Pues en mi opinión personal; Wind Waker no es uno de mis favoritos, pero si que le aprecio una cosa, y es que se trata de un juego que irónicamente tiene los gráficos más alegres y cartoon, pero sin embargo, es uno de los juegos de la saga cuyo trasfondo es más melancólico y con cierta atmósfera de tristeza, en cierto modo.
Empezando por el hecho de saber que el mundo es el mismo Hyrule que una vez recorrimos con Epona y Link en Ocarina of Time, pero esta vez inundado para siempre. Las razas que conocíamos han evolucionado a nuevas formas, ya no existen los zora ni los kokiri, y los goron están casi extintos. El Arbol Deku, ese mismo brote pequeñito que vimos nacer en Ocarina, ahora es un árbol enorme que te habla en hyliano antiguo preguntándote si eres el Héroe del Tiempo, que ha regresado, y que empieza a hablar en hyliano moderno cuando se da cuenta de que no le entiendes, dando lugar a un sentimiento de pena, por saber lo mucho que esperaron al héroe que nunca llegó a aparecer (por haber vuelto a su época de niño).
Sigo con el hecho de que en este juego se ve como a Link del Ocarina le dieron todos sus méritos como Héroe del Tiempo, erigiéndole incluso una gran estatua en el palacio de Hyrule, con ritos iniciativos para los niños que alcanzan su edad en cierta isla, y estando en el recuerdo colectivo de todos durante los años venideros. Todo para luego descubrir en Twilight Princess, que está en la línea temporal en el que Link volvió a ser niño después de matar a Ganon, que este murió con la gran pena de no habérsele reconocido nunca como héroe, ya que en esta línea temporal no tuvo que salvar Hyrule (y Términa no cuenta porque es un mundo paralelo y además el salvó la ciudad asumiendo la identidad de otros mediante las máscaras). Es muy triste saber esto. Y más triste quedarnos con la duda de si realmente llegó a encontrar a Navi o no.
Y termino por su Ganondorf, que para mi es el mejor Ganondorf de toda la saga. La primera vez que vemos que su motivación es egoista y no ejecutada de la mejor manera, pero sin embargo, noble. Ese "el viento...sopla" en su día partió corazones. El Rey de Hyrule también hace un gran papel en este juego, contribuyendo a esa tristeza y melancolía general que envuelve al juego, la sensación del "hogar perdido" y la "nostalgia". El final del juego precisamente nos quiere enseñar que no se debe tener nostalgia de lo perdido, sino continuar hacia delante, hacia el futuro.
Wind Waker tiene sus pesadeces, pero yo le tengo esto muy en cuenta y hace que le tenga un pequeño cariño especial. No es épico, ni oscuro ni realista, pero es una de las entregas más tristes. O al menos, así lo capté yo. Para mi es un golpe de efecto maravilloso.