la nota discordante del mismo, no sólo porque pierde protagonismo (que en sí no es muy grave, también hubo números de Sam donde Simon perdía protagonismo en favor de Jessica, para potenciar la evolución de esta), sino porque altera su personalidad, volviéndose en este tomo un mujeriego de la noche a la mañana, un cambio totalmente innecesario que no tiene motivo de ser (no aporta nada al argumento dicha actitud) y que además entra en contradicción con números anteriores, donde jamás se había atisbado dicha actitud. Sin duda esta es la gran nota negativa y discordante de este tomo.
Ahora a la espera de un sexto tomo que espero que mantenga la calidad de la colección y donde no se incurran en más errores como el de Simon.
¡Saludos!