Helker escribió:
Posiblemente ha quedado muy lejos, aquellos maravillosos años en los que jugábamos con nuestros compañeros de primaria, en aquellos días de sol o lluvia en los patios de tierra, canchas, porches o aulas..., posiblemente si ha quedado lejos.
Poco a poco, con los días, meses y años, nos hicimos jovenes en el transcurso del tiempo, de todos aquellos compañeros, surgieron nuestros mejores amigos, los que aún conservábamos a nuestros 16, 17 o 18 años.
Con ellos aprendimos muchas cosas, respetar, reír, jugar, consentir y allí se creo nuestra personalidad, en las calles, en los ámbitos, todo a consecuencia de nuestras aptitudes básicas, formamos nuestras selecciones, orientaciones y vicios. Cosas que en la escuela no nos explicaron, fuimos descubriendo por casualidad que nuestro camino nos brindo a susodicho paso.
Que tontería era ver a una persona, sentada en un banco, un banco cualquier de un parque cercano a nuestro hogar. Sentado, concentrado en una simple bolsa de pipas, abierta posada junto a sus muslos, mientras que una mano llena de pipas y la otra cogiendo una a una, de una manera progresiva y semejante a una sincronización automática e intuitiva.
Desde la distancia era difícil de comprender, pero en la cercanía, esa muy sencillo. La curiosidad pica y hace que pruebes aquello que te tiene en el limbo del paladar y vicio. Después de ver cada santo domingo en el parque en los bares, a gente con pipas, decides cogerlo y probar. Cierto, comes una...las quieres todas, adicción de una manera simple y difícil de expresar, como una simple pipa te pide otra, y otra, y otra...hasta saciar tu sed.
Desgraciadamente, hay puntos negativos en la curiosidad o el monótono ambiente en el que te puedas encontrar. Aquellos días y semanas de tu juventud, en la que, siempre quedas con tus amigos y tus amigos te presentan a otros y se arma allí un grupo de chicos y chicas, que cada fin de semana se ven, para hablar, cotillear, narrar, reir. Hay dos que fuman, después cuatro. El humo recorre por el aire que respiras, se balancea de manera seductora, hasta colarse en tu olfato, el que rechazas, expulsas y recriminas el mal olor. Pero como con las pipas, piensas el porque la gente se engancha a meterse humo....HUMO! en los pulmones, no tiene sentido. No es un buen plato de solomillo o de Magree de Pato francés con su suave Foie deleitándose en tu paladar.
Coges un cigarrillo, te llevas el humo al pulmón y toses, no paras de toser, los demás ríen, saben que es tu primera vez y te pones gallito, pides silencio y vuelves a tragar, esta vez si....Mareo, estas mareado, como el vértigo en tus ojos, como en una nube.
Esto no tiene la misma finalidad que las pipas, aunque como todo aquello que te llama la atención y has seguido con detenimiento, acabas enganchándose a algo, que los que no han vivido, no entienden.
Realmente alguien no entiende ahora, el porque la gente necesita el GTA IV? Si no es así, vuélvete a leer este texto.
Tio me ha encantado el texto, de donde lo has sacadoxD realmente me he identificado con el