Bienvenidos al hilo eoliano de Depeche Mode
Mientras
Ian Curtis se suicidaba,
Mark Chapman asesinaba a
John Lennon, la industria discográfica atravesaba uno de los peores momentos de su historia,
Echo and the Bunnymen triunfaban con su
"Crocodiles" y el sintetizador comenzaba a convertirse en un miembro más para algunos grupos, cuatro veinteañeros de Basildon (Essex) sacaban a la luz el primer disco de su vida. El proceso hasta llegar, en 1981, a la edición de este album de debut no fue demasiado original. En mayo del 80 tres de los "cuatro de Basildon" :
Vince Clarke, Andy Fletcher y Martin Gore decidieron que querían ser artistas; formar un grupo, volcar en él todos sus gustos ocultos -por cierto, bastante dispares entre sí, porque
Fletcher era un acérrimo seguidor de
Deep Purple;
Vince un enloquecido del soul, de hecho había formado parte ya de un dúo de gospel y
Martin, aparte de jugar al cricket en el colegio con
Andy, dedicaba parte de su vida a oír a
Roxy Music, The Rubbettes y Sparks, además de dar una dirección a sus vidas, a ser posible, lejos de Basildon.
En aquella época, el virus de la informática musical aún no les había infectado; las guitarras eléctricas eran su única forma de expresión conocida, al menos mientras
Vince y Martin militaron en sus grupos de "preparación" para
Depeche Mode : No Romance in China (en el paso de
Vince Clarke) y
The French Look y Norman and the Worms (Martin). Unos nombres "cosmopolitas" y sofisticados, como mandaban las normas de la época que, seguramente, (por lo del "cosmopolitismo") les ayudarían más adelante a adoptar su nombre batalla definitivo.
Lemon Peels, Changes o Peter Bonetti's Boot (honor del jugador del Chelsea Futbol Club) fueron algunos de los apelativos que barajaron, pero al final (por unos meses) decidieron quedarse con el que había propuesto
Vince -el "alma mater" del grupo- :
Composition of Sound, al menos con ese nombre actuaron, como teloneros de
Film Noir, en Scamps de Southend.
Con la llegada de
Dave Gahan al grupo muchas cosas, entre ellas manera de llamarse, cambiaron en
Composition of Sound. La incorporación de un cantante a la banda se produjo por decisión de
Vince Clarke; después de que
Stevo, el jefazo de la discográfica
Some Bizarre, decidiera incluir una de sus canciones en un recopilatorio de la compañía,
Vince decidió que estaba harto de componer, escribir y cantar y que el grupo necesitaba otro vocalista. La luz les llegó bajo los acordes de
"Heroes" de
Bowie interpretado por un chico delgaducho, con un enorme flequillo y una pinta pijo-moderna, muy adecuada para los propósitos del grupo en aquel momento. El chico en cuestión era
Dave Gahan y fue él quien, al poco tiempo de entrar en la formación, propuso un nuevo nombre para darse a conocer (en el fondo a ninguno le gustaba el pomposo
Composition of Sound y estaban deseando que alguien fuera el primero en reconocerlo). La idea surgió hojeando, en el local de ensayo, la revista de moda francesa
Depeche Mode. "La verdad -declararía
Dave con el tiempo-
es que ninguno de nosotros teníamos ni idea de qué significaba Depeche Mode, simplemente nos gustaba el sonido de esas palabras y nos parecía que elegir un nombre en un idioma extranjero estaba bien. Con el tiempo nos enteramos de que significaba algo así como "última moda" y nos pareció perfecto para lo que estábamos intentando musicalmente en ese momento".
La primera actuación musical de
Depeche Mode como cuarteto fue en el antiguo colegio de
Andy y
Martin, St. Nicholas. En ese concierto la nueva organización instrumental ya estaba distribuida; con la entrada de
Dave al grupo
Andy pudo seguir a sus compañeros, se compró un sintetizador y, al fin, se convirtieron en un grupo totalmente electrónico. Una decisión que, según confesaría
Gahan años más tarde, tuvo bastante que ver con la práctica.
"El sintetizador es un instrumento muy cómodo. Lo puedes llevar de un sitio a otro debajo del brazo y como no necesita amplificadores ni nada por el estilo, tienes mucha más movilidad. Nuestras primeras galas las hacíamos en tren, sin necesitar camioneta".
Con el tiempo,
Vince reconocería que la primera vez que entraron en un estudio para grabar su maqueta no podía decirse que fueran unos expertos.
"Cuando hicimos la primera maqueta teníamos recién comprados nuestros sintetizadores. La verdad es que tardé bastante tiempo en darme cuenta de que podías cambiar el sonido del instrumento. Siempre sonaba igual, un "wahhhhhh" muy característico, que a mí me parecía magnífico. Oyendo esas grabaciones debo reconocer que tampoco estaban tan mal, parece que el sonido estaba creado a propósito".
Como un "grupo de provincias" cualquiera
Vince y Dave se dedicaron a visitar a los AR de las discográficas más importantes, para que oyeran sus canciones. En el único sitio donde les hicieron algo de caso fue en
Rough Trade aunque, finalmente, la independiente pensó que el grupo no estaba en su línea. Pero, como suele pasar en estos casos, la casualidad jugó en favor de los
Depeche.
Daniel Millar, que tan solo dos años antes había creado la discográfica
Mute, con un disco grabado por él,
"Warm Leatherette", uno de los temas precursores del pop minimalista, pasó por las oficinas de
Rough Trade y le dejaron oír la maqueta de aquellos chicos de Basildon, su histórico comentario fue :
"menuda porquería", pero supo rectificar a tiempo.
Los gustos electrónicos del capo de
Mute, la actuación de
Depeche como teloneros de
Fad Gadget y las conocidas dotes de persuasión de
Millar hicieron que los "cuatro de Basildon" aceptaran una propuesta bastante descabellada, (aunque el tiempo les diría que fue absolutamente acertada), por la que acordaban firmar con
Mute, por un contrato al cincuenta por cien. EI grupo pagaba la mitad de los gastos y recibía la mitad de los beneficios. Así estuvieron durante seis años, hasta 1986, cuando firmaron un acuerdo formal, porque alguien comentó que con ese contrato de caballeros, en el caso de que a
Daniel Millar le ocurriera algo, ellos iban a salir bastante mal parados.
De no haber sido por este peculiar contrato y por los gustos musicales de
Millar, la carrera de
Depeche Mode podía haber tomado una dirección absolutamente distinta. En el 81, el año que grabaron su primer disco,
"Speak and Spell" cualquier compañía discográfica con un nivel reducido de escrúpulos se habría dedicado, sin más, a englobar a estos cuatro efebos, adolescentes sin demasiada experiencia musical, en un perfecto "fast food" para quinceañeras o un producto más de la factoria
"New Romantic". Pero ellos, desde el principio, se empeñaron en desligarse de bandas como
Spandau Ballet o Duran Duran con los que decían no tener nada que ver. Algún sector de la crítica, cuando el primer single del Lp,
"Dreaming of me", salió al mercado se empeñó en compararles con el "brat pack" musical del momento. Pero otros comenzaron a intuir en las líneas que con el tiempo moverían a la banda y los conectaron con bandas más "serias", como
OMD o Ultravox.
"Dejando a un lado lo narcisista del titulo, "Dreaming of me" es un corte de sonido electrónico, tan dulce y sorprendente como cualquier tema de los primeros OMD. Voces estrictas, ritmos programados llenos de inventiva y una melodía de algodón de azúcar, hecha para proporcionar placer durante tres minutos. En directo, resultan fantásticos, construyen bases agradables, pero su trabajo no trasciende más allá".
(
Chris Bohn, en el
New Musical Express del 28-2-81).
Los recuerdos que tiene el grupo sobre esa primera época están, como de costumbre, bastante relacionados con la impresión que le causaron a la crítica.
"Me acuerdo perfectamente -declararía
Dave Gahan diez años después de que el disco se editara-
de la época en la que salió a la luz "Dreaming of me". Recuerdo las críticas, algunas buenas y otras malas (nada ha cambiado). Nunca olvidaré una realmente magnífica en el Smash Hits, con una foto de Vince, en la que parecía totalmente un besugo... También recuerdo la sensación de ponersete el pelo de gallina cuando oías la canción en la radio. En aquellos meses hicimos un concierto como teloneros de Ultravox, en el Club Rainbow; lo tendré siempre en la cabeza, porque era el 14 de febrero, el día del cumpleaños de Daniel; le regalamos una bufanda del Chelsea F.C. y un jersey de Mark and Spencer. Jamás me habría imaginado que llegaríamos a ser tan famosos y mucho menos que seguiríamos juntos después de diez años".
Volviendo a las etiquetas, otro de los mitos que
Depeche Mode se han empeñado en borrar ha sido el de su conexión con los popes del "techno". A principios de los noventa, en plena explosión de la música "house", muchos les señalaron a ellos como los auténticos padres de la "house music", considerando a
Kraftwerk los abuelos del movimiento. Pero
Depeche, honestamente, siempre han reconocido que sus fuentes no son esas, sino músicos de su generación, que era lo que oían cuando empezaron.
"Nosotros -declaró
Andy Fletcher en el año 90-
no nos sentimos deudores de Kraftwerk.
Su trabajo nos gusta muchísimo y tengo casi todos sus discos, pero los hemos comprado mucho después de empezar a hacer música. La única deuda que podemos tener con ellos es que utilizaran antes que casi nadie sintetizadores y ordenadores para hacer música, pero cuando comenzamos nosotros oíamos pop más o menos electrónico, como el de OMD o Human League".
"Respecto -continúa- a la posibilidad de haber influído en el house, es posible, aunque en este momento (año 90) nos interesa más la Electronic Body Music y las cosas que se están haciendo en Bélgica o Alemania. Nitzer Ebb han dicho que nosotros les habíamos influído? me parece muy bien, es un grupo que a mí me gusta mucho, de hecho tengo una camiseta de ellos y ahí sí que pienso que puede haber más influencia nuestra".
Depeche Mode, a los que ahora se considera padres o abuelos de movientos, al comenzar definían su música como "pop futurista". Nada que ver con la ola "new romantic" o el siniestrismo entonces emergente, lo suyo era "pop futurista" que, en opinión de
Dave Gahan, "es una extensión del punk rock".
Una vez definidas las líneas de la banda y después de haber tenido que rechazar una gira teloneando a
Toyah y Classix Nouveau, porque
Andy y Martin aún conservaban sus trabajos en un banco y una agencia de seguros, respectivamente, y no podían dejarlos durante tanto tiempo,
"Dreaming of me", el primer single de
Depeche, comenzó a escalar en las listas de éxitos hasta Ilegar al número 57 (bastante más alto de lo que esperaba
Daniel Millar, que afirmó antes de que saliera el single que si llegaba al puesto 70 merecería la pena continuar con el grupo). Después de otros dos singles de bastante éxito,
"New Life" y "Just can't get enough", que llegaría al número 8 y se convertiría en un éxito de discoteca, la convicción de que "aquello funcionaba" invadió la mente de los cuatro Depeches. La indumentaria de niño bien; los jerseys de cuello a la caja y los pantalones de franela fueron desgarrándose de su cuerpo, para dejar paso a camisetas, cazadoras de cuero, tintes capilares y botas de
King's Road. Las estrellas estaban preparadas.
Pero el éxito, el reconocimiento casi masivo Ilegó demasiado pronto para
Vince. Un músico que, en más de una ocasión, ha declarado que cuando los grupos en los que está se convierten en productos masivos huye irremediablemente;
"el éxito -opina- agarrota la creatividad". Aunque para
Andy (según declaró a
Mat Show, del Melody Maker, en 1982),
"Vince es una persona muy ambiciosa, quiere siempre Ilegar a lo más alto; es muy probable que si Vince no hubiera estado con nosotros Depeche Mode no sería lo que es (y no me refiero a cuestiones de creatividad); nosotros éramos bastante vagos y nos conformábamos con poco". Las razones que esgrimió
Vince para dejar la banda tenían bastante que ver con el hecho de que cuando un grupo triunfa y se da a conocer por todo tipo de público, el sentido artístico de la banda se va diluyendo poco a poco
"Cuando las cartas que recibía de fans diciéndome cuánto les gustaba mi música y lo bien que se sentían al oír alguna canción de Depeche fueron sustituyéndose por otras, en las que comentaban lo guapos que éramos o cuánto les gustaban mis pantalones, me dí cuenta de que aquello, para mí, había acabado".
Para muchos -casi todos- la marcha de
Vince Clarke suponía la muerte total de
Depeche Mode. La mente pensante del "grupo de niñatos" huía para formar un dúo tecno-soul junto a
Alison Moyet, Yazoo, y el resto de la banda jamás podría mover un dedo por su cuenta.
Daniel Millar, productor del primer disco del grupo y su descubridor, reconoce que al principio tuvo miedo, pero siempre confió en ellos.
"Yo sabía que Depeche Mode no podían separarse. Martin Gore había escrito algunas canciones antes de que Vince dejara el grupo y eran realmente buenas (dos de ellas, "Tora Tora Tora" y "Big Muff" aparecían en "Speak and Spell"). El único problema que tenían hasta entonces era que Vince era tan rápido, tan prolífico, que no daba tiempo a que Martin hiciera nada por sí mismo; Martin es la típica persona que necesita que le den un empujón para decidirse a hacer algo, así que, en cierta manera, la marcha de Vince le vino bien".
Visto con la perspectiva del tiempo, había que ser muy optimista para no tirar la toalla en un momento como ese. En opinión de
Dave, no era cuestión de optimismo, si no más bien, de insensatez.
"Se supone que si se va de tu grupo el compositor y letrista debes estar, como mínimo, un poco preocupado. A nosotros no nos afectó prácticamente, ¿Vince nos dejaba? no pasaba nada; Martin era perfectamente capaz de continuar con la labor de Depeche Mode y "A Broken Frame" fue una prueba de ello".
En algunos artículos de la época, referentes a la marcha de
Vince Clarke, se deja entrever que una de las razones esenciales de la marcha de
Vince era el deseo de este por imponer sus composiciones a la banda y el rechazo por parte de sus compañeros de temas que el consideraba geniales. Se comenta que uno de esas canciones era
"Only you", el single que más adelante llevaría a los primeros puestos de las listas de éxitos a
Yazoo.
Dejando a un lado especulaciones sobre el motivo de la supuesta "orfandad" de Depeche, el caso es que aunque Martin pudiera suplir por completo la inventiva de Vince Clarke, con la marcha de este quedaba un hueco sonoro que, por fuerza, había que cubrir. Un anuncio en el Melody Maker, con el siguiente texto :
"banda conocida necesita teclista, menor de 21 años" sirvió para reclutar a Alan Wilder, el más viejo de los Depeches (tuvo que mentir para entrar en el grupo, porque tenía realmente 22 años), que hasta un año después de entrar a tocar con los "miembros fundadores" no pasó a pertenecer oficialmente al grupo. Dafne and the Tenderspots, Real to Real y The Dragons and the Hitmen eran algunos de los grupos con los que había tocado antes de formar parte de Depeche Mode. La primera actuación del grupo con la nueva formación fue en el Crocs de Londres, en enero del 82. Unas semanas después se fueron a Nueva York para actuar en el Ritz y más adelante continuar con su gira europea. Pero unos días antes de comenzar, y ya como grupo de éxito, el grupo actuó en el Bridgehouse club de Londres, en un concierto-homenaje, prácticamente secreto, en honor de Terry Murphy, una de las primeras personas que creyó en ellos. Según relata un artículo de Melody Maker de la época, el local estaba destrozado, con el papel pintado cayéndose de las paredes, el suelo Ileno de "baches", el escenario repleto de parches y a punto de cerrar por no cumplir las normas de seguridad impuestas por el ayuntamiento. Después de una actuación para un público muy reducido y cuando Murphy fue a pagar a la banda por los servicios prestados, el grupo decidió hacer su buena acción del día y le devolvió al visionario dueño del club las 1.000 libras (unas 200.000 pesetas) que les quería pagar por la actuación; un donativo para que "arreglara el club".
Ante tanta carga positiva, el karma de la banda no podía ser mejor;
"See you" (escrito por Martin cuando tenía dieciocho años), el primer single extraído de
"A Broken Frame" (octubre de 1982), llegó al número seis de las listas británicas, venciendo la hostilidad inicial de buena parte de la crítica y de bastante público, que no confiaba en que Depeche Mode pudiera sobrevivir tras el abandono de Vince.
Pese al relativo éxito del album, lo cierto es que
"A Broken Frame" es el disco más mediocre de la carrera del grupo. Un trabajo de transición, en todos los sentidos, del que incluso la misma banda no se siente precisamente satisfecha.
"Creo que todos nosotros -declaraba en el año 90 Dave Gahan-
estamos de acuerdo en que "A Broken Frame" es nuestro disco más flojo. Es muy blanco, está mal producido y por culpa de él nos etiquetaron como una banda floja, absolutamente frívola. La verdad es que en esa época nosotros estábamos aprendiendo. Fue el primer trabajo de Martin como letrista y compositor; le obligaron a meterse en esa historia sin casi darle tiempo a pensárselo. Si soy sincero debo decir que no estábamos preparados para grabar un segundo disco tan poco tiempo después de haber sacado el primero. Cuando lo vuelvo a oír, pasados los años, la verdad es que me siento avergonzado".
Con los músculos preparados y la maquinaria del grupo perfectamente encajada los nuevos Depeche Mode -Alan ya entraba como miembro oficial- preparaban una nueva bomba que, desde luego, acabó con la dosis de capacidad para la sorpresa de más de uno. Unos meses antes de que la "granada" viera el mundo el recién "bautizado" Alan dió algún indicio de lo que se nos avecinaba.
"Estamos trabajando en un disco de concepto -declaró a la prensa-.
Este trabajo va a tener una temática central muy clara, que es el socialismo".
A muchos, a casi todos, les resultaba difícil creer que los mismos músicos que sólo un año atrás habían escrito ripios memorables y letras sin demasiado sentido y mucho menos trascendencia se volcaran ahora de lleno en las teorías de Engels o Marx. Y, por supuesto, no fue así (tampoco ellos parecían pretenderlo).
En "Construction time again" sí se trataban temas como el de la ecología, la igualdad social o la paz mundial, que en otros discos de Depeche ni siquiera se habían intuído, pero el tratamiento era superficial, absolutamente inocente.
"No queremos cambiar nada con nuestra música -reconocía Martin poco después de que se editara el Lp-
simplemente me gustaría que al oir nuestras canciones la gente se limitara a pensar un poco". "Algunos de los temas de nuestra primera época -matizaba Gahan- eran bastante simples pero ahora nos gustaría que la gente al oir nuestros discos se sentara con la hoja de las letras en la mano y al leerlas pensara si está de acuerdo o no con lo que decimos. Ya sé que los temas que tratamos no son realmente duros, que no vamos directos a la yugular de nadie. Alguien me comentó el otro día que una canción le recordaba a las de Heaven 17 pero yo pienso que no tienen mucho que ver con Depeche : son bastante más agresivos; nosotros no escribimos nada parecido a "morir atropellado por las ruedas de la Industria"; somos más sencillos que todo eso".
EI primer single de este disco fue "Construction time again", un disco que en opinión de uno de los críticos británicos más prestigiosos del momento, Mark Cooper, era "la melodía más dura que Depeche Mode va a hacer en mucho tiempo. Esta canción es un dibujo exacto del ambiente del mundo de los negocios en Gran Bretaña".
Si las letras de "Construction Time Again" no sorprendieron tanto como Alan Wilder aventuraba en su anuncio de un vuelco del grupo hacia las teorías socialistas, la música sí sufrió una evolución en este primer disco de una segunda época del grupo. El Emulator 1 , que caracterizaría el sonido de la banda para el resto de su vida y el empleo del sampler, que por aquel entonces (1983) era un aparato demoniaco, muy mal considerado dentro del mundo de la música y, por supuesto, bastante limitado respecto a los modelos que diseñarían tan solo unos cuatro años después, fueron las piezas esenciales de este disco.
En uno de los números de Bong, el fanzine oficial del grupo, Andy comenta que la grabación de algunos temas del disco, como "Pipeline", por ejemplo, eran auténticas "cacerías de sonido".
"Ibamos a estaciones de metro a grabar el sonido de los vagones, nos acercábamos a desguaces para recoger el ruido de los coches destrozándose... las voces de la canción las grabamos en la estación de tren de Shoredicht. Tomábamos todos esos sonidos y los llevábamos al estudio, para meterlos en el sintetizador. Estábamos convencidos de que si todo se grababa en un mismo sitio resultaba muy aburrido y la verdad es que nos lo pasábamos muy bien haciéndolo".
El paso de "A Broken Frame" a "Construction Time Again" es algo tangible, casi providencial y absolutamente definitivo en la carrera del grupo. El Melody Maker subtitulaba una entrevista con el grupo, a raíz de la publicación del tercer disco, diciendo :
"Si pensabas que Depeche Mode eran unas marionetas descerebradas sin una sola idea original en su mente, replanteatelo; Lynder Barber invade Alemania y descubre al grupo golpeando al sistema". Un subtítulo un tanto triunfalista, que ayuda a entender el cambio de concepto -para el público y la prensa- que supuso la salida del disco de la revelación. "Con este disco -declaraba Martin-
sentimos que hemos encontrado el camino que debemos seguir; es un movimiento para continuar por una dirección más dura, perdurable. Creo que nos hemos dado cuenta de que si queremos, somos capaces de hacer algo realmente importante, un trabajo que dure para siempre".
La infección más grave del artista, el deseo de la perdurabilidad de la obra ya había afectado a estos músicos que, desde entonces, se dieron cuenta de que ya no bastaba con tener ideas originales y jugar más o menos bien con los sintetizadores; la barba les había salido dentro del mundo del rock y ellos, como grupo, ya eran adultos. Con el tiempo se darían cuenta de que ese embrión de disco genial tenía sus defectos, "en "Construction Time Again" -reconocería Alan más adelante-
nos centramos demasiado en la técnica. EI disco resulta, en ocasiones, demasiado forzado. Desperdiciamos muchas horas centrados en lo que era la grabación del disco y dedicamos poco tiempo a lo que fueron las canciones".
Con defectos evidentes y bastante en su contra, porque nadie podía quitarse de la mente la imagen de unos adolescentes jugando a hacer música y enloqueciendo a las quinceañeras, Depeche continuaron por esa línea y se embarcaron en su primer disco de la cima, "Some Great Reward" (1984), precedido unos meses antes por el miniLp "Blasphemous Rumours", un magnífico adelanto del "escándalo" que se avecinaba.
Los motores de la mente de Martin iban poco a poco calentándose. Una vez atravesada la etapa comprometida, los Depeche se soltaron la melena y empezaron a hablar de cuestiones poco recomendables para el público adolescente que compraba sus discos. Los títulos de dos de las canciones del disco eran ya de por sí bastante significativos : "Rumor blasfemo" y "Amo y siervo", pero el contenido de las canciones de estos chicos de Basildon, otrora tan poco preocupados por el interior de sus composiciones, era otro golpe en el estómago... ¿ quién podría creer que Depeche Mode se convertirían en una réplica de los New York Dolls, con estribillos como el siguiente ? :
"trátame como a un perro
déjame a cuatro patas, sobre mis rodillas (...).
Vamos a jugar al amo y al siervo".
Pues sí, era cierto, y el grupo adolescente que encantaba a las madres, con esos magníficos cortes de pelo e indumentaria bastante adecuada sufrieron una metamorfosis absoluta, se agarraron a la mitologia de la depravación y, cuidando hasta el último detalle, se trasladaron a los estudios Hansa de Berlín, para, contagiándose del espíritu más canalla de Bowie (que allí fue donde grabó "Heroes"), construir el disco del escándalo, el cuero, los tatuajes y la pintura de uñas negra.
Martin, que se había ido a Berlín unos meses antes de la grabación del disco para componer las canciones, explicó irónicamente a una revista alemana el porqué del contenido del disco que estaba preparando : "después de unas cuantas canciones pop insulsas, nuestro público está preparado para un poco de perversión".
La obsesión por no aparecer como la típica banda de niñatos haciendo canciones para divertirse fue -juzgando las declaraciones del grupo en aquella época- la razón esencial de este giro hacia los temas prohibidos y la indumentaria a medio camino entre el travestismo y el heavy-metal. Casi por sistema, el grupo tuvo que explicar, canción por canción, el contenido de "Some Great Reward" (1984). La primera revolución llegó con la salida a la luz del miniLp de "Blasphemous Rumours", una canción que algunas cadenas de radio se negaron a poner y que la prensa inglesa más tradicional se encargo de publicitar muy a su pesar. The Sun, que jamás se había ocupado del grupo, emprendió una batalla contra ellos y todo el mundo hablaba de la banda. Incluso el párroco de la iglesia de Basildon que, refiriéndose a la canción de los "hijos descarriados", escribió en una de sus hojas parroquiales "Si Dios mandó a su único hijo al mundo, jamás podremos decir que tiene un sentido del humor macabro".
De hecho, el grupo comenzó a ensayar -después de que la madre de Vince les echara del garaje de su casa por hacer demasiado ruido- en la parte trasera de una parroquia de su ciudad, en la que el cura les ponía como única condición para practicar allí que no tocaran demasiado fuerte.
El estribillo de la canción del escándalo decia:
"no quiero lanzar ningún rumor blasfemo
pero creo que Dios tiene un sentido del humor bastante negro
y cuando muera imagino que me lo encotrare riéndose"
Pero, pese a las apariencias, la banda se empeñó en explicar que la gente no debía caer en el equívoco, porque "Blasphemous rumours" no era una canción anti-religiosa.
"En este tema -declaraba Dave Gahan, que la primera vez que apareció en público fue en el coro del Ejército de Salvación-
Martin se ha limitado a hablar de algo que la gente siente en muchos momentos de su vida. Todos los miembros del grupo tenemos una cierta formación religiosa. Andy, especialmente, y yo íbamos regularmente a la iglesia hasta que cumplimos 18 años, por lo tanto, supongo que tenemos un cierto sentimiento de rebeldía en ese sentido".
Andy, el miembro del grupo con una formación religiosa más fuerte, aprovechaba la controversia para dar su opinión sobre la Iglesia
"Yo me alejé de la religión -declaraba en septiembre del 84-
porque me di cuenta de que estaba llevando una vida absolutamente monótona. Quería vivirlo todo plenamente y me di cuenta que para llevar una existencia acorde con las leyes morales no hacía falta estar dentro de una Iglesia. Es una pena que el cristianismo esté tan pervertido, porque realmente tiene algo que ofrecer".
Pero eso era sólo el principio de una letanía de "pies de página" para explicar el contenido de cada uno de los temas. El auténtico discurso tuvieron que hacerlo cuando se editó "Master and Servant", el segundo single del disco (posterior a "People are People"), que según Martin, no tenía ninguna implicación sexual
"es una simple metáfora -declararía-
de la dominación política de los pueblos ricos sobre los pobres". Metáfora o no, el caso es es que se salvaron de la censura de la BBC por los pelos. La cadena les pidió una copia de la letra para poder analizar detenidamente si el contenido era digno de los oídos de su audiencia, porque uno de los encargados de seleccionar los temas que podían emitirse consideraba que era obsceno. La suerte acompañó al grupo y cuando tuvo que tomarse la decisión, el "censor" escrupuloso estaba de vacaciones.
"La chica que tuvo que dar la última palabra -explicó Martin- estaba de acuerdo en que la canción no tenía ningún peligro; consideró que hablaba del amor y la vida, y así es realmente".
A partir de ese momento las cosas empezaron a cambiar. En vez de compararles con Spandau Ballet o Duran Duran, la prensa comenzaba a establecer paralelismos con los más duros del barrio : Frankie Goes to Hollywood, que justo en esa época habían "padecido" el gran éxito-escándalo de "Relax". La indumentaria de cuero, las cadenas y la imagen andrógina del grupo en general, y especialmente de Martin Gore, contribuyóa aumentar el morbo y, además de obligar a la gente a olvidar que "Master and Servant" era una canción de profundo contenido político, como ellos se empeñaban en recalcar, conseguir que Depeche Mode se convirtiera en uno de los grupos favoritos en el ambiente gay. Un público que se acercó a ellos pese a que nunca participaron en reivindicaciones al respecto, como harían posteriormente Communards o el desertor Vince Clarke, en Erasure y, además siempre han recalcado que sus gustos sexuales no van por esa onda. El tema de la supuesta ambigüedad sexual del grupo comenzó con la idea de Martin -el más radical en cuanto a vestimenta se refiere- de aparecer en público con una indumentaria a medio camino entre Betty Page y Catwoman; un aspecto que hacía funcionar aún más la imaginación después de leer declaraciones como las que hizo a Record Mirrow en Berlín (tumbado, a media noche, delante de los almacenes Woolworth de la ciudad, porque decía que se sentía más a gusto haciendo la entrevista así).
"Me encanta el color negro y el cuero en general -confesaba- hay algo en los pantalones de cuero usados que me fascina. Me gusta la idea de estar atado, la sensación de indefensión siempre me ha excitado".
Unas semanas después, en una revista británica explicaba porqué le gustaba vestirse de mujer,
"me gusta ponerme ropa de chica y eso no quiere decir que sea travesti, ni que poniéndome esa ropa vaya a serlo. Me gusta la combinación "anti-macho" de llevar pantalones y una cazadora de cuero con ropa femenina. Desorienta a la gente. Estoy buscando más cosas de ese estilo para poder ponerme, pero no encuentro diseños nuevos dentro de la indumentaria "sado-maso"".
Declaraciones provocativas para un momento absolutamente consagrado al escándalo, del que Gore más tarde hablaría como un pequeño pecado de juventud, que le pesaría el resto de su carrera.
"Mirando hacia atrás -declaró en el 89-, la verdad es que me arrepiento de algunas de las cosas que me he puesto. En todas las entrevistas que hago el periodista termina mencionando la camisa que llevaba. La verdad es que pienso que tiene bastante gracia, pero ahora estoy cobrando la broma que hice hace años. Hay gente que sigue pensando que voy por ahí vestido como un travesti".
Un año después, en plena vorágine de éxito en Estado Unidos, Dave recordaría la anécdota del primer día en el que a Martin se le ocurrió salir con falda al escenario.
"Martin llevaba -declaró a la revista Rolling Stone-
unos pantalones de cuero, con una falda encima de ellos. De pronto se le ocurrió decir que sólo quería llevar la falda. Nosotros empezamos a gritarle, "¡ pero Martin, como vas a llevar s'olo la falda !, quítatela ahora mismo"". "Yo no pensaba -comentó Martin- que aquello fuera a causar todo ese revuelo, simplemente me parecía divertido".
Envoltorios aparte, lo cierto es que en "Some Great Reward" comienzan a intuirse elementos que más adelante acompañarían a la banda a lo largo de toda su carrera. Depeche Mode comenzaron a interesarse por músicos como Steve Reich o Philip Glass, por el lado "culto", o Nick Cave y Can, por el más "oscuro", que endurecerían el aspecto azucarado del sonido Depeche. En este disco, que costó 8.000 libras (1.600.000, bastante barato para la época) comenzaron a inmiscuirse en los laberintos técnicos de la grabación. Se involucraron hasta la cabeza en las posibilidades del "sampler" y se dieron cuenta de que divirtiéndose también podían crear sonidos casi geniales. Por ejemplo, en la versión maxi de "Master and Servant", el sonido de azotes que se oye es real; Daniel Miller se dedicó a golpear un sofá con una espumadera y ese es el ruido que se oye en el disco.
El enorme éxito del grupo, la dinámica de grabación de disco-promoción-gira-grabación que llevaban desde hacía cuatro años y los cambios personales y musicales de los miembros de la banda estuvieron a punto de conseguir que tiraran la toalla, según declararía años después Dave Gahan.
"El momento más crítico de la banda, cuando estuvimos a punto de dejarlo todo fue al final del año 85. Estábamos en un momento de tensión impresionante. Sin descansar un solo día y con presiones por todas partes. No estábamos seguros de que después de "Some Great Reward" el grupo estuviera dispuesto a continuar unido. Nos lo pensamos y decidimos que lo mejor era tomarse las cosas con más calma. La verdad es que muchas veces no me explico como pudimos salir vivos de todo ese follón del principio".
Después de editar el 16 de septiembre del 85 "It's Called a Heart", el último single del disco de la discordia, "Some Great Reward", en octubre salió a la venta la disculpa perfecta para tener al público entretenido mientras ellos descansaban : "Depeche Mode. The Singles 81-85", un album de descanso, de transición, del que Martin Gore diría :
"Oyendo todos nuestros singles juntos me doy cuenta de que mis canciones hablan esencialmente de amor y sexo, para combatir el aburrimiento vital".
Un tiempo de desintoxicación, de relax y meditación para una banda que durante cuatro años no había parado ni una sola semana seguida. Todo había salido rodado, quiza demasiado bien como para en ese momento, en el borde absoluto del éxito poder plantearse seriamente el contenido del otro lado del abismo. En esa época, poco antes de que saliera a la luz del recopilatorio de los singles, Dave comentó que estaban en el borde justo entre ser un grupo minoritario y uno absolutamente masivo. La decisión estaba en sus manos y el resultado en "Black Celebration" (marzo de 1986), un disco premeditadamente oscuro, en el que la técnica se convierte en absoluto protagonista y que coloca al grupo en un estado intermedio, casi ideal, en el que venden como un grupo de consumo masivo y son considerados, especialmente en algunos países como España y Alemania, una banda cercana a las de culto. Respecto a la preparación del nuevo disco, Alan declaró en aquella época a la revista "Keyboard" que el sampler había sido -como vendría ocurriendo en adelante- un elemento imprescindible en ese trabajo.
"Cuando empezamos a grabar el nuevo album nos pasamos los primeros días sampleando sonidos sin parar.
Alquilamos una batería y otros instrumentos de percusión y los grabamos en el sampler desde distintas habitaciones y en ambientes diferentes. Después nos bastaba con acudir a nuestra librería de sonidos para buscar el que mejor encajaba con con la canción en la que estabamos trabajando". El disco se grabó a medio camino entre los estudios Westside de Londres y el Hansa Studio de Berlín, donde se hicieron las mezclas de "Stripped" el primer single del disco. La vuelta hacia lo industrial, la dureza romántica de algunos temas que harían historia, como "Fly on the Windscreen" o "Question of Lust", consiguieron que la crítica, nunca demasiado amable con el grupo, virtiera algunos comentarios bastante favorables. Steve Sutherland del Melody Maker decía : "Con este disco Depeche Mode se están acercando quizá inconscientemente, a lo sublime. En "A Question of Lust", "Question of Time" y "Stripped" alcanzan un equilibrio casi perfecto entre luz y oscuridad, palabra y lujuria. En muchos sentidos, estos tres singles marcan su punto de salida. Por primera vez suenan seguros de sí mismos y capacitados para correr riesgos. Da la impresión de que, por primera vez, Depeche Mode están preparados para dar el gran salto definitivo". John Peel habló magníficamente en su programa de la actuación del grupo en el Wembley Arena. En cambio, Andrea Miller, les destrozó en un par de frases desde las páginas del New Musical Express, en su crítica de una actuación del grupo en Glasgow.
"Son el grupo más mediocre que ha creado en mucho tiempo la industria del pop británico... Depeche Mode están faltos de talento de una manera absolutamente cómica".
El estatus "asentado" del grupo, el hecho de haber madurado (ya tenían todos entre 26 y 28 años) les hizo replantearse cuestiones no solo de índole artístico. En una entrevista reciente Dave comentaba que al principio de su carrera estaban convencidos de que la promoción era fantástica, cuantas más veces apareciera el grupo en revistas más fácil era darse a conocer y vender discos.
"Pero a partir del 86 nos dimos cuenta -comentaba Dave- de que no era necesario que hablaran de tí constantemente; a veces es mejor aparecer en una sola revista, estando seguro de que lo que escriben es lo que tú has dicho. La prensa británica ha sido siempre muy dura con nosotros. Siempre tenemos que estar justificándonos ante la prensa en Gran Bretaña y eso, sinceramente, nos llega a ofender".
En otra entrevista mantenida en el año 91, Andy comentaba que el problema de la crítica con ellos era exclusivamente de edad.
"Los críticos durante muchos años -comentaba-
han sido personas de treinta y pico o cuarenta años, criados con ritmos acústicos y los postulados del rock más clásico. Cuando nosotros aparecimos, aportando un concepto musical totalmente distinto, los periodistas que adoraban a Dylan, evidentemente se ensañaban con nosotros, no entendían nada. Ahora las cosas comienzan a cambiar porque los críticos actuales son, algunos, más jóvenes y entienden lo que hacemos. Su educación musical es similar a la nuestra y, por tanto, hablamos un lenguaje parecido, nos movemos con un "background" afín".
De todas formas, en el 86, cuando salió a la luz "Black Celebration" la actitud general -de prensa y público- respecto a Depeche cambio radicalmente; las estridencias de su etapa anterior quedaron absolutamente olvidadas, para echar un vistazo a letras menos optimistas y, seguramente, bastante más acordes con los sentimientos íntimos de su público.
"Celebrar el hecho
de que hemos mirado hacia atrás
y ha pasado otro día negro"
era el ejemplo de una de las letras del nuevo disco, un trabajo del que Alan decía que era "simplemente realista; no creo que resulte pesimista". Las alusiones al sexo "peligroso", a la necesidad de cambiar el mundo y hacer pensar a la gente se difuminaban en el pasado; con "Black Celebration" Depeche buscaban la sobriedad. Incluso el guardarropa "festivo" comenzó a mutarse en uno prácticamente existencialista, (donde el negro, por supuesto, continuaba siendo imprescindible). Martin y compañía se volvían cada vez más escépticos y reconocían que, a la vista de los resultados, no tenían ningún interés en cambiar un ápice del mundo.
"No pretendo -declaraba Martin-
que la gente cambie su vida al oír las canciones de "Black Celebration". La música no puede cambiar la opinión de nadie. El público, simplemente, busca canciones que coincidan con su forma de pensar e intenta reforzar esas ideas".
Después de una gira agotadora, en la que Ilenaron estadios y recorrieron buena parte de la Costa Oeste de Estados Unidos con un éxito bastante aceptable, Depeche Mode, una vez instalados en la cumbre, deciden lanzar un disco, con un título absolutamente irónico : "Music for the Masses". Un nombre que, de nuevo, como venía siendo costumbre a lo largo de su carrera, tuvieron que explicar a un público que se lo tomaba al pie de la letra.
"Para muchos -comentaba Dave-
"Music for the Masses" era un titulo arrogante; se preguntaban como podíamos tener la petulancia de dar un título así cuando estábamos en el culmen de nuestro éxito, pero era una broma absoluta, porque, entre otras cosas, nos dábamos cuenta de que por mucha popularidad que tuvieramos jamás penetraríamos en el público masivo por excelencia". Para algunos el título iba más allá y era una alusión descarada a la incapacidad del grupo para entrar en el mercado americano por la puerta grande. Allí les repetían una y otra vez que su música no era suficientemente comercial, que no era "masiva" y por esa razón Depeche Mode eligió este orweliano título.
Pero, en el fondo, "Music for the Masses" era un nombre premonitorio. Un disco de ruptura, en el que incluso la carátula daba pie a entender un paso adelante en la historia del grupo. Atrás quedaba la suavidad casi romántica del cisne envuelto en papel celofán de "Speak and Spell", la trabajadora del campo de "A Broken Frame" -símbolo de las ideas del comunismo preindustrial que invadiría sus mentes en el siguiente trabajo-; el trabajador del metal, martillo en mano, que ocupaba, sudoroso, la portada de "Construction time again", como representación del embadurnamiento absoluto en los ideales socialistas -reflejado en las letras- o la oscuridad urbana -resaca de la lujuria de "Some Great Reward"- de "Black Celebration". Ahora un paspartú blanco rodea a unos altavoces de campo de futbol, desde los que, se supone, sale la música de Depeche Mode, un grupo que a partir de la edición de este disco (1987) empezó a vivir durante al menos seis meses al año, en estadios y recintos inmensos, imprescindibles para llegar a las masas.
Una producción ampulosa, letras no demasiado ofensivas y un equilibrio casi perfecto entre la espectacularidad y la belleza introspectiva convirtieron a "Music for the Masses" en un disco digno de su nombre. El pasaporte para entrar de lleno en los Estados Unidos (fue el primer trabajo de Depeche Mode que entraba directamente en las listas de Top 40) y una máquina magníficamente engrasada para conseguir que en los dos años siguientes Depeche Mode se convirtieran en los amos de los Estadios de Norteamérica; solo en 1988 tocaron para más de un millón de americanos; pasando en unos meses de actuar en pubs bastante reducidos a llenar los mismos recintos en los que unas semanas antes había actuado Springsteen o el Michael Jackson de turno. Un paso gigantesco, no solo para el curriculum del grupo, que demostraba, por primera vez en mucho tiempo, que las bandas electrónicas tambien podían llenar estadios. Las guitarras dejaban de ser el instrumento del rock masivo por excelencia y las percusiones electrónicas, los teclados y los disparos del sampler se convertían en una estética nueva, pero perfectamente asimilable por los consumidores medios de rock en vivo.
Con la energía en las venas y la seguridad de que aquello era imparable, los músicos que al principio de su carrera reconocían que donde mejor se lo pasaban era en el estudio de grabación, buscando nuevos sonidos, sampleando otros recogidos en los sitios más extraños y haciendo un poco el loco para conseguir el efecto adecuado en el momento justo de una canción determinada, ahora, en la recta final del 80, comenzaban a tomarle el gusto a las relaciones en directo, al contacto cara a cara con el público y se aficionaban a la endorfina que sus glándulas segregaban cada vez que 50.000 personas coreaban al unísono esos temas que ellos, como alquimistas, habían hecho nacer en su laboratorio musical.
Las vibraciones de 72.000 personas, reunidas en el Rosebowl de Pasadena, fueron las culpables de la edición de 101, un documental-película que muestra parte de la gira americana de "Music for the Masses", demuestra la capacidad de provocar histerias de la banda británica y que tuvo como complemento un disco en directo, en el que se compilan los grandes éxitos del grupo.
D.A. Pennebaker fue el encargado de grabar las imagenes del histórico documental que sirve no solo para ver como un grupo electrónico remueve las visceras del público, sin necesidad de recurrir a solos de guitarra o a virtuosismos rockeros, si no que también muestra el "making of" de los espectáculos de Depeche, las anécdotas del "backstage" y las gracias de los otrora adolescentes de Basildon que, en pleno 89, estaban a punto de entrar en la treintena. El hecho de elegir a Pennebaker para que rodara el "rockumental" parecía un hecho surrealista. ¿ Por qué los reyes del pop electrónico, los enemigos de la tradición rockera de los sesenta elegían para su particular precedente de "En la cama con Madonna" a un hippie de los sesenta, autor del documental de Dylan "Don't look me back"? La razón era muy sencilla :
"Pennebacker era, sin duda el que mejor conocía el funcionamiento de lo que es un documental de un concierto. Nosotros habíamos visto el trabajo que había hecho con Dylan y, aunque no tuviera nada que ver con lo que hacemos, el concepto, las imágenes, eran exactamente lo que teníamos en mente".
La gran sorpresa se la llevo Pennebacker cuando Depeche le llamaron para ver si quería ocuparse del rodaje de 101.
"Cuando me llamaron -declaró a la revista Time- lo primero que hice fue telefonear a mis hijos y preguntarles : "¿ Quién demonios son esos Depeche Mode ?" Cuando fui a ver uno de sus conciertos de lo que me di cuenta fue de la extraordinaria conexión que podía verse entre una audiencia de clase media americana y un grupo salido de la clase trabajadora británica, que en el fondo, no tenían nada en común. Si lo pensabas racionalmente no había ni un solo punto en el que coincidieran, pero aquello era algo abstracto, una necesidad devocional. De hecho, pienso que el público de Depeche Mode en los 80 era muy parecido al de Dylan en los 60".
El disco y el vídeo de 101 salieron a la venta el mes de marzo de 1989. En esa época, después del enorme éxito americano, del cambio en sus costumbres y unas declaraciones reposadas, exentas del ansia de provocación de sus primeros tiempos, Depeche Mode comenzó a disfrutar del respeto que en otros tiempos les había costado obtener. En 101 los miembros del grupo aparecían como gente sencilla, bromista, con ganas de juerga después de los conciertos y profesional en las horas previas a subir al escenario. Las camisetas de "marine", los vaqueros y las botas camperas les conferían un aspecto aseado, absolutamente normal, bastante alejado de la perversión indumentaria de otras épocas.
Incluso los fans, parte esencial de 101, admitían que Depeche es una banda absolutamente accesible. "Son muy simpáticos, muy normales, aunque Martin es un poco tímido, pero en cuanto se rompe el hielo, es encantador". Y ellos, los admiradores de Depeche Mode, pudieron ver, como parte del reparto de 101 algunas de las facetas (por supuesto, seleccionadas) de la aparente intimidad de la banda.
Para conseguir el ansiado puesto en la película se reunieron cientos de fans de toda norteamerica, dispuestos a casi todo con tal de estar cerca de los Depeche. El método de selección era la capacidad para el baile y la fotogenia. Los fans tenían que bailar durante un rato y después contarle a la cámara porque les gustaba Depeche Mode. "No valía decir -confiesa una de las seleccionadas al fanzine oficial del grupo- que te gustaban por lo bien que les sentaban los pantalones de cuero o lo bueno que estaba Dave Gahan, había que decir algo serio, inteligente". Una vez pasada la prueba, los seleccionados se montaban en autobuses y se disponían a formar parte de la gira. Veían durante diez días todos los conciertos, asistían a las fiestas en el "backstage" posteriores al recital y, de vez en cuando, tenían encuentros casuales con los miembros del grupo.
"En nuestro autobús hicimos una fiesta después de un concierto y vino Martin a donde nosotros estábamos; dijo, vamos a tomar un chupito de tequila, yo me tomé tres y acabé absolutamente borracha, me puse malísima".
Pero durante el año y pico de la gira de "Music for the Masses" el grupo no se dedicó sólo a conquistar América. En Europa también concedieron conciertos, en casi todas las capitales; recitales que les llevaron incluso a algunos países del este, como Praga, donde estuvieron en el 88. Una actuación que, según se publica en el fanzine del grupo, Bong, fue el primero que un grupo occidental ofrecía en ese país. A partir de ahí los fans checoslovacos de la banda fueron aumentando y en el 90, tras la caída del comunismo, el club de fans del país había reclutado a 3.500 fans. Un año después Mute abriría oficinas en aquel país.
También en la época en la que se editaron el disco y el vídeo de 101 la explosión de la música house y la vuelta al "techno" de Detroit invadía las pistas de baile, los cerebros de la juventud ávida de nuevos movimientos e incluso la mente de los grupo más tradicionalista, prácticamente inmovilistas, que dejaban en manos de DJs sus canciones rockeras para que las transformaran en maxis bailables, que no desentonaran con el resto de los que hacían vender discos en las discotecas.
Martin Gore publicó su primer disco en solitario, el EP de versiones “Counterfeit” (1989).
Depeche Mode volverían a las tiendas de discos con “Violator” (1990), uno de sus mejores Lps, en el cual incorporaban elementos rock.
“Personal Jesus”, “Enjoy the silence”, “Policy of true” o “World in my eyes” son algunos de los temás más importantes de un álbum co-producido por Flood, quien previamente había trabajado con U2, Erasure o Nick Cave. Flood y un sonido más agresivo continuaron en “Songs of faith and devotion” (1993), ecléctico disco de techno-rock con cambio de imagen para David Gahan, quien se convierte en un adicto a la heroína y a lucir melena influenciado por el contexto grunge de su nueva residencia americana.
Con temas como “I feel you”, “Walking in my shoes”, “Condemnation” o “In my room”, el disco alcanzó los puestos más altos en las principales listas mundiales a pesar de ser recibido por sus seguidores con cierto desencanto.
A partir de mediados de la década de los 90 el grupo comenzó a dispersarse. David Gahan continuó enganchado a la heroína e intentó suicidarse tras ser abandonado por su esposa. Martin Gore se marcha a los Estados Unidos con su mujer Suzanne Boisvert, con la que contrae matrimonio en 1994. Alan Wilder no se mostraba contento con el nuevo sonido y abandonó el grupo para proseguir con su proyecto electrónico Recoil, proyecto que había iniciado a finales de los años 80.
En 1996 y con David Gahan rehabilitado de sus problemas con las drogas, Depeche Mode, ahora convertidos en trío, comienzan a grabar en Nueva York su nuevo disco, “Ultra” (1997), un trabajo menor producido por Tim Simenon que destacaba en temas como “Barrel of a gun” o “Home”.
Tras unos años de ausencia en el panorama discográfico, el grupo británico retornó con “Exciter” (2001), un disco recibido con disparidad de opiniones en el cual contaron con la colaboración del productor Mark Bell, conocido por sus discos con la cantante islandesa Björk.
En el año 2003, Martin Gore publicó el Lp “Counterfeit 2” (2003), una nueva recopilación de versiones con covers de gente como John Lennon, Lou Reed, Julee Cruise, Nick Cave, Brian Eno o Iggy Pop.
David Gahan también grabó en solitario, su debut “Paper Monsters” (2003), en donde el cantante formaba equipo compositivo con Knox Chandler.
Toda la información ha sido extraida de las webs de Aloha pop rock y de la sección de DM de Rockmusic