Pobre mali...
Pues yo al final me llamarón y salí a tomar unas cañitas y unas tapas para la cena, y acabo de llegar. Me acabo de quedar alucinado con la de gente que había, no se cabí ni por la calle, así que imagináos en los bares. Joder, que esto es Ourense... La verdad es que siempre me sorprendió esta ciudad por eso, sea la hora del día que sea y el tiempo que haga, la calle siempre está repleta de gente, como si fuera la zona centro de una gran ciudad. Curioso, la verdad.
Ahora igual para cama, no sé...