Tocaba el timbre, y todos los niños comenzaban a saltar y a corretear por los pasillos, tratando de llegar los primeros al patio. Media hora por delante.
Un día más, me senté al lado de la puerta del gimnasio, en el poyete mellado. Solo.
Miraba a mi alrededor y no entendía nada de lo ke veía. No entendía por qué los niños jugaban a poli y ládron. Ke más dará pillar a uno o a otro? lo pillas, y después lo tienes ke soltar pq tiene ke hacer de poli. Dónde está el sentido del juego?
Después veía a otros niños jugar al fútbol. Darle patadas a una pelota de cuero. El ekipo de Emilio perdió 2-7. Y sin embargo, todos se fueron riendo, les importaba un comino ganar o perder. Dónde está el sentido del juego?
Había otros ke, simplemente, jugaban a correr. Daban vueltas por el colegio, por todos lados, corriendo, gritando. Saltaban. Se reían de nada. Dónde está el sentido del juego?
Yo, a mis 9 años, no entendía nada de lo ke veía. Así ke decidí abrir el libro ke el otro dia cogí de la biblioteca y comenzar a leerlo. Esto es cultura, es entretenimiento. Mi juego sí tenía sentido.
Pasó la media hora, tocó el timbre. Nuevamente, todos los niños comenzaron a correr, a saltar, a gritar, para llegar los primeros a clase. Yo cerré mi libro, me levanté, y cuando iba a comenzar a andar hacia el aula, me percaté de una cosa.
Todos habían reído en esa media hora. Los policias, los ladrones, los futbolistas, los corredores. Todos habían reído, y lo más importante, todos volvían riendo. Entraban a clase riendo.
Yo, en cambio, había aprendido el significado de 3 palabras nuevas, había aprendido a expresar mejor mis sentimientos en el papel, había mejorado mi capacidad imaginativa. Pero no había reído. Y, lo peor, no volvía riendo. Volvía con un libro polvoriento en la mano.
Ahora, a mis 10 años, comienzo a entender cual es el sentido del juego. No kiero terminar siendo un hombre polvoriento. No kiero terminar tosiendo palabras y respirando tristeza.
Ahora soy delantero del equipo del colegio. A ke suena bien?