El juego propone muchas cosas interesantes. El nuevo motor de impactos supone un adelanto, sin duda, y el ritmo pausado junto al juego de físicas hace que el tempo de los partidos sea mucho más cercano al que puede verse en un partido real de lo que era el año pasado. Si juegas entre equipos de nivel similar la experiencia puede ser muy buena y entiendo las reacciones de algunos usuarios como si se les hubiera aparecido la virgen.
PERO
Cógela con Cristiano, corre y chuta. Esa es la táctica que os aconsejo si queréis ganar en el online. Ni cuerpeo, ni posesión, ni contemporizar, ni nada. Cógela con Cristiano, corre y chuta. He jugado ya bastantes partidos online y he ganado y perdido por igual, he competido razonablemente bien e incluso he pasado muy buenos ratos, pero todo eso ha estado sapicado de 0-sietes contra la Juventus con dos hat tricks de Cristiano en el mismo partido. En esos partidos, en los que además he rodeado siempre un 60-65 de posesión por mi tendencia innata a hacer el gilipollas y pretender mover la pelota como si existiese la fatiga, mi peor enemigo he sido yo. He tenido que pelear más con mis propios jugadores, desubicados, lentos, fallones en la recepción, que contra la habilidad del rival, consistente básicamente en trincarla con el pivote (que es un perro de presa robot) y lanzársela al portugués con el triángulo. Esto ha sido así, y como comprenderéis la experiencia ha sido muy mierder, tanto que las pocas ganas adquiridas en el resto de partidos se han ido por el retrete con estos otros.
Además, imagino que la ausencia de filtros por equipos se repetirá el año que viene, con lo que cualquier atisbo de jugar un partido que no sea un Barça-Barça. Barça-Juve, Juve-Juve, Bayern-Bayern, Bayern-United, United-Barça, va a ser pura casualidad producto del romanticismo idiota que nos una a mí con el Mirandés y al pobre diablo que ha decidido escoger el Mallorca. Todo esto en un juego que se llama eFootball y que quiere brillar en los eSports.
El HDR no funciona correctamente, el brillo de los partidos y la iluminación son sencillamente un desastre, con especial mención al Neu Sonne Arena, donde he tenido que aplicarme colirio. Juego en Pro y en una 4K. Sobre esto no comentaré mucho más porque seguro que ya lo habéis visto y además espero que esté solucionado en la versión final de septiembre.
Los menús son tan asquerosos como siempre, ningún cambio ahí, aunque la pantalla de inicio de partido queda bastante bonita, ojalá hubiesen cambiado también la fuente y los paneles de transición. Sigue siendo este apartado una de las cosas más impresentables que he visto en una franquicia supuestamente triple A.
Parece que este año sí va a haber faltas, gracias a ese motor de impactos que comentaba antes (cuando funciona como es debido es una sensación extraordinaria e invita a contemporizar y jugar de un modo más inteligente y menos visceral, lo que hace de los partidos una experiencia religiosa). El problema es que lo de la ley de la ventaja por lo visto llegará como un DLC en diciembre porque yo no la he visto por ninguna parte, más allá de la típica entrada tardía para la que el árbitro suele esperar a sancionar a que acabe la jugada.
Además un par de cosas. El balón debe correr más rápido que los jugadores, Konami. De hecho es uno de los principios básicos del fútbol a la hora de bascular y crear espacios. En este juego estás sujeto a otro principio, y es que cuando Konami pretende simular la diferencia de niveles entre un equipo como la Juve y otro como el Flamengo directamente trampea las reacciones del que juega para hacerlo más vulnerable y por tanto menor. Es frustrante disponer de un sistema de físicas tan guapo y acabar soltando el balón con tu pivote porque un tipo como Aubameyang te la va a levantar sí o sí, sin que ello dependa de las mismas normas que el resto de jugadas. Lo mismo cuando intentas realizar un pase sencillo a campo abierto y llega tu opositor al balón (teniendo que pivotar sobre sí 180º) antes que el receptor, que además se desentiende.
A ver, alabo la intención de Konami, de veras que sí, y sin duda estamos ante un título con unas aspiraciones en lo jugable que EA ni huele. Cualquiera puede ver eso. El problema es que PES me gusta mucho más por lo que quiere ser que por lo que es: un título pequeño, con una falta de dedicación en todo lo que rodea al césped que es increíble en los tiempos que corren. El Fútbol no es sólo un deporte, de hecho no levanta las pasiones que levanta en nuestro país y en otros por ser un deporte. Lo hace porque es un ESPECTÁCULO. Los japoneses deben entender eso para ayer, porque están perdiendo terreno año tras año y lo están haciendo contra una empresa (EA) mucho más preocupada en sacarle el dinero a su base de fans que en mejorar su producto en lo competitivo, lo que lo hace aún más triste. Y lo digo yo, que volveré a comprar el FIFA por no disponer de alternativa real. Y me cabrea.