Puf, la muerte... Más que a la muerte, le temo al envejecimiento progresivo. Vas dejando de ser aquella persona bella y con vitalidad e ilusión (aunque esto último va más ligado a la experiencia) que eras con 20 ó 25 años.
Pero hay que reconocer que es algo natural. Acojonante, pero natural. Me atrevería que todo lo que hacemos y deseamos, tal y como lo planeamos, es a sabiendas de que todo se acabará en algún momento... Y hay que disfrutarlo. Y en los 80 años que tenemos de esperanza de vida hay segundos más que suficientes para disfrutar una y otra vez de la vida... No los desaprovechéis. Eso sí, el dolor de la muerte nos va a hacer sufrir lo nuestro. Y cuidado con dejarse algo a medio. Yo creo que es bueno mirar constantemente cuánto nos queda, pero sin olvidarse de mirar atrás, y ver cuánto hemos pasado, hecho y logrado.
Lo de la inmortalidad sí que molaría, en cierto modo... Ver varias épocas, tener todo el tiempo del mundo para todo (yo dominaría todas las artes, ciencias, idiomas, y áreas del conociemiento, vaya xD). Pero también verías morir generaciones y generaciones de personas a las que quieres, y tendrías que optar entre sufrir eternamente o perder tu humanidad. Pero no sé... elegir entre mortalidad o inmortalidad es muy difícil, pero siempre sería preferible quedarte en casa todo el día haciendo tus cosas, sin relacionarte por miedo al dolor, que morir. No sé, no puedo aceptar que todo esto acabará, reconozco que me da un miedo impresionante, más sabiendo que no se puede frenar.
Tempus Fugit, Carpe Diem, etc...
Saludos.