Os voy a contar mis experiencias en la ciudad de Los Santos, haciendo un poco de guía turístico, ya que la ciudad es IMPRESIONANTE
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Me despierto con el personaje de Michael, en pleno amanecer, en su mansión de Rockford Hills. Hoy empieza otro nuevo día en Los Santos, la ciudad de las dos caras, ruinosa y glamurosa a partes iguales. Salgo de casa y me voy hasta la terraza que hay en el jardín, al lado de la pista de tenis. Veo como va amaneciendo por la ciudad, con unas increíbles vistas, debido a que el barrio donde esta la mansión es un poco más elevado que la media. Veo los edificios de mi barrio, como siempre, lo primero que me fijo es el edificio de la secta Epsilon, precioso arquitectónicamente. Está muy cerca de casa, y desde la terraza se ve perfectamente, aún si dudais de donde se sitúa podéis acceder a la web de Epsilon en el internet del juego, y allí tendreis la dirección. Salgo de casa en mi elegante Obey de cuatro puertas, y voy hasta una de mis calles preferidas, Portola Drive. Me fijo en la abundancia de joyerías, el glamour del ambiente, y, sobretodo, en la majestuosa estatua de un caballo, de color plateado, aún mas bella debido a los reflejos del amanecer. Desde allí bajo hasta Rockford Drive, otra de mis calles preferidas, y muy cercana de mi casa. Me fijo en la preciosa Iglesia blanca, rodeado de hierba bien segada gracias a los jardineros, que se pasan de vez en cuando con su coche cortacésped. Me fijo también en el cartel de Rockford Hills,, imponiendose sobre la hierba, declarando la riqueza del barrio. Además en la calle hay tiendas de ropa de lujo llamativas y grandes, y un poco más adelante, está el centro comercial de Portola Drive, con su tienda Ponsonbys, donde suelo comprar los trajes, no hay mejor tienda de ropa en la ciudad, pero sus precios solo son accesibles para gente de alta riqueza. También en la misma calle, me fijo en las elegantes entradas de metro, acristaladas, combinando prefectamente con los demás edificios. Sigo con mi Obey hasta el imponente centro comercial Rockford Plaza, ocupando varias manzanas enteras, mastodóntico, con el parking más grande de la ciudad, cuándo lo veáis sabreis que es Rockford Plaza y no otra cosa. Sigo conduciendo, observando los detalles de las calles, y parándome ante el precioso hotel Richman, muy bonito y cercano al mar. Ya es mediodía, y pienso que es buena idea darme un baño en la playa, por lo que aparco en El Perro Pier y me voy a la playa. Allí observo las majestuosas olas, `produciendo una peculiar espuma, que invita a bañarse. Después de un relajante baño, me acerco de nuevo al Perro Pier, un impresionante parque de atracciones en un muelle. Primero me monto en la montaña rusa Leviathan, destacando sobretodo sus espirales de infarto con vistas al mar. Después decido relajarme, por lo tanto me monto en la noria, preciosa tanto de día como de noche por sus modernos neones. Desde la cumbre de la noria admiro la playa de Vespucci Beach, y también me fijo en los rascacielos del centro, que estaban bastante lejos, pero aún así, después de la noria, me fuí hasta el centro. De ese barrio me encanta sobretodo una plaza, llena de formas geométricas y coloridas. Ya atardeciendo, vuelvo a casa, y me pongo a ver la tele. Hoy echan fame or shame, un reality show bastante divertido, que se emite en directo desde el Vinewood Bowl, un teatro gigante al aire libre a las afueras de la ciudad, muy cercano al Circuito de Vinewood. Cuando acaba, me doy cuenta que es tarde, y me voy a dormir, pero no sin antes hacer mis inversiones diarias en la página de LCN.
Perdón por el tocho, pero no me podía resistir