Yo empecé con 33k y aquello era LA BOMBA. Internet era como un videojuego, una forma de escapar del mundo real y no una mera extensión como es ahora. Te conectabas solo el tiempo que podías y lo aprovechabas a tope:
- Podías hablar en chats con gente en distintas partes del mundo. Comunicación directa, sin filtros y con buen ambiente. Yo era menor de edad e igual hablaba con dos hermanas argentinas de 12 y 14 años (y a veces con su madre) que con mayores de edad. Muchas veces la persona no tenía escáner para enviarte una foto, así que te la tenías que inventar. Desde aquí saludo a mi primer amor internetero,
Casiopea del chat de ya.com, de la que jamás vi una foto pero que debía de ser igual de bella por fuera que por dentro
.
- Podías copiar trabajos enteritos (mítico Rincón del Vago) porque sabías que ni el profesor tenía acceso a Internet. Aunque bueno, en el 96 ya tenía la Encarta, que también era desconocida y te facilitaba mucho las cosas en el instituto.
- Las páginas personales, todas con diseño cutre de Geocities y mil gifs horteras, tenían su gracia. "Sección en construcción"... qué tiempos
Yo tenía una para reírme con mis amigos y otra de análisis de juegos malos. También creo que leíamos más, porque los recursos visuales eran escasos y faltaba mucho para YouTube.
- Había foros de cosas que te gustaban y todo era muy de andar por casa y de buen rollo. No hay más que ver las primeras páginas de Misce para recordar cómo era aquella época. Más humor, más buen rollo, más camaradería, menos buscar las cosquillas, menos proselitismo monotemático y menos gente sintiéndose ofendidita por todo.
- Normalmente nos preguntábamos poco si bajar ROMs era legal o no. La primera vez que te hacías con unos cuantos juegos de SNES o MD y su correspondiente emulador era algo mágico, solo comparable a tus primeros CD MIX.
- El porno era otra cosa. Más fotos que vídeos, porque a todo le costaba bajarse una eternidad. Desde que aparecía la cara de la chica hasta que se iba cargando la imagen hasta llegar a las tetas, te daba tiempo a dar rienda suelta a tu imaginación adolescente.
- Como los buscadores eran un poco mierdas y cada uno te encontraba una cosa, yo usaba Copernic, que era un buscador de buscadores y te encontraba cosas alucinantes. Luego llegó Google y poco a poco desapareció la necesidad de buscar en otros. Ahora, viendo las mierdas irrelevantes que encuentra, que excluye palabras según su libre criterio y que te trata como un imbécil (la búsqueda booleana cada vez es más inútil), me acuerdo de lo bien que iba hace unos años y LLORO.
- La privacidad era real. Facebook no existía, Google no sabía nada sobre ti y podías ser quien te diera la gana con un cambio de nick.
- Los anuncios eran anuncios (horribles, eso sí), y no marketing disfrazado en foros, usuarios pagados por partidos políticos y noticias patrocinadas en periódicos.
En fin, pese a sus muchas incomodidades, era algo distinto y más "sincero". Yo aún conservo un CD, grabado en el 98, de cosas bajadas del Internet primigenio. Muchos archivos de texto y tropecientas fotos de Katie Holmes que tengo grabadas a fuego en las retinas