1) Si ya lo tienes en la 360, en PS3 no te lo compres.
2) Tienes más moral que el Alcoyano por querer jugar más fases de ese juego.
Vampire Rain fue, ya el año pasado, uno de los peores videojuegos de todo el catálogo de Xbox 360. Desarrollado por los irregulares Artoon, el título pretendía ser una mezcla entre espionaje y vampirismo, y sólo conseguía ser un fenomenal remedio para el insomnio por su escaso ritmo y su insufrible desarrollo.
No contentos con castigar a los usuarios de la consola de Microsoft, los chicos de AQ Interactive, sus distribuidores, han decidido que puestos a sufrir lo mejor es que lo hagamos todos por igual, y se han decidido a continuar la saga también en PlayStation 3. La nueva versión de Vampire Rain es un juego de terror, y no sólo porque pertenezca al género del horror, sino porque es literalmente pavoroso.
Mantengamos las Distancias…
En Altered Species seremos John Lloyd, un miembro de un equipo de élite que tiene como tarea acabar con los Nightwalkers. ¿Qué o quién son estos personajes? Una suerte de vampiros que campan a sus anchas en las noches de las ciudades norteamericanas, y que son responsables de innumerables desapariciones en los últimos años.
Esta leve introducción puede inducir a equívoco y llevarnos a pensar que quizá este argumento medianamente intrigante pueda empujarnos a progresar en la aventura con interés. Deducción errónea. Ya con las cinemáticas iniciales se nos comenzará a agotar la paciencia, pues en los primeros niveles saltan constantemente, son lentas, mal terminadas y no aportan nada al transcurrir de la aventura.
Los Nightwalkers son los “malos” de Vampire Rain. Son criaturas de la noche que se alimentan de sangre humana y que extienden su mal como una enfermedad. Vampiros, para que nos entendamos…
Por lo demás la jugabilidad es claramente deudora de Splinter Cell, videojuego del que saquea todos sus elementos sin ninguna clase de rubor. El componente acrobático está presente con las clásicas maniobras de saltar por las paredes, descolgarse por tuberías y otras diferentes acciones marca Sam Fisher. Los accesorios y material de espionaje también tienen el aroma de la saga de Ubisoft, con pistolas con silenciador, visión nocturna y “necrovisión”, y una equipación de ropa idéntica a la del heroico espía.
¿Qué separa a Altered Species de cualquier entrega de Splinter Cell? Pues fundamentalmente el hecho de que no hay alternativas a la hora de hacer las cosas. Las opciones que se presentan aquí son hacer las cosas a la manera Vampire Rain o la muerte, no hay más. Esto se debe de forma principal a las escasas alternativas que ofrece el limitado escenario y a la salvaje capacidad para detectarnos que tiene el enemigo.
El camino es lineal y tedioso, y nuestras armas son al principio de cada nivel prácticamente inofensivas para los Nightwalkers. Hay que buscar munición para otras más potentes, que contra todo pronóstico desaparecerán de nuestro inventario al finalizar cada capítulo.
La Necrovisión es uno de los modos de visionado con los que contaremos. Gracias a éste diferenciaremos a Nightwalkers de humanos, pues una baja neutral supone el fin de la partida.
El multijugador es algo mejor que el resto de facetas del título, aunque esto en realidad tampoco supone una gran calidad. El on-line comprende nueve mapas para hasta ocho jugadores en los que nos enfrentaremos con otros usuarios en diferentes y clásicos modos de juego, deathmatch, deathmatch por equipos, captura la bandera, etcétera.
Hincando el Diente
Gráficamente este Vampire Rain es un videojuego impresionante… y es que a estas alturas, en pleno año 2008, es realmente impresionante presentar una aberración visual de la talla de Altered Species.
¿Por dónde empezar? Quizá convendría hacerlo por los escenarios, uno de los aspectos más maltratados del videojuego. El relieve de los edificios –ventanas, puertas, alfeizares- es inexistente, pues todo el detalle de éstos es un mero dibujo bidimensional sobre su superficie. Las calles son involuntariamente deprimentes y apenas cuentan con elementos de mobiliario dando una sensación extremadamente pobre. El diseño de los mapeados es monocorde y apático, y no favorece en absoluto a la jugabilidad… Podríamos llenar párrafos y párrafos sobre los aspectos negativos de los escenarios, pero sería perder el tiempo, y hay otros aspectos todavía por describir.
Gráficamente Vampire Rain es un videojuego de PlayStation 2 metido dentro de un Blu-ray. Hasta los menús e interfaces son espantosos.
Los personajes son el siguiente punto a abordar, y no salen mucho mejor parados. Su carga poligonal se cuenta entre las más bajas que hemos visto en esta generación y la coordinación de sus animaciones es de un patetismo inenarrable. Los problemas de clipping son abrumadores, a menudo hay defectos de popping y el antialiasing brilla por su ausencia… ¿Seguimos?
Una última cosa antes de terminar con el apartado gráfico. El videojuego exhibe un insoportable filtro de grano totalmente desorbitado. No sólo afea el ya de por si estomagante factor gráfico del título, sino que le da al videojuego un aspecto de lanzamiento de PlayStation 2 con la resolución mal escalada.
¡Algo bueno tendrá! Pensará algún bienintencionado lector… Puestos a buscar un lado positivo a este cúmulo de puntos negativos podemos destacar que la tasa de imágenes por segundo es estable. Sin embargo esto también tiene un reverso oscuro, y es que los tiempos de carga son inusualmente largos, incluso a pesar de realizar la instalación obligatoria de cerca de media hora que copia casi 4 gigas a nuestro disco duro. ¿A qué está dedicado este torrente de datos? Este humilde redactor no tiene ni idea, pero a texturas seguro que no…
El factor sonoro demuestra el mismo grado de dejadez que cualquier otra vertiente de Vampire Rain. Música enervante, efectos de sonido de barraca de feria y doblaje lamentable –por si fuera poco Altered Species llega en inglés, con la única traducción de sus textos-.