No se si a vosotros os ocurrirá lo mismo, pero con esto de tanto Barça-Madrid no es empache la palabra, más bien sería insensibilidad hacia el clásico. Hace un par de años, todos teníamos marcados dos fechas en nuestra mente futbolística (la ida y vuelta) y esa ilusión, nerviosismo, expectación hacía que todos estuviéramos días y días previos al clásico sin quitarnos el partido de la cabeza. Pero ahora, con tanto clásico (Champions, Copa, Liga, Supercopa) parece que nos hemos habituado tanto que no le damos la importancia que tienen los partidos. La continuidad ha hecho descafeinar tanto los clásicos que hay gente que hasta opina estar hartos de ellos. Aunque probablemente, la mayoría de éstos sean madridistas, no por nada, sino porque llevan las de perder en los últimos 10 partidos, también hay algún azulgrana que lo afirma.
A mi, personalmente, pese a que esté un tanto insensibilizado, me gustan los clásicos por todas las emociones que se sienten (ya sean positivas o negativas). Así que, que comience el espectáculo.