Lo que está claro es que Ferrari, ahora, debería quejarse a Pirelli de la misma forma. Una cosa es que RedBull queme ruedas más rápido que los demás. Otra es que por "cambiar para que les vayan mejor a RedBull", un piloto pinche dos veces y de esa forma a 280 kilometros por hora.
La vida de Massa ha estado en juego 2 veces.