Efectivamente, en Alan Wake lo importante es la ambientación, la sensación de opresión y de peligro casi constante, y la narrativa. Bueno, y en el original yo también le di muchísimo valor al doblaje, que me pareció excelente, y a la banda sonora, pero eso ya lo veo menos importante.
Mientras en esta segunda parte estas cosas se mantengan, por lo menos, al nivel de la primera nos podemos dar con un canto en los dientes y será, seguro, un juego excelente.
Y, por Dios, que recuperen a Barry. No he visto casi nada del juego para llegar sabiendo poco o nada, pero sus gracietas en el uno eran canela. La de las luces de Navidad es bestial.