El problema de los Lakers ya lo dijimos algunos en verano.
No puede ser que ganes un anillo y te deshagas de todo el equipo salvo tus dos estrellas, porque como estas no estén bien, te vas al carajo. Y es lo que ha pasado. El año pasado los Lakers ganaron no solo por Lebron y Davis sino porque formaron un bloque sólido con jugadores experimentados y mucho saber hacer en la pista, sobre todo a nivel defensivo. Todo eso sale este verano y en su lugar llegan jugadores que hacen numeritos en liga regular pero que a la hora de la verdad no son sólidos. Los Lakers pasaron de jugadores como Rondo o Green o Bradley, de pocos números y mucho resultado, a jugadores como Drummond o Harrell o Schroder, de muchos números pero cero resultado.
Claro que el factor más grave ha sido la falta de forma de tus dos estrellas. Es obvio que con ellas al 100% te da para salir adelante aunque el equipo en general sea peor que el año anterior. Pero no se puede usar eso como justificación del petardazo que han pegado desde los despachos al gestionar la plantilla. Y la gente no paraba de decir "hay que ver qué diferencia de sensaciones están dando los Lakers cuando hace unos meses eran los mejores". Claro, es que por mucho que sigan Lebron y Davis, NO ES EL MISMO EQUIPO ni parecido. Se han cargado un equipo campeón.
Ahora tendrán que volver a construir alrededor de sus estrellas otro equipo nuevo. A ver si lo hacen mejor que esta temporada porque Lebron ya va para 37 añazos y no se puede permitir ni un año más perdido...