Cuando acostumbras a la gente a no comprar juegos acabas no vendiendo juegos, si esto ha ocurrido con un Call of Duty no me quiero ni imaginar lo que debe estar ocurriendo con otros juegos tipo Hellblade. Es que si no fuese por Jimbo la saga hubiese quedado ahora mismo muy tocada sin las ventas en PlayStation y con alto riesgo de caer en la indiferencia como ha ido sucediendo con el resto de sagas históricas de Micro gracias a la catastrófica gestión del tío Felipe.