Según periodistas japoneses (los occidentales no han publicado NADA sobre la censura de Sony), el mayor problema no es solo la censura, que ya es bastante mala de por sí. Lo más grave es que las compañías japonesas tienen que pasar por un trámite en América donde se revisa el juego y se censura o no. Muchas de estas desarrolladoras solo están en Japón y mandar a alguien que sepa inglés y algo de legislación les cuesta bastante. Esto pasa aunque el juego solo salga en Japón. Por culpa de esto, muchos juegos recortan su presupuesto o se quedan en un limbo esperando que el temporal amaine.
Yo lo tengo claro, si estuviese en esta situación sacaría mi juego en Steam o Switch, que son plataformas perfectamente válidas. El problema reside en que en Japón Sony hace una competencia muy feroz y tiene contratos de exclusividad (temporal) con muchísimas desarrolladoras medianas y pequeñas. Sin ir más lejos, NIS está atada de manos y es por eso que solo sacan versiones para Switch porteadas por NISA.