Lo que ya sabíamos, hoy corren un poquito más pero no engañan a nadie, no se ha resuelto nada de nada, le han echado la culpa a la mala suerte y a seguir vagueando.
El planteamiento de Ancelotti me recuerda a las clases de educación física del instituto. Llegaba el profesor, tiraba un balón al suelo y ala, a jugar. Y los que no queráis jugar no me molestéis.