Hace unos días decía que el juego no me acababa de convencer. Después de habérmelo pasado en dificultad normal y estar a punto de hacerlo en brutal, tengo que retractarme de algunas cosas que dije:
-El apartado gráfico me parece, más que bueno, excepcional. Los colores elegidos, las increíbles texturas y los efectos de luz y sombra crean una atmófera cojonuda. El humo, el fuego, la lluvia... están magníficamente recreados. Un detalle que me dejó boquiabierto: mutilo con la cuchilla a un infectado cerca de una pared y la mancha de sangre que salpica el muro tiene la forma de la trayectoria que ha seguido el golpe al cortar la extremidad (media luna).
Fijaros en algunos escenarios exteriores donde hace viento y los cables de los postes eléctricos se mueven. Detallazo.
Lástima el movimiento del protagonista, que sigue sin convencerme, sobre todo cuando corre (no es que responda mal a los mandos, pero da la sensación de que tiene poco peso y flota -eso o es que yo soy demasiado exigente con todo-).
-La dificultad. No entiendo por qué el juego no permite seleccionar la dificultad brutal desde el principio. Es el nivel de dificultad adecuado: si tres enemigos te disparan a la vez y no te cubres, muerto; si un zombie te atrapa y te deja tocado y otro te golpea seguidamente, muerto; si un jefe final te ataca, a tomar por culo. Sin ser el colmo de la dificultad, el juego te obliga a andar con cuidado, parapetarte y buscar el mejor ángulo para lanzar el Glaive. También le sacas partido al escudo y al disparo cargado (lanzar la cuchilla con fuego, hielo o electricidad y hacerla estallar). Los combates en este nivel de dificultad sí que son un reto además de entretenidos.
-También es cierto eso que comentaban algunos usuarios de que va de menos a más. Algunas situaciones son impagables: la cuenta atrás en el barco, los combates con los jefes finales y, sobre todo, ver aparecer a los tíos de los escudos o a los robots acorazados de las metralletas mientras una docena de enemigos te disparan desde la distancia y tú estás agachado como una putilla para que no te den (me cago en "to" lo que se menea, te dices, eramos pocos y parió la burra).
-La historia me sigue pareciendo mala. Y para colmo está contada de forma bastante confusa. Es poco estimulante y todo te deja una sensación de "deja vu". Con algunas frases sientes vergüenzara ajena: "Incluso en una inundación las ratas salen a flote", "Nunca digas nunca jamás". Los personajes son planos y tienen menos carisma que uno de esos muñecos que se utilizan para simular accidentes de tráfico. De lo sosos que son y lo malas que son sus interpretaciones hasta los compadeces. En serio, no sientes satisfacción cuando los matas y te vengas de ellos por lo que te han hecho.
En resumen, un juego de notable, de 7 o de 8, según las preferencias de cada uno. No voy a decir eso de que no debe faltar en ninguna colección que se precie, pero desde luego tengo muy claro que no es uno de esos títulos que simplemente hacen bulto en las estanterías.