Acabo de volver del trabajo. Hoy he hecho Edimburgo->Malta->Edimburgo con una tripulación cojonuda. Éramos 3 españoles a bordo: Marta, Paco y yo. ¿Sabéis de qué hemos estado hablando casi todo el rato? De sexo. Pero a lo bestia. Y quedará para la posteridad una frase que me salió a lo chorras: "Hacerle a tu novia
el gotelé", os dejo que os lo imagineis xDDDD
Pero lo importante no fue eso. Lo importante es que en Malta, volviendo para Edimburgo, se subieron dos chicas malayas. Una era normalita, pero la otra era una preciosidad y me quedé pillado al instante. Mi tipo de chica ideal: menudita, morena, pelo largo negro como el azabache, ojazos de almendra... decidí que tenía que hacer algo, y noté que cuando yo pasaba por la cabina, me miraba y me sonreía.
Nota: para el que nunca haya visto a una malaya, se parece a esto:
Solo que la de mi caso particular tenía rasgos más occidentales. Y estaba más buena xD
Poco despues fuí a hablar con ella pero estaba dormidita, más mona ella... así que cuando íbamos a aterrizar le escribí mi número en una tarjeta, la desperté y se la dí. Ella sonrió toda tímida. Y bueno, no dejó la tarjeta en su asiento, así que debió conservarla.
Ahora solo falta que me llame. De ella depende.
p.d. Da igual que me llame que no, lo que importa es que es la primera vez que se me ocurre darle mi teléfono a una pasajera, y creo que voy a repetir