* * * * * * * * * * ¡Y empezó el mundial de fútbol!* * * * * * * * * Ayer se estrenó, en éste mundial, nuestra selección. No soy futbolero pero debo reconocer que la fiesta de los mundiales me gusta vivirla. Cada cuatro años mejora el rating de "horas fútbol" en casa.
Hace unos días las chiquillas me plantean de traer a su equipo de hockey (las dos más pequeñas juegan en conocido club de Valencia) para ver el partido en el jardín y luego cenar.
En aras de no desilusionarlas, me puse a la tarea y salió ésto:
La "scene":
Luego de unas 10 horas/hombre de trabajo dónde se incluyen el tiempo de pensar y el de buscar el material, llegué a ésto con muy poca confianza. La espalda de la pantalla está orientada al oeste.
Parte de la peña ya está inmersa en el partido. Corre la cerveza, el tinto de verano y la cachimba. ¡Joder! Cómo han cambiado los tiempos.
Encima mi mujer me dice "háblales bien y bajito para que no se cohiban". Que si no se cohiben se mudan a casa y me pasan la factura del teléfono y la cuenta de la gasolinera.
Un poco más de lumens hubiese sido de agradecer para usar la pantalla gris. La pantalla blanca, al no reflejar en ningún lado, se veía bastante bien. La gris (lamentablemente no tomé fotos) apagaba un poco la imagen aunque los colores eran más fieles.
Cómo referencia goegráfica, decir que estoy en Valencia y que ayer hizo un día como al que nos tiene acostumbrado nuestra tierra. El sol brillaba hasta con furia.
Luego del atardecer, aunque había claridad, la imagen mejoró muchísimo siendo ya, entrada la noche, una hemorragia de placer.
Por si lo quieren saber, el costo total (sin contar el gazebo ni la mano de obra) fué de €30.
También decir que no repetiré la experiencia.