Coach: Este entrenador de fútbol juvenil que lleva ese polo tan llamativo con los colores del equipo al que entrena nunca pensó que a sus cuarentaytantos años su sueño de ser un entrenador de futbol americano profesional se vería truncado por una lesión en su rodilla. Nacido en los suburbios de la ciudad de Savannah, su modesto sueldo no le da más opción que vivir en la misma casa que sus padres.
Nick: Este pícaro estafador, experto en los juegos de azar enfundado en un traje de 10.000 dólares es Nick. Originario de algún pueblucho de la zona este de América Central va de un lado para otro sin tener ningún lugar donde caerse muerto y todavía preguntándose qué diablos hace en mitad de toda esta apocalipsis zombi. Su personalidad será la más cínica y ácida de todos los supervivientes y aunque al principio el resto desconfiarán de él por sus dudosos orígenes, poco a poco se irá ganando el respeto de sus compañeros.
Ellis: Este mecánico canijo amante de la diversión, las birras, las mujeres y el ejercicio físico se vio forzado en su juventud a elegir entre sus estudios y su pasión por lo coches. La camiseta que muestra en su espalda dos banderas con cuadros negros y blancos entrecruzados bajo el eslogan “Autoservicio J.B” te dará alguna pista de por qué opción se decantó. El resto de su indumentaria la completan unas botas y un mono de trabajo anudado a su cintura.
Rochelle Aytes: La única superviviente femenina del juego estará encarnada por una norteña de trentaypocos años nacida en Cleveland. Tras especializarse por la Universidad Estatal en comunicaciones audiovisuales, Rochelle ya es toda un figura en el noticiario local de Atlanta. Su lema “Estaré allí donde esté la noticia” la llevará tras el primer brote infeccioso del virus a la ciudad de Savannah desde donde informará como corresponsal del estado de la evacuación. Dura de pelar y tozuda como ella sola, nunca pensó que el trabajo podría llegar a matarla, así que los comentarios que más la oirás decir estarán a medio camino entre el enfado y la indignación.