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SIRDRAK escribió:Ya lo dice el refrán... Mejor solo que mal acompañado. No merece la pena darle más vueltas. Socialmente desde pequeñitos nos dicen que tener pareja, hijos y demás es 'lo más', que es lo que se supone que debemos hacer y nos pintan el amor como el amor verdadero, todo de color de rosa y para siempre. Pues no señor, el problema es que el amor del enamoramiento, a diferencia del amor fraterno, está ligado fuertemente a una parte instintiva, al 'anzuelo' que la naturaleza nos coloca para que cumplamos con el perpetuamiento de la especie, y esto por desgracia lo hace volátil e inestable, o al menos más que el que se siente por los amigos o la familia. Por eso el tener pareja está muy sobrevalorado, y mucha gente confunde lo que desea realmente con lo que se supone que debe hacer, porque 'es lo correcto' (la de veces que habremos oído esto de nuestros padres o familiares, por ejemplo). Todos los problemas de pareja tienen su gérmen en las espectativas creadas socialmente, en el choque entre lo ideal y lo que es real. Es algo muy arraigado culturalmente en la mayoría de las sociedades en las que la familia es el centro de todo, y muy difícil de ver de forma objetiva.Tenemos el problema de tener que hacer frente, además de a la presión por el fracaso de una relación a la presión externa, social y familiar.
Con todo este rollo a lo que voy es que le damos una importancia desmesurada al fracaso de una relación y cuando se acaba parece que se acaba el mundo e intentamos mantenerla a pesar de que sabemos que está destinada al fracaso. Esto nos lleva a sufrir más de lo debido y ser vulnerables a entrar en el juego de una persona que no sabe lo que quiere, como parece el caso de tu ex, el típico 'estar en misa y repicando'. Tu error ha sido intentar arreglar algo que no tenía arreglo, a pesar de que seguro de que te estabas dando cuenta de que ninguna pieza encajaba. Yo también he pasado por algo así, y al final, a base de palos, con el tiempo he aprendido que a la mínima que notes cosas raras, no hay que darle más vueltas: se deja pasar y borrón y cuanta nueva, y cuanto antes te hagas a la idea de que la vida sigue y de que ya vendrán cosas buenas en el horizonte, mejor, pues lo importante, al fin y al cabo, es sufrir lo menos posible, y más si es por algo que no tiene arreglo. Porque sino, a parte de sufrir mucho más, te van a volver literalmente loco.