Como sabéis las últimas semanas he estado revisionando la saga Star Wars por orden cronológico y he ido dejando comentarios breves pero reservándome las críticas más en profundidad para el tocho gordo final en el que se pudiese ver el sentido global. Y aquí está finalmente. Me centraré en los productos live action ya que no soy tan fan como para meterme en las series de animación (de momento).
Respeto que otros piensen distinto y no voy a entrar en la típica bola de discusiones sin salida que genera a veces esta saga entre los distintos perfiles de fans. Esta es simplemente mi opinión y valoración de la saga por episodios tras haber visto todas en varias ocasiones.
Episodio I: La amenaza fantasmaLuces y sombras en una entrega excesivamente vilipendiadaUn gran porcentaje de fans de la trilogía original llevan años atacando todas las películas posteriores de la saga básicamente porque son blockbusters de aventuras con todos los tics que eso conlleva como guiones poco profundos, personajes planos y estereotipados, diálogos infantiles, mucho gusto por compensar con fuegos de artificio lo que le falta al libreto, etc... Y no negaré que sean así. Pero es que, a ver, que la trilogía original ya era exactamente eso. Muchos dicen que Star Wars se ha disneyzado, pero es que Star Wars estaba disneyzado desde 1977. Lo único que ha cambiado es que muchos cuando vieron la trilogía original tenían 13 años, cuando vieron la segunda trilogía tenían 27 y cuando han visto la tercera tenían 37. Esa es la clave de todo este dogma de fe en el que la trilogía original es lo más grande que el ser humano haya creado y lo que ha venido después sean sacrilegios, blasfemias que han destrozado su santísima trinidad.
Yo no soy de esos, pese a pertenecer a la generación que, por edad, vio cada trilogía cuando todavía no existía la siguiente. Además, durante tantos años he hecho varios revisionados y sigo pensando que no hay una diferencia tan grande entre el techo alto de la saga y el suelo bajo de esta. Y en este caso nos ocupa la que sería el inicio de toda esta vorágine de Star Wars post-trilogía original. El origen de lo que para muchos es el gran destrozo y que para mi es simplemente una entrega más. Dividiría La amenaza fantasma en tres partes bien diferenciadas; la presentación de trama y personajes que dura los primeros 30 minutos, toda la parte central de Tatooine que dura 45 minutos y la parte final de Naboo que dura casi 1 hora. De esas tres partes, para mi hay una mediocre, una muy buena y una con largos tramos aburridos.
La presentación para mi es correcta sin más, aunque la penaliza bastante ese personaje insufrible que es Jar Jar Binks. En Star Wars siempre ha habido y debe haber alivios cómicos, como hay y debe haber en todas las películas de aventuras. Renegar de ello, como querrían muchos que se quieren tomar los blockbusters demasiado en serio, para mi es un gran error. Pero hay alivios cómicos mejores y peores, y Jar Jar es de los peores. Primero porque no hace gracia, segundo porque entorpece todo continuamente de una forma que acaba provocando que le cojas manía. Y luego por sus propias características físicas y léxicas, en mi opinión es un personaje mal diseñado. Y es el responsable de que esa fase de presentación quede algo lastrada.
Llegamos luego al nudo, a donde realmente esta trilogía nos quiere llevar, al origen de Darth Vader en su infancia en Tatooine. Este es el gran valor de esta película y de la trilogía en general. Siempre he dicho que para mi, de las tres trilogías, la que más y mejor tiene que contar por contenido es esta, la trilogía de las precuelas. Mientras que la trilogía original era un argumento de mera aventurilla y la tercera trilogía era eso pero de forma totalmente innecesaria y dejando ver una gran falta de ideas solo para poder explotar económicamente la marca, por contra esta segunda trilogía tiene todo el sentido de que exista ya que viene a desarrollarnos a los personajes como nunca antes habían sido desarrollados.
No existe ni en la primera trilogía ni en la tercera trilogía un desarrollo de personaje ni remotamente cercano al que se hace aquí de Anakin. Y en términos de contexto bélico en lo que es esa historia del universo político de Star Wars, también es la que más nos tiene que contar ya que narra la formación de todo ese conflicto y su desarrollo, mientras que la primera trilogía lo simplifica en un estadio final. Por todo ello esta trilogía es la que más peso argumental tiene de todas las que componen la saga. Luego se le podrán criticar otras cosas, pero para mi ese punto es evidente.
Volviendo a la parte central en Tatooine, para mi es de los segmentos que más me gustan de esta trilogía y podría decir que incluso de la saga en general. Y contiene además algunas escenas memorables como la carrera de vainas, todo un homenaje a la celebérrima escena de la carrera de cuádrigas de Ben-Hur. Además, en esta parte más sosegada es donde podemos disfrutar más de la presencia del Qui-Gon de Liam Neeson. También ayuda que durante todo este tramo se limite mucho la intervención de Jar Jar. Y, dicho sea de paso, creo que la elección de casting para este Anakin niño fue muy acertada (más que la del Anakin adulto).
Después de eso nos adentramos ya en el último tercio del film, que para mi es donde reside el mayor problema de esta película. Tiene momentos que me gustan, como al inicio el consejo jedi o al final el duelo a tres contra Darth Maul, aunque hay que señalar que este personaje que podría haber molado mucho al final acaba siendo un bluf muy decepcionante ya que se le saca poquísimo partido. Pero la gran traba es que el grueso de este último tercio es un larguísimo segmento de batalla que a mi se me hace pesado, donde no solo vuelven los gungan con Jar Jar a la cabeza sino que encima se le ve el cartón digital. Algún día habría que hablar del pésimo proceso de postproducción de este film que hizo que incluso en 2020 sea imposible remasterizarla debidamente, de manera que si te la pones en 4K se ve peor que películas de hace 70 años por su alarmante falta de detalle en texturas, contornos mal integrados, pérdida del grano, etc... Resumiendo; la última hora me pega un bajón grande para acabar el visionado con un sabor agridulce.
Ante la imposibilidad de saber si quedarme más con sus partes buenas o con sus partes malas, me decanto por hacer una media de los tres segmentos. A la presentación le doy un 5 apurado, a Tatooine le doy un 8 y a Naboo le doy un 3 (por las dos escenas antes comentadas, si no le daría un 1). Media de poco más del aprobado para una película con grandes defectos pero que tiene razones de sobra para no ser tan mal calificada como muchos vienen haciéndolo desde su estreno.
Nota: 5,5Episodio II: El ataque de los clonesEmpieza y acaba genial, pero le pesa la fallida trama amorosaEsta ha sido la mayor sorpresa de mi enésimo revisionado de la saga (algo que hago cada 5-6 años aprox). La había visto ya varias veces y siempre me había resultado un peñazo insoportable. La he tenido catalogada siempre como el peor episodio con diferencia. Y esta vez, no se si es que se han alineado los planetas, pero no solo le doy el aprobado que jamás le había dado sino que, de hecho, me ha parecido incluso una entrega bastante aceptable y puede que la más compensada de la trilogía de precuelas.
Quizá nunca la había mirado bien por el hecho de que puede ser la entrega que menos momentos míticos de la saga contiene. En ese aspecto es una película que para el espectador puede quedar un poco huérfana de postales icónicas de esas que se graban en la retina del fan de culto. Probablemente si le preguntas a un fan que te diga alguna escena memorable de El ataque de los clones con respecto a la saga Star Wars, como no la haya visto recientemente es posible que no sea capaz de recordar ninguno. Pero me he dado cuenta de que he, o hemos, pasado por esta película con cierto desdén que nos ha impedido ver que, si te fijas, sí que tiene buenos ingredientes.
Otra cosa que condenó un poco la película en su momento fue el ser la entrega dedicada a sembrar la historia de amor entre Anakin y Padme, algo que a la mayoría de espectadores potenciales de un scifi de aventuras pues no es precisamente lo que más les puede apetecer. Y en eso yo me incluyo y comparto que esos momentos telenovelescos cargantes son lo peor y más aburrido de la película. La gente ya venía un poco mosca de La amenaza fantasma porque "les habían robado la magia" (algo que ni entiendo ni comparto) y se encontraron con una peli sobre amores adolescentes.
Pero si le damos otra oportunidad (en mi caso 3 o 4 oportunidades) y somos capaces de ver más allá de eso, podemos ver que en esas más de dos horas de metraje hay también una película de aventuras muy bien compensada. Para empezar, me encanta ese primer tercio en Coruscant con un toque de cine negro detectivesco donde Obi Wan y Anakin deben investigar quien está tratando de eliminar a la princesa. En el tercio central, esa trama se bifurca; Obi Wan es quien sigue el curso de la investigación, mientras Anakin se adentra en la trama romántica con Padme. La segunda bifurcación hace que todo ese nudo central resulte algo tedioso cada vez que estos dos están en pantalla, pero el primer hilo narrativo con Obi Wan haciendo de detective mantiene el interés.
En el último tercio se remonta el vuelo con dos escenas de acción totalmente distintas que para mi son top de la saga; primero la secuencia en esa especie de arena romana de monstruos en Geonosis que desemboca en la primera batalla que inaugura la guerra por el poder de la galaxia (como dice Yoda: "la guerra clon empezado ha") y luego ese duelo a sables y fuerza entre Anakin, Obi Wan, Dooku y Yoda, ahí es nada, 4 de los jedi más poderosos de la saga. Pienso que muy poco valorada está esa escena en el top de momentos de lucha de Star Wars. Para mi es creme de la creme. Todo eso junto hace que esta película tenga uno de los mejores tercios finales de toda la saga.
Aparte de eso me gustaría destacar la banda sonora de John Williams que creó temas maravilloso exclusivos para esta película. Visualmente también creo que es una de las películas donde hay mejor tratamiento fotográfico, de composición de colores, pese a que se note el exceso de digitalización. Sobre las interpretaciones, Star Wars nunca ha sido un lugar donde encontrar grandes performances y aquí se criticó mucho la elección de Hayden Christensen, aunque a mi nunca me pareció tan grave. Prefiero quedarme con que Ewan McGregor hace un Obi Wan mucho más sólido que el que hizo en La amenaza fantasma.
En definitiva, una película que tiene uno de los mejores arranques y también uno de los mejores finales de la saga, que le penaliza que en medio haya más de una hora donde gran parte se dedica al romanceo pasteloso, pero que en global queda compensada y ofrece alicientes de valor para el fan que este dispuesto a pasar por alto ciertos detalles. De hecho, si ese tercio central estuviese mejor, estaríamos hablando de una gran película scifi de aventuras.
Nota: 6,5Episodio III: La venganza de los sithDa lo que uno espera que de, ni más ni menosPara mi, y para la mayoría, esta había sido siempre la mejor entrega con diferencia de la trilogía de precuelas. En mi último revisionado esa percepción me ha cambiado un poquito. Puede que siga siendo la mejor porque es la que tiene los mejores y más míticos momentos de esa trilogía, pero empiezo a verle las costuras en bastantes ocasiones.
Está claro que a todos nos nubló el anhelo de llegar a este punto de las precuelas donde por fin veíamos a Anakin convertirse en Darth Vader. Pero cuando le das un par de vueltas te das cuenta de que, aunque el fondo esté perfectamente construido (algo que no es mérito exclusivo de esta entrega sino de toda la trilogía), la forma deja un poco que desear.
Mi principal problema con esta película ahora que la veo por ¿cuarta? vez es que el guiso que se venía cocinando a fuego lento durante dos películas y media, de repente se emplata apresuradamente a la mitad de esta película. Y eso que se toman casi una hora previa de arranque para marear la perdiz. Queda demasiado forzado y hasta ridículo el cambio tan exagerado, del blanco al negro, que pega Anakin en determinado momento. Que las decisiones se comprenden, pero que bien podría haberlo hecho sin esa verbalización tan servil con la que pasa, en cuestión de minutos, de hablarle con valentía a Darth Sidious a decirle "Oh, mi amo, soy tu esclavo, haré todo lo que pidas...". Una cosa es doblegarse al lado oscuro y otra convertirse en el patético bufón del emperador. No va en el carácter impetuoso del Anakin que nos han venido cocinando.
Otro ejemplo es cuando empieza a enfrentarse a todos ya sin ningún tipo de razón detrás. Vemos a un Anakin que no es malo porque la situación le lleva a serlo sino que es malo por ser malo, no es un tipo forzado a hacer maldades por un objetivo mayor. Todo el camino que debía sostener esos actos se pierde y solo queda un malo esquizofrénico caricaturesco que me cuesta mucho creerme porque no es coherente con su arco de personaje. Ha llegado hasta ahí por un motivo y al final todo eso se tira a la basura sin sentido, o con el único sentido de poder mostrarnos a un malo maloso de guiñol.
No soy de los que bajan nota a una película porque tenga detalles poco creíbles como que el héroe consiga cargarse a los malos estando en inferioridad, porque no veo aventuras de ciencia ficción para fijarme en eso sino para emocionarme y divertirme. Y esos detalles no impiden ni la emoción ni la diversión. Pero es distinto cuando las incoherencias son a nivel dramático, cuando un personaje se ve fuera de la coherencia individual que se le ha marcado a lo largo de su desarrollo. Eso sí me puede sacar de una película porque dificulta sentir lo mismo por un personaje que con eso ya no está siendo el mismo. Y más cuando ese viraje es a peor, porque si es para mejorarlo, para darle una nueva dimensión a un personaje que era plano, pues mira... Pero si es para limitarlo... También influye mucho el tono de la historia, ya que no me molesta en el mismo grado ese tipo de incoherencias cuando estamos ante una historia de tono divertido con intenciones superficiales que ante una de tono sobrio que pretende tomarse más en serio. De ahí que le deje pasar más esas cosas a una entrega del primer tipo (El retorno del jedi, El despertar de la fuerza...) que a una del segundo tipo (La venganza de los sith, Los últimos jedi...).
Pero si omitimos esos tropezones, hay que reconocer que Lucas nos ofrece su plato de espíritu más gourmet desde El imperio contraataca. Se esfuerza por mantener un pulso comedido que no se le vaya de las manos ni hacia el culebrón ni hacia el blockbuster de acción. Se reserva para esta última entrega algunas de las escenas que mejor imagen dan de él como director y como guionista, desde el momento del "Así muere la libertad, con un estruendoso aplauso" hasta el duelo entre maestro y padawan, entre jedi y sith. Pero, de todas ellas, sin duda para mi, la mejor es la escena del palco en la ópera donde Palpatine comienza a envenenar la mente de Anakin con argumentos sibilinos (y es que para mi la verdadera estrella de esta entrega es Ian McDiarmid como villano en la sombra, es su personaje el que realmente engrandece esta película). Ahí estamos ante uno de los momentos con mejor regusto cinéfilo de la saga y recordamos que hubo un tiempo en que Lucas fue un talentoso cineasta y no solo un tipo con gran ojo para la mercadotecnia.
Y eso permite cerrar con solvencia este pack de precuelas que fueron excesiva e irracionalmente despreciadas pese a ser, en mi opinión, una trilogía digna y necesaria. Aprovecho también para hacer una reflexión sobre la situación y contexto de esta trilogía en la saga. La valoro mucho por ser la que yo considero que tiene más y mejor desarrollo tanto de personajes como de tramas (la original es más simple en esos aspectos y la tercera trilogía ya ni te cuento). Pero no le puedo dar más nota a ninguna película de esta trilogía porque le falta algo que sí tienen las otras dos; y es que con ninguna de estas tres me lo paso pipa, cosa que sí me ocurre con un par de las originales, un par de la última trilogía e incluso con algunos spinoffs. Y eso que, bajo la lupa, varias podrían parecerme peores películas. Con estas me lo paso bien, pero moderadamente. La diferencia es nimia, pero lo justo para dar un puntito más o menos. Es el handicap de un blockbuster tomándose demasiado en serio a sí mismo. Aquí se ofrece mucho más poso que en cualquiera de las otras pero tampoco es que sea una obra destacable en ello si la sacamos del ecosistema Star Wars. Se queda en ese medio camino de "ni me llegas a ofrecer un fondo muy profundo e interesante ni tampoco me estás aportando un entretenimiento que me haga pasarlo teta". Aprueba en los dos, pero no sobresale en ninguno. Así que yo abogo por darle a esta trilogía mucho más merito y valor del que le han dado tradicionalmente, bastante más. Pero tampoco voy a negar que me lo paso un pelín mejor con otras.
Nota: 6,5Han Solo: Una historia de Star WarsUn divertidísimo western de piratas espaciales injustamente tratadoModifico mi primera crítica de esta película, que realicé tras verla en el cine. Ahora, en un segundo visionado en Disney+ se solventa el principal problema que me impidió disfrutar en condiciones de ella en el cine. Ya comenté en su día que me resultaba difícil valorarla porque hubo un problema con el calibrado de los proyectores que provocaba que en muchas salas no se viese casi nada el 80% del tiempo por la falta de color y definición, algo de lo que incluso se quejó públicamente Bradford Young, el director de fotografía, denunciando que no se estaba exhibiendo la obra tal y como él la había creado. A mi me tocó una de esas salas malas y mi experiencia fue como ver un screener pirata de la más baja calidad y eso te puede destrozar una película.
Ahora que he podido ver la obra en condiciones, la experiencia cambia y mucho. Es cierto que al problema de las salas tampoco ayudó la apagada apuesta fotográfica de Young, basada en tonos mate, huyendo del color y de la luz, con la que sigo sin estar del todo de acuerdo. La veo bien para ciertos momentos, pero no para hacer casi toda la película así. Aunque en una televisión 4K mejora mucho visualmente el tema de la nitidez y el color. Es una película para la que es vital verla en las mejores condiciones visuales.
El otro problema que tenía con esta película era que el primer encuentro con un Han solo que no fuese Harrison Ford chocaba demasiado, al punto de sentir que no estás viendo al verdadero Han Solo. No me pareció que Ehrenreich fuese una buena elección de casting en su momento. Ahora no lo veo tan mal, creo que el chico forja su propio Han Solo, uno distinto al de Ford, pero que no por distinto es peor. De hecho, al revisionar esta película junto con el resto de la saga me he percatado de que, sobre el guion, me parece mejor escrito este Han Solo que el de la trilogía original. Este Han tiene bastante más profundidad y más virtudes. Es que el original era un personaje bastante bobo y limitado. Lo que ocurre es que el carisma de un icono como Harrison Ford no se puede comparar al de Ehrenreich. Pero lo dicho, en un segundo visionado, sabiendo lo que hay, lo ves con mejores ojos.
Y, adentrándonos ya en la historia, nos encontramos ante un scifi de aventuras centrado en el mundo de los mercenarios que en mi opinión tiene todos los ingredientes y en la justa medida para funcionar perfectamente como vehículo de entretenimiento. De hecho, estos días que he estado revisionando las 11 películas de la saga, debo decir que con la que mejor me lo he pasado de todas es con esta. Y eso son palabras mayores. Es que me ofrece todo lo que necesito para pasármelo pipa con una peli de este tipo. Tiene personajes bien diferenciados que hacen buenos tandems con el resto y están interpretados con cierta particularidad (me gusta el mercenario ni bueno ni malo de Woody Harrelson, el Lando presumido y sexualmente indeterminado de Donald Glover, el villano bipolar de Paul Bettany...), tiene diálogos divertidos y mordaces, tiene un ritmo muy constante que equilibra bastante bien los tempos de la acción, el drama y la comedia, tiene guiños al lore que dejan bastante satisfecho a los que van esperando ver el origen de la amistad con Chewbacca, del Halcón Milenario, de la rivalidad con Lando, etc... Todo funciona en este western galáctico con reminiscencias al Star Wars de Lucas, al spaghetti de Leone, a las historias de piratas de Robert Luis Stevenson y que da como resultado una experiencia de blockbuster muy similar a la divertidísima Guardianes de la galaxia (que para mi sigue siendo la peli más disfrutona de Marvel).
Es una pena que ciertos agentes externos (el conflicto de que los fans aceptasen a un Han Solo que no fuese Harrison Ford, el problema de los proyectores, el desgaste de ser la cuarta peli de Star Wars estrenada en poco más de 3 años y viniendo de un amplio descontento de los fans con las anteriores entregas, una mala campaña de marketing influida por una producción caótica que sufrió el despido de sus directores -la empezaron los rebeldes Phil Lord y Chris Miller y la acabó el director de encargo Ron Howard- y creó un halo negativo sobre lo mal que pintaba el proyecto antes de que se estrenase, etc...) convirtiesen en fracaso una película que tiene el aroma de los mejores clásicos de aventuras. Pero ya han quedado atrás todas esas influencias negativas y es el momento de darle una nueva oportunidad a una cinta que lo merece. Y que no se me malinterprete, no quiero poner a Han Solo como el nuevo Indiana Jones, solo trato de reivindicar lo que considero justo y no me parece justo que este film se quede con ese estigma de película fallida. Es obvio que no es un peliculón, al fin y al cabo no deja de ser lo que es; un blockbuster para desconectar, no sería realista pedirle los más altos estándares artísticos. Pero no os propongo más que coger un cubo de palomitas y pasarlo teta con una película que mantiene el tipo de principio a fin sin desfallecer en ningún momento.
Nota: 7,5Rogue One: Una historia de Star WarsFuncional pero sin demasiado encantoEn mi opinión una película algo sobrevalorada por el fandom debido a que salió en un buen momento aprovechando el impulso del comienzo meses antes de la tercera ola de Star Wars con el Episodio VII y también porque jugaba un poco a ofrecer un espectáculo con las esencias de El imperio contraataca; cierto toque de sobriedad y de aventura madura y presencia de muchos guiños a la parte militar del lore. Hay un gran nicho dentro de los fans de Star Wars que lo que más les gusta es eso (no en vano siempre se ha comentado que gran parte del fandom no es fan de la saga sino solamente de El imperio contraataca).
El tema es que yo nunca he pertenecido a ese mayoritario grupo que abandera que El imperio contraataca es lo mejor de la saga con diferencia y para mi hay varias entregas que, con otro estilo, dan un nivel similar. Y tampoco soy de los que disfrutan con la parte bélica de Star Wars, con lo que las películas de la saga que incluyen secuencias larguísimas de batallas, en especial batallas aéreas, se me hacen un poco bola. Y el último tercio de Rogue One, desde la llegada a Scarif, son 40 minutos de eso. Que oye, luego ese final, que debe ser el menos facilón de la saga, tiene su valor, pero una cosa no quita la otra. Eso sí, ya digo que para los amantes de la parte militar del universo Star Wars debe ser una delicia porque Rogue One no deja de ser una reproducción de formatos del cine bélico dividido en dos partes, formación del equipo y misión suicida, como Doce del patíbulo o El desafío de las águilas (salvando las distancias, claro).
En la hora y media anterior a eso, tenemos una entrega más o menos convencional de lo que viene siendo una película de Star Wars (quizá con menos carga cómica, algo que el perfil de fan antes comentado suele valorar bastante porque le gusta tomarse estas cosas más en serio, pero en lo que yo como espectador de películas de aventuras no suelo estar de acuerdo). Tanto trama como personajes ofrecen lo justo para que no se diga que es un film hueco pero tampoco un film con demasiado interés. Ninguno de ellos me resulta especialmente atractivo de igual forma que nada de lo que sucede me importa demasiado, ergo mi emoción y diversión es moderada. Es una película que se deja ver, que en el aspecto funcional es gama media de Star Wars, pero que no me hace vibrar.
Nota: 6Episodio IV: Una nueva esperanzaNo es la mejor película, pero puede ser la más grandeEs complicado hacer una crítica de algo que no es solo una obra sino un fenómeno. Difícil saber qué valorar y hasta donde. Vi esta película por primera vez hace unos 30 años y desde entonces la he revisionado muchas veces. La impresión ha ido cambiando y también la experiencia del visionado. No me considero un fan de Star Wars, aunque veo sus películas con agrado. No admiro sus personajes ni sus historias, pero les tengo cariño. No me enamora ninguna de sus entregas, pero disfruto con la mayoría de ellas.
Lo que más me llama la atención de todo esto es cómo el amigo Lucas consiguió convertir en oro tal mejunje de frikadas. Se crió viendo ciencia ficción de serie B como Flash Gordon, el cine de samuráis de Kurosawa, los westerns de John Ford, las aventuras clásicas de Errol Flynn, películas bélicas de aviación... Cogió todo eso, lo mezclo con algunos libros y comics que había leído (sonoras fueron las quejas de plagio del autor de Dune y del de Valerian), lo pasó por un filtro de reinterpretación (recomiendo ver La fortaleza escondida e ir comprobando cómo todos y cada uno de los elementos han sido trasladados a equivalencias futuristas) y de todo ello sacó el germen del mayor universo expandido que jamás se haya conocido en la ficción. Una película con importantes carencias a nivel cinematográfico pero incontestable como producto comercial.
En todos los aspectos del film (artístico, técnico y narrativo) hay luces y sombras. En la parte artística el trabajo más destacable reside en la icónica partitura de un John Williams que iba a convertirse en el mesías de la música para cine. Sin embargo, las interpretaciones, como será siempre habitual en la saga, van desde lo limitado de Ford o Hamill al piloto automático de sir Alec Guinness. El acierto sería del casting al elegir actores que, por mera presencia, aportaban a sus personajes el aspecto que necesitaban.
En la parte técnica lo mismo, tenemos por un lado una labor en montaje, diseño de producción, sonido y sobre todo efectos visuales que para la época eran muy destacables, mientras que la fotografía de Gilbert Taylor no resulta muy inspirada (no extraña que fuese de los pocos del equipo técnico que no repitió en las siguientes).
Y en el aspecto narrativo, igual, una de cal y otra de arena. Si bien Lucas sabe qué teclas debe tocar para sugestionar al espectador y hacerle vibrar, no es menos cierto que el guion, además de ser poco original, deja a las claras que no hubo demasiada preocupación por dotar de mayor poso ni a la historia ni a sus personajes. A Lucas le interesaba la forma más que el fondo y puso toda su atención en montar un engranaje de ejecución perfecta, pero que estaba hueco por dentro. Un vacío que intentaría llenar en posteriores episodios.
El asunto es que Star Wars no es solo una película, es una cultura. Y si fuese solamente una película, sería una película que cambió el cine y la industria (para bien o para mal). Esta película puede ser la que mas cinéfilos ha creado en más de un siglo de celuloide. Para toda una generación fue el inicio de su amor por el séptimo arte e incluso también por otros medios, como la literatura, en los que buscaban historias parecidas. El valor de eso a nivel histórico es enorme y puede que suficiente como para justificar la etiqueta de obra maestra para una película que, por sus cualidades artísticas, estaría bien sin mas.
Pero yo, sin dejar de tener eso en cuenta (y servirá para que le de un plus en la nota), opto por hacer una valoración más enfocada en las bondades de la película por sí misma, sin el ruido de alrededor, porque quiero que también sirva a los neófitos. Porque hay mucha gente que la ve ahora, por primera vez, sin el cultismo y sin el contexto histórico, y dice "Pues no es para tanto". Y es verdad, no es para tanto.
Y menos hoy en día, ya que el cine blockbuster de aventuras scifi es de los que más ha evolucionado en cuanto a tempo narrativo, montaje, postproduccion, etc... Handicaps que, en un película de ese estilo, hacen que lo que en 1977 era la pera limonera, que hacia salir a la gente del cine flipando y marcando un antes y un después en sus vidas, ahora puede ser una experiencia que se quede bastante lejos de todo aquello.
Lo malo que tiene apostarlo todo a elementos formales es que cuando se te caen los años encima no puedes decir que la película conserva un mensaje reflexivo, que el guion aún es original, inteligente o ingenioso, que los personajes siguen siendo complejos e interesantes... Star Wars no tiene nada de eso, era una película de forma y no de fondo. Y cuando las formas dejan de acompañar se ve mas el cartón al fondo. Supongo que será lo que le pasa a gente como Jon Kortajanera o Cristina Pedroche cuando envejecen.
Pero es justo añadir que cada obra hay que valorarla en su tiempo. Sería absurdo decir que Pelé no es uno de los mejores jugadores de la historia porque no se iría de ningún defensa actual. Aunque es cierto que hay obras por las que parece que pasa el tiempo más que por otras y si una critica va de servir de información para que el potencial espectador se haga una idea, esto es un detalle que hay que comentar.
Y que nadie se asuste, esta película se sigue conservando aceptablemente bien y su visionado sigue siendo perfectamente disfrutable. Aunque me parece lógico que, si el objetivo de la franquicia es crear nuevos fans, hayan querido hacer renovaciones con nuevas trilogías. Proyectos muy despreciados pero que, si dejamos atrás el componente nostálgico, comprobaremos que no están tan lejos de estas originales ya que ni las modernas son malas películas de aventuras especiales ni las antiguas son obras del séptimo arte insuperables, como un análisis deja ver. El conjunto de productos Star Wars publicados hasta la fecha conforma un pack sólido de ópera espacial, unos con un tono y otros con otro, pero siempre dentro de una línea más o menos similar tanto de estilo como de nivel. A partir de ahí, cuestión de gustos.
Nota: 7,5+Episodio V: El imperio contraatacaEn muchos aspectos es la mejor, pero no es con la que más disfrutoLa principal atracción del episodio V y motivo por el que es el favorito de los fans es porque es la entrega con mayor contenido de culto sobre el universo de Star Wars: aparecen por primera vez personajes ya míticos como Yoda, el Emperador, Lando Calrissian o Boba Fett, suceden eventos esenciales para el lore como la revelación del origen de Luke y Vader, se profundiza en las características de la fuerza y de los jedi, se añaden elementos ya célebres como la congelación en carbonita, los tauntaun, el vehículo de combate AT-AT que decora la mayoría de estanterías frikis desde hace 40 años, etc...
El problema es que, pese a que la película está mostrando escenas con detalles míticos continuamente una tras otra durante sus más de dos horas de duración, no se libra de una cierta sensación de narrativa aletargada. Tiene un enfoque muy militar, casi se podría decir que es género bélico en el espacio, aunque no tanto por batallas (ya que solo tiene una al inicio) sino por trama y estrategia. Pero muchos momentos están destinados únicamente a alimentar el lore (no en vano es el episodio que utiliza Lucas para que lo que se inició tres años antes con una peli de aventurillas espaciales se convirtiese en todo un universo extendido que ha dado para multitud de películas, series, comics...), su autor sacrifica diversión en pro de lo enciclopédico y eso obstaculiza un poco el ritmo.
Lo bueno es que va de menos a más. El último tercio no solo es el que contiene los mejores momentos a nivel guión sino también a nivel visual ya que probablemente es el techo de la saga en cuanto a factura técnica, dejándonos ver lo mejor de Lucas, de Kershner y sobre todo del operador de fotografía Peter Suschitzky (que luego sería el fotógrafo habitual de un amante de la elegancia visual como David Cronenberg). El gran trabajo de este y el mastodóntico diseño de producción hacen posible que el aspecto visual de esta entrega sea uno de los grandes valores de la película, dejándonos para la memoria una genial y diversa ambientación desde lo colorido hasta lo tenebroso, desde el sistema helado de Hoth a los bosques de Dagobah pasando por la metrópoli crepuscular de Bespin. Un trabajo laborioso y exquisito.
Merece destacar también los nuevos arreglos de John Williams, lo bien llevado que está el "mal necesario" que era la trama romántica, ofreciendo un ligero y divertido choque entre una mujer con carácter y un sinvergüenza (y haciendo que a su lado palidezca ese pasteleo plomizo que fue la trama romántica de Anakin y Padme en las precuelas), también tenemos a un auténtico Vader temible (el de la primera película del 77 no llegaba a esto), etc...
En resumidas cuentas, una space opera que si la valorasemos por piezas sería posiblemente la mejor pero que en un sentido global tiene algunas limitaciones en el motor que le condicionan el ritmo de carrera lo suficiente como para dejarme una sensación agridulce. La sensación de que tiene muchos momentos y elementos memorables, pero que como película de aventuras espaciales no me funciona tan bien como otras entregas de la saga. Puede que contenga motivos para decirse que es la mejor, pero también tengo motivos para decir que no es con la que más disfruto.
Nota: 7,5Episodio VI: El retorno del jediUn desenlace que sí está a la altura de sus dos antecesorasSi hay algo en lo que la mayoría de la gente está de acuerdo sobre la trilogía original de Star Wars es que El imperio contraataca es la mejor y El retorno del jedi la más floja. Pues bien, aquí uno que nunca ha estado de acuerdo y que tras la enésima revisión de la saga sigo pensando lo mismo pese a ser un cinéfilo bastante abierto a cambiar de parecer en los revisionados.
No entro en cual es mejor o peor (y es que tampoco veo unas grandes diferencias de nivel entre las distintas entregas), pero sí diré que a mi El imperio contraataca es la que más me aburre de las tres y El retorno del jedi la que más disfruto, dentro de que, como digo, todas las entregas me parecen de un nivel similar, punto arriba, punto abajo.
Mi argumento principal para sostener esto se resume en una palabra: emoción. El retorno del jedi es la entrega con más acción, pero no se trata de acción sino de emoción. Puede haber mucha acción y aburrir, al igual que poca acción y emocionar. Aquí hay mucha acción y emoción. En el Episodio V había muchas escenas míticas, pero en general es una película que no me emocionaba. En este Episodio VI se pierde cierta sutileza, tiene un estilo más mundano incluso notándose en lo visual donde se pierde elegancia en pro de los láseres y las explosiones. Pero me emociona no por eso sino porque lo que sucede me hace vibrar más.
No obstante, debo reconocer que para mi El retorno del jedi tiene dos partes muy diferenciadas. El primer tercio con el rescate de Solo y los otros dos tercios de metraje que son ya pura guerra rebelde contra el imperio. El rescate no llega a 40 minutos mientras que luego queda una hora y media más de película que disfruto un pelín menos. Pero es que esos 40 minutos del rescate de Solo son probablemente mi segmento favorito de toda la saga compuesta hasta ahora por 11 películas. Quizá sea la parte de Star Wars que más está grabada en mi memoria cinéfila desde pequeñito; el palacio de Jabba, la banda de Max Rebo, el Rankor, la Leia esclava, el Luke badass, el Han ciego, la barcaza, el Pozo de Carkoon, el Sarlacc, Bobba Fett en acción, etc... Y claro, eso le da mucho valor a esta entrega para mi.
Por contra, nunca he sido fan de las largas escenas de batallas, me aburren, y aquí los dos últimos tercios en Endor son esencialmente batalla, pero está llevada con muy buen ritmo y alternando bastante bien los distintos escenarios y personajes, de modo que no se me hace cuesta arriba. También se le ha criticado mucho a esta película ser facilona e incluso infantil sobre todo utilizando el truco barato de comparar los momentos maduros del Episodio V con el mero hecho de que aquí salgan osos de peluche (ewoks).
Pero a ver, si le quitas los ewoks esta peli no tiene nada de infantil que no tengan cualquiera de las otras entregas (y podría ser peor, ahí están los gungan del Episodio I). Y en cuanto a lo facilón, hay que entender que estamos ante un final de trilogia, final de guerra, final de desarrollo de personajes... No se qué esperan algunos pero es obvio que todo lo que ocurre es lo que tiene que ocurrir, ninguna otra cosa tendría sentido ni funcionaría. Claro, a mi también me gustan otras cosas, pero las busco en otros sitios. Porque esto es un blockbuster, no es un drama de personajes ni un thriller de tramas rebuscadas, esto no es El crepúsculo de los dioses ni Testigo de cargo, esto es Star Wars. Es hora de cerrar, de cantar el closing time, de reunirse para disfrutar el último baile y luego abrazarse y despedirse.
Porque sencillamente cada parte de una historia tiene un cometido y unas características; no es lo mismo una presentación, que un nudo, que un desenlace. Hay gente que prefiere los nudos y por eso les encantan las segundas partes de las trilogías. Yo soy de los que suelen preferir las presentaciones por su frescura y porque me encantan las buenas escenas que nos definen rápidamente qué podemos esperar de un personaje (como en el Episodio IV la de la cantina en la que se nos presenta a Han Solo) y por eso disfruto más que otros las películas de orígenes. Pero dejando aparte de lo que cada uno disfrute más, hay que asumir que esto es un desenlace y, teniendo en cuenta el tipo de producto, es como debe ser.
Despreciar a una película por ello, como se ha hecho durante décadas, me parece tan ridículo como hacerlo porque salen ewoks. Es como ver Jungla de cristal y criticarla porque McClaine se cepilla a un comando de terroristas y encima descalzo; "Es una película de Bruce Willis, ¿qué esperas? Es para desconectar el cerebro y disfrutar". El retorno del jedi es una pieza al mismo nivel que sus dos antecesoras y un desenlace a la altura como lo fue la presentación en Una nueva esperanza y el nudo en El imperio contraataca. Para mi, las tres son igual de buenas, solo que cada una responde a unas necesidades diferentes en la narrativa de la saga y por ello tienen características distintas y a partir de ahí ya es cuestión de gustos y preferencias personales.
Nota: 7,5The MandalorianUna serie de otro tiempoAntes de hablar de un producto de Star Wars conviene definir lo que para cada uno es un producto de Star Wars. Porque se ha convertido casi en una religión y con distintas ramas que discuten entre ellas por sus particulares dogmas de fe a la hora de concederle a un producto Star Wars la etiqueta de aprobación. Para mi, que soy menos ortodoxo y también menos practicante, un buen producto Star Wars es aquel que, renunciando a tomarme en serio ciertos elementos o complejidades de guion en pro del entretenimiento, me ofrece un blockbuster con tono de aventura ligera que combina bien diálogos y gags divertidos con escenas de tensión, así como algún momento emocional, especialmente ligado a guiños al lore (vamos, lo que hoy en día llamamos fan service), envuelto en una grata experiencia audiovisual. No pretendo sacar más de eso de un producto Star Wars y cuando se ha intentado no me ha funcionado porque, al final, un producto Star Wars da para lo que da.
The Mandalorian es exactamente eso. Y por ello me enganchó desde el primer minuto. Para mi el piloto es fácilmente uno de los mejores de la historia de la televisión. Lo tiene todo. Te comienza una historia con mucho potencial de desarrollo a la larga y lo hace presentándote un personaje que, sin necesidad de enseñar el rostro, ya demuestra su carisma, una suerte de mercenario a lo Clint Eastwood en la trilogía del dólar de Sergio Leone, y es que esta serie es básicamente un western espacial (consigue mejorar en este sentido el concepto que intentaron en la peli de Han Solo).
Además, consigue algo que es muy difícil, que es tener un ritmo narrativo alto en el que continuamente están pasando cosas, lo que hace que la serie resulte de lo más entretenido que te puedes echar a la cara en ficción moderna y a la misma vez no renunciar al buen gusto estilístico, a la elegancia a la hora de contar una historia. Es como si la hubiese cocinado un maestro del tempo, sabiendo perfectamente cuando y cada qué tiempo debe introducir cada ingrediente. Y, para tener de crear el producto perfecto para los fans, a todo eso le añadimos que visualmente es una delicia debido al mimo por diseñar un universo y un ecosistema muy similar al de la trilogía original de hace 40 años años, que era mucho más artesanal que las posteriores secuelas y precuelas basadas en una digitalización excesiva y artificiosa. Por ejemplo, Baby Yoda es más veces Animatronic (marioneta electrónica) que CGI, el cual aquí se usa lo justo y necesario.
Y es que otro de los grandes méritos de The Mandalorian tiene que ver con algo que ya es marca de la casa Lucasfilm. En los ámbitos populares se conoce a George Lucas como uno de los grandes hombres de negocio de la industria cinematográfica por la creación de franquicias como Star Wars o Indiana Jones y las posteriores decisiones comerciales que ha ido tomando. Pero por lo que debería recordársele es por haber sido uno de los grandes innovadores tecnológicos del cine moderno. Él creó el estándar de sonido THX, él fundó la ahora reconocidísima Pixar como una división de Lucasfilm para evolucionar el campo de la animación 3D y fue quien desarrolló y estandarizó el uso del CGI (Imagen Generada por Computadora) para dar un salto que normalizó el uso de esta tecnología por encima del hasta entonces habitual Stop Motion (Animación Fotograma a Fotograma). Lucas debería ser el primer sinónimo que nos venga a la cabeza de innovación tecnológica en el cine moderno. Y, siguiendo por esa senda, ahora nos ofrecen el Stagecraft, una tecnología de grabación que minimiza el uso del croma para situar a los personajes en un escenario que, por las razones que sean (climatológicas, diseño de ficción...), no puede darse en la vida real, permitiendo que la sensación para el ojo humano sea mucho más natural (y, por tanto, creíble) que con el croma, debido a las mejoras en iluminación, foco...
Ahora bien, no todo el monte es orégano. He comenzado esta crítica diciendo que un producto Star Wars da para lo que da y eso se evidencia en ciertos aspectos de esta serie que impiden que pueda considerarla una gran obra narrativa que sí permiten ir más allá. Esta serie recupera el estilo de las series de los 80 y 90, episódico y procedimental con un hilo de fondo que viene y va cada ciertos capítulos, un formato de cuando las pretensiones en televisión eran más bajas, antes de que HBO estandarizase el "It's Not TV". The Mandalorian no parece una serie de la era de las plataformas (Disney+, HBO, Netflix) sino una serie que cuadraría muy bien en una parrilla de hace 30-40 años junto con Expediente X o incluso El equipo A o El coche fantástico, obviamente actualizada a los cánones de nuestros días.
Esto no es que sea malo per se, simplemente uno como que le sabe a poco que una superproducción de 2020 se conforme con eso, que hoy por hoy solo abrazan series fast food de la televisión convencional como El Mentalista, series que no están mal, que uno disfruta, pero que a nivel narrativo ofrecen muy poco en comparación con lo que están ofreciendo la mayoría de series los últimos años. Además, se nota en el aspecto visual que hay episodios que los mismos creadores categorizan como "de relleno", se ve la diferencia de inversión entre unos y otros, donde lo dan todo y donde van con el piloto automático. A menudo, The Mandalorian, da la sensación de ser una mera sucesión de postales molonas como las que resumen sus epis en los créditos finales. Pero no es menos cierto que, pese a ello, es probablemente el producto Star Wars más disfrutable desde hace mucho, mucho tiempo...
Nota (provisional tras acabar la 2ª temporada): 7,5Episodio VII: El despertar de la fuerzaInnecesaria, pero también muy disfrutableCreo que El despertar de la fuerza es la entrega de la última trilogía que más pone de acuerdo a los fans. Nadie la ama pero tampoco nadie la odia y, en general, a todos les resulta una película disfrutable. Aseveraciones que no se pueden aplicar a las dos siguientes entregas, mucho más polémicas y con división de opiniones.
Y es que creo que es una de esas películas con las que es fácil ponerse de acuerdo porque están muy claras sus virtudes y sus defectos. La película sufre de lo mismo que toda la última trilogía, de no tener nada nuevo que contar al ser su único motivo de existencia el de amortizar Disney los miles de millones que pagó por adquirir los derechos de explotación franquicia.
Esto es lo que realmente diferencia esta trilogía de la de las precuelas, que también fue muy criticada en su momento. Las precuelas sí eran episodios necesarios de contar, había mucho argumento y mucha planificación narrativa detrás de ellos. Aquí no es solo que se saquen de la manga unos episodios extra innecesarios sino que encima lo hicieron sin planificar de antemano qué iban a contar, aunque esto donde realmente se nota para mal es en las dos siguientes entregas, cuando cada director que llega rompe con el anterior para contar lo que le apetece evidenciándole al espectador que esta historia se va improvisando sobre la marcha. Y ese espíritu anárquico también influye en la falta de disciplina de la coherencia narrativa ya que muchas escenas en esta nueva trilogía dan sensación de que los autores decían "total, qué más da" (en las siguientes entregas directamente llueven los agujeros de guión).
Otro de los puntos flacos de la película es que demuestra una grave falta de ideas. Todo suena a reutilizado de otras entregas anteriores, desde los personajes que son versiones de otros a la enésima Estrella de la Muerte. Al final, da la sensación de que todo está hilvanado con el mínimo esfuerzo, que las cosas suceden por que sí o porque así conviene, pero que no se ha puesto el menor interés en desarrollar una trama.
¿Y, entonces, porque le doy buena nota? Pues la explicación es sencilla; porque, pese a todo eso, me lo pasó muy bien con esta película, mejor que con otras muchas entregas. Ya cuando la vi en el cine fue un reencuentro muy gratificante con la saga. Y luego la he vuelto a ver un par de veces y ambas la he disfrutado igual o más. A mi eso me deja claro que esta es una película muy recomendable para pasar un rato emocionante. Y, al final, eso es lo que yo le pido a una película de Star Wars.
Lo he dicho muchas veces cuando me dicen que penalizo más a unos blockbusters que a otros por ciertos fallos y casi siempre es por lo mismo. Cuando el blockbuster se quiere tomar en serio a sí mismo suelen pecar de quedarse en un medio camino que no me suele convencer porque nunca llegan a aportar nada interesante a un nivel profundo y encima, por intentarlo, muchas veces acaban aburriendo. Hay contadas excepciones y cuando sale bien obtenemos una gran película que aúna ambas cosas. Pero no es lo habitual.
Así que mi postura es que dejes que tu película sea lo que es y trates de que sea la mejor en ese término. Si sabes que lo que tienes entre manos no da para otra cosa, no pierdas el tiempo intentando darle gravedad o solemnidad a algo que no la tiene. Spielberg entendía muy bien esto, él sabía en qué películas le merecía la pena meterse en esos berenjenales y en cuales no. Sabía cuando tenía un tema o unos personajes con sentido para aplicar un tratamiento más denso y cuando no. Star Wars es una saga que nunca va a ofrecerte nada que no sea una mera excusa para el camino de la aventura. Y por eso yo lo que le pido es que me divierta. Y esta película para mi es un Top 3 de la saga en cuanto a divertimento.
Presenta bien a los personajes, incluido a un Poe Dameron que desafortunadamente luego parece que lo hayan eliminado del resto de la cinta. A la postre el sacrificado será Finn, que pasa de ser aquí casi el actor principal a ser basurilla en siguientes entregas. Quizá deberían haber fusionado ambos personajes en uno solo (yo me habría quedado con Finn porque me parece que da más juego y está menos explorado en la saga un miembro de la resistencia con pasado de soldado imperial y la posibilidad de hacerlo más matizado, más entre el bien y el mal). Rei es la versión femenina de un nuevo Luke Skywalker pre-entrenamiento jedi y por eso es quizá el personaje que menos me atrae. Algo parecido le ocurre a un Kylo Ren al que le cuesta estar a la altura de su versión original, Darth Vader. Aparte del cuarteto de nuevos personajes también se incluye a un gran Han Solo que para mi es quizá su mejor versión; más inteligente, más crepuscular, con más poso interior...
La película tiene un tono cómico muy agradable durante sus dos primeros tercios, diálogos y gags visuales que te mantienen con una sonrisa, salpicados por continuas escenas de acción (y es que el ritmo de la cinta es trepidante). En el último tercio se despega de esa comicidad para adentrarse en el terreno emocional al mismo tiempo que el personaje de Kylo Ren completa su transmutación mientras asistimos al momento más desgarrador de la saga no solo por lo que ocurre sino por cómo ocurre. Para mi es quizá la escena más potente de todo Star Wars incluso por encima del "Soy tu padre". Todo lo que se implica en esta escena, a nivel de desarrollo de personaje, de drama paternofilial, de efectos sobre la propia historia... Para mi supera al de El imperio contraataca. No encuentro momento más maduro a nivel narrativo en toda la saga que ese, lo que resulta irónico siendo esta una entrega algo hueca y facilona.
Resumiendo; El despertar de la fuerza me parece una película bastante divertida, aparte de tener varios momentos de altas dosis de emoción a distintos niveles, tanto con la acción como con el drama, lo que la hace para mi una de las entregas más disfrutonas de la saga si evitamos pensar que en realidad no nos están contando nada.
Nota: 7Episodio VIII: Los últimos jediEl boicot de Rian Johnson a Star WarsPodríamos definir esta película como el avenate incomprensible de Rian Johnson que hundió la tercera trilogía (y eso que tampoco es que hubiese mucho que hundir). La he revisionado y sigo pensando lo mismo pese a querer darle una nueva oportunidad con ganas y positividad. Pero no, sigo sin entender a Rian Johnson.
No lo entiendo cuando veo que sale a defenderse de las críticas diciendo que no se valoró bien la película porque no se rindió a lo que los fans querían, porque él buscaba retar al espectador. ¿Retarlo a qué? Dice que no gustó porque su película no quería agradar a los fans. Pero, ¿a quién quiere agradar esta película? Me suena a excusa facilona, como cuando Elizabeth Banks sale a decir que su Ángeles de Charlie no tuvo éxito porque los espectadores son machistas. No será porque la película es muy mala, no.
Entró a quemarlo todo como si nada le interesase ni le sirviese y lo peor es que sobre la tierra quemada no construyó nada. De ahí que Colin Trevorrow, el director confirmado para la última entrega, decidiese renunciar a dirigirla. Normal, fue el primero en darse cuenta de que el camino tomado por Johnson iba a hacer imposible que la trilogía pudiese funcionar. Y el problema no es que Johnson lo tire todo. Que parezca que no le interesan ni Snoke, ni Luke, ni Kylo Ren... A unos se los intenta quitar de en medio como puede. Por cierto, sigo esperando saber quien es Snoke; tan extrañamente como apareció en nuestras vidas, desapareció. A otros los transforma en personajes que no parecen ellos mismos. A otros los convierte en alivios cómicos como Hux. Reniega de casi todo, comete incoherencias narrativas y dramáticas no solo con la saga en general sino con su propio episodio de presentación de las tramas y personajes de esta trilogía... Y, sin embargo, no, no es ese el problema de Los últimos jedi.
El problema es que se cepilla de mala manera todo eso para no ofrecer nada a cambio, sin ningún propósito, rompe con todo para no crear nada, no hay plan alternativo. Parece el Joker, que solo quiere ver el mundo arder. ¿Retos? ¿Desafíos? ¿Novedoso? A ver si es que yo he visto otra película... En la que yo he visto la trama es vacía, simple, limitada e innecesaria. Estamos hablando de que requiere dos horas y media, el metraje más largo de toda la saga, para contar cómo termina la última escena de la anterior película: la huida de los rebeldes de D'Qar. Algo que no había ni que contarlo. Se podría haber quedado como insinuaba la anterior película, que consiguen escapar y punto. Los últimos jedi son 150 minutos contando la persecución que prosigue a una escena de asedio. Imposible tener menos que contar. Y todo casi sin ningún giro, que es que ni tengo claro que cumpla las bases esenciales de la estructura de un guión.
En las dos horas que tardan en tocar suelo firme lo único que aligera un poco ese argumento con tan poco potencial es la subtrama de Finn y Rose en esa ciudad a lo Montecarlo. Son los únicos tramos que aportan algo de ritmo, pero tampoco emociona ni tiene apenas gracia y encima la protagonizan los dos peores personajes porque Finn aquí queda limitado a un basurilla y Rose es el nuevo personaje cargante. Lo compensa un poco la aparición de un secundario Benicio del Toro.
Hablando de la falta de gracia, los amantes de un Star Wars de tono solemne y sin comicidad deben ser los únicos a los que les haya gustado esta entrega porque es la más sosa de todas. Amen de la más aburrida; primero porque no cuenta nada y segundo porque la forma de no-contarlo es mediante escenas que no aportan ni trama, ni profundidad, ni comicidad, ni diversión, la mayoría de escenas no aportan nada a ningún nivel. Me están contando con mucha solemnidad y dedicación algo que en realidad tiene muy poco interés, paja insustancial.
La trama de Rey se supone que es en la que debe estar la sustancia dramática y el desarrollo de personajes. Pero es la misma trama que la del entrenamiento de Luke en Dagobah en El imperio contraataca, solo que más aburrida, más alargada, con menos gracia (este Luke no es aquel Yoda) y con nada nuevo que añadir al lore como sí tenía aquella. De hecho, esta trilogía, en todo caso resulta incoherente con el lore. Y añadiría que los whatsappeos cerebrales entre Rey y Kylo son tan tostón como los criticados escarceos culebronescos de Anakin y Padme en El ataque de los clones. Ojalá los intentos de Kylo por atraer a Rey al lado oscuro fueran tan sibilinos como los de Palpatine a Anakin en las precuelas. Pero ni de lejos. Y todo para, al final, vender humo. Sólo salvo la escena Kylo-Rey-Snoke.
Otro personaje que queda limitado aquí es Poe Dameron, al que convierte en una especie de machirulo del mansplaining , siempre retratado haciendo el ridículo por creer que las mujeres al mando no saben lo que hacen. Que otra cosa no, pero es la entrega con más empoderamiento femenino y más mujeres en primera línea. Para quien le importe. Aunque la capitana Phasma es otro de esos personajes que pudo ser y no fue.
La última media hora en el planeta Crait emula la batalla de Hoth y es el único tramo emocionante (y el mejor visualmente), sobre todo tras la llegada de Luke. Lo que ocurre es que para entonces yo ya estoy fuera de la película. La empiezo con ganas pero al cabo de una hora acabo desconectando (cosa que no me ocurre con ninguna otra entrega de la saga) porque todo lo que me muestran resulta muy repetitivo, descafeinado y sin poso. Es una película que no me implica ni en su trama ni en sus personajes, lo que no me permite sentir emoción. Se deja ver a duras penas, para mi es la entrega que sigo con menos atención porque no me interesa ni me divierte y la termino un poco por obligación. Queda aún peor si la ves junto con las demás porque rompe mucho la continuidad y también el ritmo. Por la ultima media hora le daría un pasable, pero no puedo obviar las dos horas previas, así que debe suspender.
Nota: 3,5Episodio IX: El ascenso de SkywalkerUn final sentimental para ver con el cerebro desconectadoPara disfrutar de este cierre de saga es necesario saber a lo que se va cuando vas a ver una peli de Star Wars, que es básicamente cine palomitero para cerebros desconectados. Y también hace falta comprender de donde se viene, que es de un Episodio 7 sin ideas y un Episodio 8 que dejaba tierra quemada. El director del episodio anterior tiró la casa abajo y no dejó ningún plan para el siguiente a sabiendas de que él no se haría cargo de la última.
Así que JJ Abrams, con la misma libertad que tuvo Rian Johnson para mearse encima del trabajo anterior, decide hacer como si el predecesor no existiese y continuar. Pero hay cosas que no se pueden continuar porque los personajes muertos no se pueden resucitar. ¿O sí? Abrams se inventa en el texto de inicio una resurrección que cambia por completo la historia. Repito, fuera de foco, es decir, no se cuenta, directamente se informa al espectador de que eso ha pasado mientras estaba en el baño. Puede ser top de decisiones cutres en la historia del cine.
Y eso no es lo único. En su énfasis por desacreditar el anterior episodio da un salto al vacío de las incoherencias que anula todo lo hecho por su predecesor, aplicando incluso correctivos en líneas de diálogo como si esto fuese una lucha de raperos ("El arma de un jedi se merece más respeto"). Así que mi forma de entrar a la película es la peor posible. Me va entreteniendo y divirtiendo pero cada pocos instantes suceden cosas que me desencajan la cara. Si no es una incoherencia o un deus ex machina sacado de la manga, es una escena que de tanto querer molar acaba siendo ridícula.
Pero van pasando los minutos y yo voy asumiendo tanto esos defectos que cada vez me sacan menos de la película. Total, tampoco es que yo me fuese a tomar muy en serio una de Star Wars. Y quizá ahí está la clave. Todo lo que sucede es tan excesivo a todos los niveles (narrativo, visual, emocional...) que si no entras en ese juego estarás ante la entrega más esperpéntica de Star Wars. Pero si te dejas llevar, empezarás a vibrar. Porque, otra cosa no, pero Abrams sabe recurrir a los instintos primitivos. Y, transcurrida una hora y pico de película, me voy dando cuenta de que me lo estoy pasando bien, de que me estoy divirtiendo, de que me estoy entreteniendo y de que, sobre todo, me estoy emocionando.
Y no soy amante de lo vacuo. Si al mismo tiempo consigues darle una mayor profundidad, como consiguió Episodio 3 o el 5, pues genial. Pero en un blockbuster eso es un añadido. Y tratar de subvertirlo todo a ello te puede salir bien como en esos dos títulos o mal como le pasó a Johnson en el Episodio 8. El objetivo principal de un blockbuster no es ese, ni tampoco el dar una explicación plausible a todo lo que sale. El objetivo principal es entretener, emocionar. Y eso no lo consiguió Johnson y sí lo consigue Abrams.
JJ sabía que de esa masa madre ya no se iba a poder sacar un buen pan, pero también sabía que con lo único que podía disimularlo era yendo a la esencia de Star Wars, que es gozar como un enano con una de aventuras. Él tiene bien asimilado eso. Ya nos lo mostró con El despertar de la fuerza, un film sin ideas muy bien camuflado. Y aquí vuelve a alegar a ello ofreciéndonos un mix de todo lo que los fans de Star Wars quieren ver en un tour de force emocionalmente inmersivo a la par que divertido y que no da tregua al espectador. El objetivo es hacerte olvidar y para ello recurre a pellizcarte la fibra, al chantaje sentimental barato. Si con ese popurrí de reapariciones casi parece el episodio final de una sit com familiar. Pero, oye, reconozco que he caído y me ha encantado caer.
Esta última entrega se empeña en aglutinar todos los must del universo Star Wars. Con mala leche se podría decir que se basa en hacer fan service. Pero también se basaba en ello Infinity War y Endgame y fue todo un éxito de público y de crítica. De hecho, esta peli tiene un concepto narrativo similar; es un viaje que pone a unos aventureros a prueba en distintas localizaciones hasta llegar a su destino final. Muy Indiana, muy gamer también. Eso sí, no pares a preguntarte por qué Rey domina tanto la fuerza sin apenas entrenarla ni de donde sale esa inmensa flota escondida. Este no es país para viejos. Es para niños o para quien este dispuesto a sentir como un niño.
Durante este largo camino todo estará salpicado de guiños, desde lugares hasta personajes pasando incluso por simples objetos. No nos están desarrollando ninguna historia, eso ya lo tendrían que haber hecho en su presentación y su nudo. Ahora toca despedirse. No es el momento de pensar, es momento de emocionarse. Y para ello JJ nos propone entrar en su particular parque de atracciones, un viaje que nos llevará a todos los rincones del corazón del fan. Es Star Wars con esteroides, como un chili 10 guindillas. No cabe duda de que es la entrega más emocional, un viaje de éxtasis. Llego al apoteósico final con el corazón a mil por hora y un nudo en la garganta al compás de la preciosa música de John Williams. Paso del "Madre mía, qué despropósito" al "Pero me encanta", empiezo dándole un 3 y voy subiendo hasta el 6,5. No puedo darle menos nota a una película que me hace vibrar tanto.
No se puede negar que los guiones de esta trilogía son ridículos, pero lo que me pasa con esta peli a diferencia de la anterior, es que ahora sí me lo estoy pasando bien, sí me estoy emocionando, sí vibro. Y por eso le hago la vista gorda a muchos detalles. Claro, si el guion acompañase es que podría ser la mejor película de la saga porque hay enormes toneladas de emoción aquí. ¿Y yo para qué veo Star Wars? Pues para emocionarme y divertirme. No me molestaba Johnson porque rompiese dogmas ni me gusta Abrams por ser complaciente, simplemente el primero me aburrió y el segundo me ha emocionado. Comprendo que, al ser la película que invalida la anterior, a los que si les gustó el Episodio 8 sean los que con más ferocidad tratan de imponer que esta película es un insulto. Pero yo la disfruto.
Nota: 6,5________________________________________________________________________________
Resumen de notas:- La amenaza fantasma 5,5
- El ataque de los clones 6,5
- La venganza de los sith 6,5
- Han Solo 7,5
- Rogue One 6
- Una nueva esperanza 7,5+
- El imperio contraataca 7,5
- El retorno del jedi 7,5
- The Mandalorian 7,5
- El despertar de la fuerza 7
- Los últimos jedi 3,5
- El ascenso de Skywalker 6,5
Promedio de la saga: 6,5Es decir, que si eliminamos de la ecuación Los últimos jedi, no hay ninguna película que se separe de la media más de un mísero punto. Resumiendo, que el techo alto y el suelo bajo de la saga están separados por una distancia mínima, de detalles. Lo que sustenta mi visión de que el nivel de la saga siempre ha sido el de Bien, ya sea Bien Alto (Notable Bajo) o Bien Bajo (Suficiente Alto), pero Bien, y que yo nunca he visto esas dispersiones drásticas que ven muchos como para dar un magna cum laude por aquí y un cero patatero por allá. Para mi es una franquicia bastante uniforme donde sus piezas se diferencian por pequeños detalles de estilo a partir de los que cada espectador, con sus filias y fobias, siente cuales le entran mejor y cuales peor.
Dicho esto, todo lo escrito no deja de ser una percepción. Cada cual tendrá la suya. Ahí queda la mía.
Que la fuerza os acompañe...