Bueno, ya estoy al pelo de terminar la primera pasada, dejándome un montón de cosillas en el tintero para el NG+, así que ya puedo comentar algunas cosillas, a ver si estáis o no de acuerdo.
Lo primero es que el mundo de DS2 me parece mucho más desconectado que su primera parte. A mí me encantaba descubrir ascensores, tuneles, escaleras,... que iban interconectando las distintas "fases". Quizás el problema está en que directamente te dan teleport a las hogueras, y sea más sensación que realidad, pero me parecía mejor construida la primera parte.
En cuanto a aspecto artístico, el primero tb me parecía un poquito mejor, aunque está claro que el impacto de algo nuevo hace que deje más huella. Es verdad que hay ciertos pasajes que son una maravilla (ej. El Paso del Rey, que es una de las mejores perspectivas que he visto nunca en un juego) pero la primera mitad del juego me parece mucho menos interesante.
Los jefes son bastante menos impactantes. No malos, pero no he encontrado un nuevo Nito, u Ornstein y cia, o los cuatro reyes. Bastante más faciles los de la segunda entrega, y con menos impronta. Una araña grande, un demonio grande, un gigante,... Quizás solo me dice algo la Prisionera, pero el resto me parecen solo enemigos a tamaño gigante.
Quitando esto, el resto me parece una evolución natural. Más y mejor, y lo he disfrutado como un enano. Ahora toca hacerse un mago, y ya ir más despacio y empaparme del lore, que por lo que he vislumbrado tiene pinta de haber profundidad. Que eso sí me ha gustado mucho, el dar un pelin más de importancia a los personajes, aunque esta vez no haya un Solaire. Lucathiel está ahi ahi, pero no llega.