He vuelto. Desde mi cuenta alternativa para lugares no seguros.
No me voy a poner al día en el hilo, obviamente, pero aprovecho mientras espero a que estos vengan para conectar un rato.
Veo que se habla de tías que no buitrean. La experiencia me ha enseñado que no hay nada que acojone más a un hombre que una tía llevando la iniciativa. Habrá excepciones, pero mis propios amigos me lo han confirmado. Les asusta no manejar la situación y no saber qué esperar de la otra persona.
Mi técnica ahora es hacer como que dejo que me seduzcan y ya está. Es realmente estúpido, porque no veo cuál es el problema en que me lance sobre alguien, que no le voy a pedir matrimonio a la mañana siguiente. Así que nada, hago como que me dejo llevar, dejo que tomen la iniciativa dejando las cosas más o menos claras para que no tengan miedo de lanzarse y listo.
Pero bueno, yo soy una chica rara. Reconozco que soy efusiva, lapa e impulsiva. Todo lo contrario a lo que se espera en nuestra sociedad, donde te inculcan el miedo al qué dirán, qué pensarán, cómo se lo tomarán.
Y bueno, este es el tipo de cosas que hablo con un amigo que es la cosa más adorable del mundo. Me rechazó de la forma más delicada posible y sigue siendo mi principal apoyo y consejero. Porque él tampoco es como los demás, pero ha aprendido a mimetizarse, cosa que yo no tengo intención de hacer. A quien no le guste, que no mire.
Hablando de hombres, esto de estar con mi Jancio de viaje no es nada raro al final. Me gusta achucharlo y decirle tonterías, pero es que lo hago con todas las personas a las que tengo un cariño especial. ¿Y a quién voy a tener más cariño que a la persona que ha pasado tres años de su vida conmigo? Pero por lo demás estamos los cuatro como buenos amigos, ni tensiones, ni situaciones raras. Como antes de estar juntos. Es maravilloso. Aunque a veces no puedo evitar mirarlo y pensar "pero qué guapo y achuchable". Pero yey, una deja de estar enamorada, no se extirpa los ojos
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Y nada, estoy muy, muy feliz. Estaba algo asustada por el viaje, pero la verdad es que está siendo estupendo. Entre la medicación nueva (oh, es milagrosa, en serio) y el estar todo el día haciendo cosas, me siento más viva que nunca. Y he aprendido a valorar aún más y a no sufrir por la gente que no se deja ayudar (era una de mis asignaturas pendientes). Como me dijo hace unos días un peruano en el parque de Ueno, a veces hay que dejar todo atrás para encarrilar nuestra vida. Y yo estoy rompiendo todos mis lazos de dependencia. Me da un poco de pena porque hay gente a la que no quiero dejar de lado porque la aprecio mucho, pero mi vida solo está en mis manos.
Ah, hoy he arrasado con Akihabara. Mhuahahaha.
Total, que