El problema ayer no son los goles, vale que el segundo es con la cabeza con lo que despeja y no con las manos, pero hay que clavarla.
El problema fue que el juego contundente del Elche, no fue tal, fue violento. Entradas agresivas, patadas por detrás, juego duro, empujones, agarrones, y todo consentido por el árbitro. Y luego casualidad o no, en faltitas, tanto Nafti como Rubio, más luego los centrales del Valladolid ya en la primera parte tenían tarjeta. El doble rasero fue patente.
Y desde el minuto 60 que se mete el 3-1 no se juega más. Qué decir de Acciari tirándose, otro quitándose la bota, el portero haciendo el canelo, los recogepelotas, etc. Que sí, que entiendo que hay que perder el tiempo con el resultado a favor, pero la cosa está en que el árbitro no lo debe permitir.
En inglaterra se añaden 10 minutos si hace falta, claro que si en primera ya es un cachondeo, esto ya ni te digo.