Lo que tiene Cristiano es que es un tío que por su forma de jugar, tiende a moverse entre polos opuestos: la espectacularidad más absoluta, como en el golazo por la escuadra de ayer y las cagadas importantes, como el 2-0 que falla contra el Barça por buscar el chute en vez del pase franco. Sus tiros lejanos son cojonudos, pero son siempre apuestas muy arriesgadas, cuando salen bien, nos quedamos flipando, pero cuando salen mal, que por huevos va a ser la mayoría de las veces, son balones perdidos tontamente cuando seguramente había mejores opciones. Por eso al final es un tío que siempre va a estar expuesto a un vaivén de opinión, unas veces amados y otras odiado, porque ciertos aspectos de su juego, por mucho que sea un auténtico maestro ejecutándolos, siempre tienen una gran dependencia del factor suerte y cuando salen bien, es dios, pero cuando salen mal es satanás.
Dicho esto, a mi me encantaría ver a un tío con ese disparo en el Barcelona, si bien pediría un uso más medido de este recurso. Y desde luego que ha mejorado mucho la solidaridad, comparado con hace unos años. Realmente es un jugadorazo.