"Siempre he pensado, desde un tiempo atrás, con más fuerza, que la vida es una enorme carrera de fondo. Con sus momentos de euforia, de tristeza, de sufrimiento, de alegria, de chocarse contra muros invisibles. De lágrimas y de sonrisas.
Me considero o al menos intento ser un corredor de fondo. No existe el dolor o no quiero notarlo. Pinchazos en los gemelos, dolor en los pies, heridas que sangran en los pezones, calor, dolor de cabeza por el sol, fatiga mental que te impide ver 10 metros más allá, dolor en las tibias, en los tobillos... Solo intentan frenarte en tu subida, en tu recorrido. Pero aguantas y aguantas, por algo que tal vez no sabes ni lo que es. Por algo que solo tu ves. Que solo está al final de cada meta, al final de cada recorrido. Los caminos son infinitos. Tu mismo te marcas el inicio y te marcas el final. Siempre hay un principio y hay un final. Tan solo disfruta el camino a recorrer.
"¿Porqué corres?" No lo se. Pero gracias por recordarme con esa pregunta que debo seguir haciéndolo. La vida no son finalidades, son etapas y pequeños objetivos. Correr me hace libre, me ayuda a dejar atrás todo y a aferrarme a la vida. Miedo, dudas, stress, agobios, guerras, violencia, inseguridad, lágrimas... Todo eso no resiste el paso de la velocidad, no resiste la distancia. Todo se esfuma atrás por el peso de la velocidad. Como lágrimas escurriéndose hacia atras por tu cara. Hasta no quedar nada, tan solo tu y tu sonrisa.
Pisar caminos de asfalto, de tierra en los que cada china a tus pasos, salen despedidas hacia atrás. Te impulsas hacia delante, pensando cada movimiento e intentando ser más eficiente en cada zancada pero a la vez hacerlo de manera natural. Pequeñas grietas en el camino que intentas pasarlas lo mejor posible para evitar lesiones o percances que te impidan seguir corriendo. Grandes piedras que bordear o incluso saltar. E incluso obstáculos que hacen que tengas que elegir otro camino aunque no quieras. Ramas que cortan tus gemelos, desgarran tu piel y hacen aflorar lágrimas de sangre. Da igual, soy un corredor de fondo, no pienso pararme. Tengo un objetivo y aún no lo he alcanzado. Aun arrástrandome, pero llegaré. Da igual el dolor. Estoy aprendiendo a sufrir, a aguantar el dolor, a soportar frio y calor. A correr sin apenas ver por la dura lluvia sobre tus ojos. Estoy aprendiendo a vivir. Tan solo con unas zapatillas y metros de terreno por recorrer. Cambio horas de esfuerzo y trabajo, por segundos de gloria. Por saber que esa gloria permanece en mi y puede ser siempre disfrutada cuando quiera.
No solo es sufrimiento, es alegría. Es una enorme sonrisa dibujada en mi cara en muchos momentos de esa larga carrera. Es un saber que puedo y debo hacerlo. Que no necesito nada más que lo que ya tengo. Que muchas veces la magia no existe, solo es una pura invención.
Gracias a todos los que creen en mi. Ellos me dan aliento por cada milímetro de aire que necesito. Gracias a los que no creen en mi. Ellos me dan la fuerza para convencerme de que tengo que seguir adelante. Algún día espero repetir estas palabras en el lugar que sueño."
Gracias por aguantar esta marabunta de palabras inconexas.
Aun habiendo dormido poco, estoy listo para salir a correr hoy. No se cuanta distancia ni hasta donde. Hasta donde aguante mi cuerpo y mi cabeza.
Y buenos días a todo el mundo