Que cada cuál haga aquello que quiera, obviamente, pero desde luego yo no voy a dejar de comprar una revista sólo porque alguno o alguna de los que escriban allá no me caigan bien o no comparta su ideología o cosas que dicen o que hacen en su vida pública o privada. Si fuese así es que practicamente no leería ningún libro, no vería ninguna película, no jugaría a ningún videojuego, etc. Sencillamente me da igual que haga la gente en su vida privada o su pensamiento. En este caso me fijo en una revista que, en general, me convenza, y en que es hasta bueno y saludable leer columnas de opinión de personas que están en las antípodas de tu pensamiento y forma de ser o de pensar.