Final Fantasy XV finalizado. Me he terminado enamorando de él, pero sigue teniendo tres fallos muy, muy importantes.
- Tiene el peor inicio que recuerdo en un videojuego. Es horrible, es pesado, te hace pensar que estás ante el peor juego del mundo, hasta el capítulo 5 o 6. Abre demasiado el mapa y te deja ahí tirado sin más, la historia apenas avanza durante esos capítulos, y se hace horrible.
- Carece totalmente de espíritu completista, aunque quizá lo que querían es que sintieras que el juego es infinito, pero me toca la moral. Primero porque no hay porcentaje de finalización. No sabes qué porcentaje del juego llevas hecho. Segundo porque apenas hay bases de datos de nada. No sabes cuántas batidas has hecho, cuántos santuarios has visitado, qué objetos has cogido y cuáles no, y así con miles de cosas. Es muy difícil llevar la cuenta de lo que haces.
- Y para mí el más importante, le falta agilidad por los cuatro costados. Desde los menús hasta el simple hecho de moverte por el mundo. El salto es muy ortopédico, cada vez que vas a coger algo saltas por error, a veces subir al coche y bajar cuesta más que llegar al sitio, es todo muy tedioso. El juego pone una pantalla negra cada dos por tres, sólo por subir al chocobollo ya hay fundido a negro, es horrible. Cada vez que aceptas una misión tienes que comerte ciertos diálogos estúpidos, y es muy tedioso todo el tema de "Texto en pantalla", sale un texto, aceptas, sale otro, aceptas, fundido a negro, pequeña carga, sale otro texto, aceptas... es muy estúpido y hace que el juego pierda en agilidad de una forma bestial. Y si hablamos de las pantallas de carga ya mira... prefiero ni nombrarlo. Porque eso sí que es de risa.
Da mucha rabia que tenga tantos fallos, tanto los mencionados como otros miles que hay en el juego, de la historia, de la dificultad, de la estructura, algunos fallos gráficos, zonas que son mucho más bonitas que otras que parecen de PS3... Da mucha rabia, porque podría haber sido el puto juego del año, podría haber sido un juego impresionante, porque es un Final Fantasy con toda su esencia pero grande, grande hasta decir basta. Toda una pena. Aún así, me he terminado enamorando, como digo, con sus defectos y virtudes.