Yo creo que antes coleccionar juegos tenía cierto encanto. Incluían su manual de instrucciones, mucho de ellos con ilustraciones o arte conceptual del juego que encantaba simplemente ojearlos. Además de folletos publicitarios, hojas con encuestas o suscripciones, las clásicas tarjetas del Club Nintendo que te retrotraen a épocas pasadas...
¿Qué incluyen ahora? El estuche y el juego. En la inmensa mayoría de casos absolutamente nada más. Si bien a las ediciones especiales o de coleccionista puede que esto les afecte bastante menos.
Supongamos que la razón por la que se compran son para mantenerlos físicamente y no se vean afectados por posibles eliminaciones de tiendas online por temas de licencias o porque se pueden revender o porque se pueden prestar. Los que acumulamos un número notable de juegos sabemos el espacio que quitan en casa. En una época como la que nos ha tocado vivir donde las viviendas son cada vez más pequeñas, esto puede ser un problema. Y no solo eso, pocos son los afortunados que pueden establecerse definitivamente en una vivienda "gracias" a la débil estabilidad laboral y a la necesidad de moverse geográficamente. Tener que trasladar toda una colección habitualmente puede ser un engorro bastante grande. ¿Habrá mucha gente que esté dispuesta a obviar estos problemas con la facilidad que presentan las descargas digitales?
Y, por último, hay quien cree que los juegos por ser de tirada corta tendrán una gran demanda en el futuro. Que cualquier cosa que te saque LRG, o SRG, o NISA, aumentarán de precio por el simple hecho de ser limitadas. Y yo creo que no. ¿Cuánto juego de mierda salió en la época de PS2 o Wii, con tiradas que no llegaron posiblemente a las seis cifras y, a día de hoy, a nadie le importa, valga la redundancia, una mierda?