El tema de los gráficos es, como todo en esta vida, cuestión de punto de vista. Los GTA en 3D siempre se ha dicho que graficamente son pobres comparados con otros juegos coetáneos (de la misma época). Yo siempre he sido de la opinión contraria, que han sido siempre juegos mucho más avanzados que los de su época en materia gráfica. Es cierto que sus texturas son más pobres, la iluminación peor, la carga poligonal más escasa...pero es que los GTA poseen escenarios ENORMES, no putos pasillos o habitaciones pequeñas. Joder, claro que el Metal Gear o el Gear of Wars, o el Gran Turismo, etc posee unos gráficos más bonitos, mueven un escenario mucho más pequeño, con bastantes menos personajes, trayectorias, etc.. No tienen un mapa tan grande y pueden empelar más recursos en detalles gráficos.
Realmente los GTA siempre han dado un excelente rendimiento entre calidad gráfica, tamaño de escenario, cantidad de objetos móviles, y framerate estable. Más aún si tenemos en cuenta que la base de programación de todos los GTA en 3D, excepto el GTA 4, ha sido la PS2, la consola, de largo, más limitada gráficamente de la pasada generación.
Probablemente ha sido un lastre para el GTA que fuese la PS2 la que mandase, pero aún así, aún a pesar de su aspecto menos brillante que otros juegos, su funcionamiento interno es intachable. ¿Quién no ha disfrutado como un enano en una persecución de locos por las calles de San Fierro, o por las carreteras comarcales de San Andreas?. ¿Alguno ha dejado de disfrutar porque su coche no tenía reflejos en la carrocería?.
Respecto al GTA IV, es cierto que se nota una caída en la calidad de los gráficos, especialmente perceptible en fotografías, más que en vídeos. Yo al menos, prefiero estabilidad en el juego sin ralentizaciones raras, ni desapariciones del escenario (¿alguien ha dicho Saint,s Row?), a que se le puedan contar los pelos de la nariz a cualquier ciudadano de Liberty City (es una exageración).
Y otra cosa sublime de los GTA es su atención a los pequeños detalles (no gráficos), tonterias para muchos, pero que para otros le dan ese toque de personalidad genuína.