A Morata se le nota y se le notó cuando España ganó la Euro que no estaba del todo bien. Esa efusividad y lo propenso que era al llanto podía indicar que algo malo le estaba pasando. Es una lástima pero a veces sirve para darnos cuenta de que tener dinero y fama no implica ser feliz. Parece que subir cuatro fotos en una isla paradisiaca es lo más pero la felicidad está en las pequeñas cosas y en lo que a uno le da importancia. Y además parece que le afectaba mucho todo lo que se decía de él en españa. El tema de la salud mental es un caso aparte, no es de extrañar que casi todos los equipos tengan ya psicólogos.