¡Hola, gusánidos!
Al final, como era lógico, he enfermado yo también. O más bien, estoy en proceso. Tengo el estado febril previo a que se desate el horror. Pero no me quejaré. Me imaginaré a mi cuerpo luchando contra los invasores, la fiebre producto de la intensa batalla, el dolor producido por el enemigo, la mejora cuando acuda la industria farmacéutica en mi ayuda. Y finalmente, la victoria por parte de mis defensas. O mi muerte si soy demasiado cutre, pero no lo veo práctico para mis planes de dominio a largo plazo.
Oh, y ahora empieza a llover. El mundo llora por mi debilidad física. Yo no lloro porque eso es de personas que tienen ojos y yo no tengo de eso.
Total, que hoy no puedo acosaros, para vuestra alegría y satisfación. Pero ya me recuperaré, ya...