sacultg escribió:fusco escribió:clamp escribió:Euskadi y Cataluña maltratadas pero son de los mas ricos de España xd con competencias en el caso de Euskadi que otras comunidades no tienen, pero que si, que malo el modelo centralista
Si hablaramos de Extremadura o las Castillas todavia le daria algo de credibilidad al discurso, que esos sí estan en la mierda.
Catalunya y Euskadi siempre han sido territorios con una gran fuerza comercial primero e industrial después, si otras zonas como Castilla y Extremadura se quedaron atrás hay que remontarse a la política de los Habsburgo para entenderlo, pues centraron todos los recursos de América en sostener a un imperio y no así en mejorar las condiciones del pueblo castellano, ni tampoco en invertir en técnica e innovación, que fue lo que llevó a paises como Iglaterrra y Francia a hacer la revolución industrial y a desbancar de esta forma a España como potencia europea. Por ello ahora no vale llorar y tratar de solucionar algo que es fruto de un proceso histórico de siglos, Cataluña ha sido desde siempre un motor del estado y éso no se debe a cesiones políticas sino a la historia y cultura de este pueblo.
Pregunto, porque tiro de memoria:
Para cuando la revolución industrial, reinaban en España los Habsburgo o los Borbones?
Me suena más que ya estaban los Borbones...
PS: no va ni con segundas ni con mala intención. Es solo curiosidad.
PS2: si toda esa plata se hubiera quedado en España, en lugar de financiar las guerras de religión, a saber cómo estaríamos ahora....
La política económica de los Borbones fue de continuidad respecto a los Austrias, éso sí, con más competencia, dificultades y una afluencia de recursos menor. El punto de inflexión fue la derrota del movimiento comunero.
"No es razón Su Cesárea Majestad gaste las rentas destos reinos en las de otros señoríos que tiene, pues cada cual dellos es bastante para sí, y éste no es obligado a ninguno de los otros, ni sujeto ni conquistado ni defendido de gentes extrañas".
Su derrota vino a reforzar las tendencias absolutistas de la Corona, que en un contexto como el francés pudiera no ser nocivo, pero en el Imperio Español fue demoledor, la Batalla de Villalar significó la derrota de un programa político que pretendía establecer la preeminencia del reino sobre el rey, a partir de ese momento (1522) la Corona recupera su preeminencia frente al segundo término del binomio, el reino. Y la política vuelve a quedar en un asunto reservado, no a una minoría ilustrada, sino sólo al monarca, único depositario de la soberanía y del poder del Estado. Las consecuencias son conocidas, más allá de la ínfulas de la propaganda (que llegaron hasta el franquismo), ni Castilla -ni mucho menos su pueblo-, vieron nada de la aventura imperialista española, todo lo contrario, sufragaron con su sangre y sus impuestos unos ideales y unas empresas imperiales definidas de una manera unilateral por los monarcas.
Es difícil saber cual hubiera sido el resultado si hubiera existido una participación más activa de Castilla como la entendían los comuneros (una representación del común, de la masa, y no sólo de una pequeña minoría rectora, con especial referencia a los pobres, a los desamparados, a la masa del pueblo), pero es muy probable que se hubiera podido rectificar aspectos de aquella política imperial y posiblemente evitar muchas consecuencias dramáticas que se dieron. Por ejemplo tenemos asociada la imagen de Felipe II al culmen de esplendor del imperio, y se olvida siempre que llevó a España a tres bancarrotas y ni hablar de la sangría que supuso Flandes para su sucesores, todo en aras de salvaguardar un fanatismo religioso católico que en nada le venía al pueblo, de hecho la cultura católica contribuyó a que la hegemonía económica y cultural pasara del sur de Europa al norte, una brecha que sigue sin solucionarse en la actualidad.