Tomás Roncero escribió:¡ VALDANO, VUELVE !
Ni voz, ni voto. Florentino debe tener un sexto sentido. Un tipo que en su vida profesional acostumbra a cantar las cuarenta cuando juega al tute sin mirar los naipes, intuye a la legua cuando las cartas están marcadas y la derrota sobre el tapete es segura. Se quedó en Madrid por cuestiones profesionales. Le creo. Pero algo se olía. Muchos años en la carretera... El madridismo está en una situación límite. Le queda agarrarse a la fe alimentada por una historia ejemplarizante, con un estilo basado en el honor y el orgullo cuidados durante 102 años de bendita existencia, y pensar que la pesadilla de anoche (que no cura ni 30 aspirinas de la casa Bayer) es una cuestión pasajera, o tirar por la vía racial, acercarse al viaducto en plan Historias del Kronen y amenazar con tirarse al asfalto. Sé que me quedaré solo en esta utópica cruzada, pero insisto en pedirle al club que me deje una hora encerrado con los chicos en una sala cerrada, sin testigos, porque sé que mirando a los ojos a cada uno de ellos puedo transmitirles que tristemente nadie les ha explicado que cada cataclismo del calibre de este deprimente 15-S provoca miles de lágrimas junto a la almohada, crisis familiares, ataques de ansiedad y corazones rotos. A mis queridos galácticos nadie les ha contado la Biblia de los sentimientos. Nadie les dice lo que sufren los madridistas en los pueblos de España cuando ocurre lo que ocurre. Y, aunque me aniquilen a balazos (verbales), estoy dispuesto a dejarme la existencia y mi aliento treintañero en el empeño porque el Madrid no se merece esto...
Oficial y Caballero. Lo acontecido en la Germania es como la escena cumbre de Oficial y Caballero, cuando Richard Gere se pega, a puño abierto y sin guantes, en el hangar con el sargento negro. Le revienta sus partes, pero el sacrificio merecía la pena... Disciplina terapéuticae.
Camacho es blanco, pero intenta desde hace semanas asumir ese papel. Me consta que no ha dado este paso en su carrera por dinero. No lo necesita. Ingenuo él, creía que llegaba a su Madrid de siempre, donde los códigos impuestos por Don Santiago (Bernabéu forever) eran sinónimo de mandamientos de obligado cumplimiento. Sí, ya sé que el naufragio de Leverkusen tiene en su entrenador a uno de sus máximos responsables (el míster, que los tiene bien puestos, lo reconoció sin esperar críticas ventajistas), pero en el día del Juicio Final los galácticos bajarán a la Tierra y asumirán sus pecados. Hasta Zidane y Ronaldo optaron tras ser cambiados por ver el final del partido en el autobús. Es como si se quema tu casa y prefieres acompañar a los bomberos desde la calle aunque en la vivienda sigan algunos de los tuyos. Mal camino, amigos.
Samba, Galaxia y Novena.Hasta la megafonía del BayArena tuvo un poder premonitorio en sus apuestas musicales durante el partido del caos. Empezó con el Brasil, la, la, la; Brasil, Brasil, en el descanso siguió con la sintonía de La Guerra de las Galaxias (admirado Beckham, ¿me puedes explicar a qué jugabas en el gol de França?) y finalizó el chorreo humillante con la música de la Novena Sinfonía de Beethoven tras el 3-0 de Berbatov. Encima, con recochineo y Zizou a lo Pirri en Atenas 71. ¿Míster, por qué no sacaste a Owen, quitaste a un desfigurado Raúl y nos dejamos de milongas? Lo de Solari y Celades era una rabieta innecesaria. Cuando tu hijo te la juega no le castigues con tres semanas de ayuno porque se morirá de hambre. Palo... y zanahoria.
Jorge, the best.Como me dijo ayer un veterano ilustre antes del desastre cuando el grifo de la manutención se corta se acaba la fiesta. De locos. Sólo mi impagable Valdano habría sabido explicar este Waterloo. Sin tu verbo, Jorge, no somos nada...