En este último caso la familia misma señala el posible motivo del suceso, pero es lo de siempre, ir a la verdadera causa que origina sucesos como este para ponerle remedio cuando sea posible es un tostón, sería deshacer todo este entuerto creado en 2004 y admitir que ha sido un fracaso, amén de dejar de manifiesto la inutilidad de chiringos y cantidad de dinero empleados en ello.
Sale mucho más rentable cerrar el caso con un simple motivo, sea este verdadero o no, mientras acrecientan las cifras que usamos después para justificar esa aberración de ley, todos sus chiringos y el dinero publico empleado en ellos, y por supuesto el redito electoral y toda el negocio montado paralelamente por particulares y profesionales relacionados con ello.
Por otro lado pobre Loola Perez, siempre saludaba.