kjavi escribió:Cómo se hace para destrabarse del juego?
Juego con mando, con lo que probablemente cambiará en teclado/ratón, pero debería salirte dicha opción en las habilidades que puedes ejecutar en el combate. Le das a destrabar y luego ya mueves el personaje con normalidad.
V de viciado escribió:El pesado otra vez. A ver qué me podéis recomendar.
Al ser nuevo en este juego me cuesta bastante los combates, y quizás más si llevo una build "difícil". Quería preguntar si existe alguna build sencilla de jugar, entiendo que mago debe molar pero como no te posiciones bien te destrozan. Alguna recomendación? Tengo paladín y es verdad que aguanta bien pero con tanto conjuro y demás me pierdo.
¿Quizás bárbaro o guerrero? He visto que el arco va bastante bien el ioputa.
Espero vuestra ayuda una vez más y gracias.
Depende de como quieras llevar tu personaje. Yo, por ejemplo, llevo un pícaro; y combates he tenido MUY poquitos en las 8 horas de partida que llevo; ya que tiendo a emplear la diplomacia.
Ahora, la build realmente fuerte te la va a dar tu party. Que se complementen bien unos jugadores con otros, siguiendo tu estilo de juego.
El Paladin nunca ha sido de mis pjs más apreciados, pero en DnD 3.5 (Que es donde más he jugado) era una malísima bestia de daño si hacías las multiclases correctas (Con hasta cerca de 300 de daño de un solo golpe, lo he llegado a ver, siguiendo las reglas al pie de la letra).
En DND 5.0 no sé cuanto habrá cambiado, pero tengo entendido que sigue siendo una mala bestia, pero debes conjugarlo con habilidades/conjuros para sacarle bien partido.
Si lo que quieres es una máquina de picar carne, el bárbaro sin duda. Ponle bien de Destreza y, como mucho, una armadura ligera. Cada vez que entras en furia tienes una máquina de daño que tanquea a gusto casi cualquier golpe y solo debes preocuparte de lanzarlo hacia la dirección adecuada.
El guerrero es más táctico; muchas habilidades, más armas/armaduras, y también un tipo muy a tener en cuenta.
Ahora; repito. Una build decente lleva un poco de todo no en tu personaje, sino en el grupo que te acompaña.
Por ejemplo, tener un guerrero mola; pero que tengas un clérigo que pueda curar, o un hechicero que pueda lanzar estados, por ejemplo, te hace más imbatible.
Y cuidado con las multiclases... Nos emocionamos pensando en un personaje que sea guerrero lvl 5 y mago lvl 5, que da hostias como panes mientras castea conjuros, y luego descubrimos que somos un personaje de nivel 10 que pega como un nivel 5 y castea como un lvl 5. Adivina, los magos que te encuentres van a castear nivel 10, no nivel 5.