Malas noticias, señores. Ningún equipo es sagrado. Todos son objetivo de crítica, porque son instituciones creadas por humanos y, por lo tanto, con cosas criticables. Quien crea que puede tildar a una institución "sagrada" y merecedora de respeto en todo momento es que ha perdido la chaveta, en serio. O no se entera de cómo funciona el mundo real.
Firmado, un estudiante de Sociología.