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Por: Nacho Ortiz
Tras la primera beta que Konami mostró en Leipzig hemos tenido acceso a la versión final de PES 6 para 360 y lo cierto es que ha conseguido borrar de un plumazo todos los recelos que experimentamos a finales de agosto en los primeros partidos.
El debut de Pro Evolution Soccer en la nueva generación se produjo en la Games Convention de Leipzip. Fue el as que Konami guardó en la manga con respecto al E3 -y el nuevo trailer de MGS4 mostrando los mechas como deferencia de Kojima con Europa- aunque las primeras impresiones no eran todo lo positivas que se esperaban. Con dicha beta en la redacción y tal y como apuntó en su momento Juan Porteiro, parecía percibirse que nos encontrábamos ante un port directo de la versión PS2 sin apenas particularidades y añadidos.
Lo cierto es que acabamos decepcionados por el nivel de PES 6 en la nueva generación en virtud a lo mostrado en esa beta, pero desde hace unos días debemos ser justos y actualizar los cambios y mejoras que hemos podido ver implementados en su versión final, mostrada en la final europea de la PES Liga en Dublín. Comentábamos la situación con un representante de Konami Europa y no podía más que aceptar la parte de culpa de la compañía en este punto y prometer que en años posteriores no se harán públicas betas con un nivel tan bajo como la mostrada en Leipzig.
Y es que la versión 360 de PES 6 merece que se destaquen sus virtudes con respecto a su homónimo para PS2; independientemente de la mayor resolución, mayor cantidad de animaciones que desembocan en un movimiento más fluido y detallado, unos estadios retratados al más mínimo detalle y que han elevado el mucho el nivel anterior -además ahora se cuenta con varias licencias oficiales de los coliseos europeos más emblemáticos: Santiago Bernabeu, San Siro, el Olímpico de Roma o Riazor- y lo que más ha mejorado respecto a la beta: de unas gradas raquíticas y pobladas por un público inmóvil que permanecía en una inexplicable posición de brazos abiertos se ha pasado a transmitir todo lo contrario; un gran número de modelados 3D diferentes poblan los asientos, con diferentes acciones, posturas, pefil y hasta pancartas. Sin duda una atmósfera que hace que se respire fútbol.
El césped, el elemento más llamativo de la primera beta, sigue manteniendo todo su esplendor, más aún incluso, ya que hemos podido ver nuevos y diferentes cortes y condiciones de la hierba, algunas incluyendo calvas en zonas castigadas, o charcos con la lluvia. Todo ello contribuye a darle un merecido toque fotorrealista.
A pesar de hacer justicia con todo aquello que ha salido ganando también tenemos que decir que hay cosas que no han mejorado en estas últimas semanas y que deben mejorarse necesariamente el próximo año. Las ropas de los jugadores y sus cabellos necesitan sentirse en movimiento, no como algo estático que no se altera, y las animaciones faciales, quitados los primeros planos antes del saque inicial que están a un nivel aceptable, no dan la talla, especialmente en las celebraciones al marcar, con auténticos disparates en la recreación de los futbolistas.
Algunas otras curiosidades que hemos apreciado en nuestro contacto con esta versión final es la aparición única de Adriano en los menús del juego, sin Cesc Fábregas -algo que desconocemos si se acabará modificando- y el interfaz más limpio del que hace gala la versión para 360, aunque mantiene el plantemiento tradicional y el mismo tipo de letra incombustible que Konami debería pensar ya en jubilar. También pudimos apreciar la secuencia de introducción, que consiste en una exhibición de fútbol freestyle urbano a cargo de un conocido deportista inglés. Es innegable lo actual y de tendencia que está este estilo en la actualidad, pero en nuestra opinión, una introducción así de individualista y carente del sentido de equipo o nacionalidad que rodea a sus competiciones, no casa con Pro Evolution.
Otro detalle, comparando ambas versiones, es la diferencia de un mismo criterio para establecer el once ideal entre la opción autoshort de PS2 y 360. Esta permite a la CPU calcular cuales son los mejores jugadores disponibles en todo el plantel de futbolistas y confeccionar un once ideal de acuerdo a la táctica desplegada por el jugador. Mientras en PS2 la máquina se inclinaba por un centro del campo para Brasil compuesto por Emerson, Juninho Pernambucano, Ronaldinho y Kaká, en 360 Juninho era desplazado por Gilberto Silva y Ronaldinho catapultado a la punta en detrimento de Adriano, quien cedía su puesto en el once a Robinho.
Hablando de las plantillas, estas están totalmente actualizadas en esta versión: Diarra, Reyes, Emerson o Van Nistelrooy aparecen puntualmente en el Real Madrid, Joaquín en el Valencia, Gudjohnsen, Thuram y Zambrotta en el Barecelona o Costinha, Agüero y Maniche en el Atlético de Madrid, donde por cierto, todavía aparece Kezman, ya traspasado. Las equipaciones también son las vigentes, aunque hemos echado de menos algún esponsor, como por ejemplo, Unicef en la camiseta del Barcelona.
El control en 360 se mantiene igual que el de PS2 aunque tuvimos que pagar el precio de estar habituados al DualShock; resulta incómodo inicialmente y no precisamente por sus malas características si no por el simple hecho de no jugar tradicionalmente con el controlador de 360. Esto es algo que aquellos que estén acostumbrados a jugar con PES 5 en la nueva máquina de Microsoft sufrirán menos y que acaba superándose, no sin una fase de choque inicial.
Por lo que hemos visto estos últimos días PES 6 tendrá un digno debut en 360, aunque nos dé varias de cal y varias de arena y tenga que apuntarse varios elementos a mejorar en su segunda incursión en la nueva generación, que parece que será en el segundo cuatrimestre del 2007, en Japón y como Winning Eleven 11.
Por: Nacho Ortiz