El problema es que la censura se basa en un baremo completamente arbitrario. Existiendo las entidades de calificación por edades, ninguna empresa me tiene que prohibir ver violencia extrema ni el culo de una vampiresa loli de 500 años. Yo ya soy mayorcito para saber si eso me parece de mal gusto o no. Lo que me sorprende es leer tantísimo el comentario, tanto aquí como en otros lugares de "no me gusta la censura, pero en X casos me parece bien, o la entiendo". O nos gusta que alguien decida por nosotros o no nos gusta, pero las dos cosas no pueden ser.
Debatir qué es censurable y qué no es estéril en este caso, porque no es algo que vayamos a decidir nosotros, si no una multinacional. Luego echamos la vista atrás y nos ponemos las manos en la cabeza, pero este tipo de comportamientos se repiten siempre. Y nos preguntamos cómo era posible que las empresas trocearan películas, juegos y libros a su antojo para que estuviesen de acuerdo a su visión, cargándose la obra original por el camino.