He estado un buen nº de horas este finde en Mordor y qué decir, que el juego es súper divertido. Pasan las horas como minutos y no puedes soltarlo. Apuntes que se me ocurren:
La primera media hora es un poco caótica. Claro, te sueltan en pleno Mordor sin saber muy bien qué hacer y cómo, y por todos lados ves uruk correteando y hablando entre sí. Tienes que ir con el culo un poco apretado tirando de sigilo al no controlar todavía.
Una vez llevas un rato empiezas a hacer de Mordor tu hogar y se sale.
Matar capitanes es un vicio sin fin. Como todavía no he avanzado mucho en la historia son de bajo nivel y carisma, y los pobres no viven mucho para contar sus proezas.
El sistema Némesis no lo he puesto muy a prueba todavía porque capitán que aparece capitán que muere. ¿Quieres huir? Zas cabeza cortada
Así que no suben de nivel mucho.
Tras unas 8 horas sin morir, me estaba preocupando, pero ahora sí, me han dado ya 4 ó 5 veces palpelo. Qué risa ver cómo te atacan 20 y te pulen los más bestias, pero justo el golpe mortal te lo da un orco ratilla de medio metro, 40 kilos y navaja. Se pone a gritar de euforia por haberte matado y ves cómo le hacen capitán al orco-rata jajaja. Por supuesto, su cabeza pasa a ser mi diana. Voy a por él, le encuentro, va con unos cuántos súbditos pero salto desde un risco sobre él y le destrozo de un golpe. Los súbditos echan a correr acoj*nados. ¡¡Pobre orco-rata!! ¡¡Qué poco duró la alegría!!
Cuando montas un caragor, suena una música épica con tambores de guerra y coros mientras cabalgas. Me pone
Podría decir mil cosas más que se han salido, pero os hacéis una idea