Lo de Mangaline y Glenat son casos diferentes, la primera fue un desastre desde prácticamente el principio. Retrasos, cancelaciones tempranas, cambios de diseño de portada en mitad de la serie (Berserk). Llegados a un punto, sobre cualquier serie que hacías de ellos siempre tenías la sospecha de si acabarían completándola o finalizando su publicación abruptamente. Luego tuvieron una movida con su distribuidora Otakuland, que acabó quedándose con unas series que en principio eran de Mangaline, en respuesta a los impagos y deudas continuados de ésta y los primeros tomos ya estaban preparados para ser enviados a la tienda, pero a última hora se cambiaron las portadas y en vez de mangaline se publicaron con el nombre Otakuland. Con ésta marca se acabaron publicando completas algunas cómo Santuario, Touch, Bt'X y alguna de Tezuka, así que recuerde a bote pronto.
Mangaline tenía licencias atractivas, de eso no cabe duda, pero su trayectoria es un claro ejemplo de cómo no hacer las cosas en un proyecto editorial.
Glenat por el contrario, fue la editorial líder durante bastantes años y ayudó muchísimo a extender la popularidad de éste mundillo, publicó y recuperó cosas en su día qué hasta ese momento eran totalmente impensables. Y tiene ediciones cómo las Big manga de Rumiko que aún a día de hoy son de los mejores tomos que han pasado por mis manos. Eso sí, el final fue triste y decepcionante y en parte echaron por tierra el trabajo de años atrás. Pero al menos tengo ni estantería llena de colecciones completas publicadas por Glenat, de Mangaline no puedo decir lo mismo.