El problema es que no se puede pensar que unos coleccionan para competir y otros no, y más, por cosa tan triviales como puede ser el dinero que se invierta, o si la colección está expuesta en Internet. A mí no me entra en la cabeza que la gente compre juegos para competir, porque no hay ninguna meta. De hecho no hay ningún premio. Aún en las competiciones de tunning se entregan premios a los mejores, pero aquí no. Por lo tanto, si la gente quisiera competir de verdad, se gastaría el dinero en otras cosas.
Aún así, si se quiere pensar eso, primero hay que reflexionar qué es lo que diferencia a los que supuestamente compiten con uno mismo, que siendo objetivos, es nada.