Padres que besan a sus hijos en la boca

1, 2, 3, 4, 5, 6
Haran escribió:
FrutopiA escribió:La gente que defiende el colecho te digo yo que es que no lo han probado, cuando te llevas la tercera patada en las costillas a las 4 de la mañana en pleno sueño, te entran unas ganas tremendas de comprar cunas.

Eso te importa poco quando a las 4 de la mañana tienes que dar el pecho por cuarta vez en dos horas y lo único que has tenido que hacer es sacar la teta en vez de levantarte 4 veces...


Eso lo he vivido jejeje pero cuando empiezan a tener cierta edad... La mia se mueve mas que la compresa de una coja, bailando heavy en el metro linea 6 y va a 4 patadas por noche a repartir entre boca, costillas o estomago.
justo ayer lo ví en un streaming y me parecio de lo más natural y cariñoso del mundo.

ojo, un piquito.
Los besos nose, pero lo que ahí que darles son más abrazos.

Pero vamos, un piquito no lo veo mal. Pero dándole la libertad al niño.
Valmont escribió:Artículo que han publicado hoy, puede aportar algo de luz al debate:

¿Es saludable dar ‘picos’ a los niños?
Muchos padres acostumbran a dar pequeños besos en los labios de sus hijos. Y otros lo ven con rechazo. Más allá de la visión social, hay un problema de higiene de por medio

El beso, como tantas costumbres humanas teñidas de cultura, tiene un origen instintivo, de cuando el ser hombre era primate antes que hombre, y los padres solían masticar la comida para depositarla en la boca de su cría. Tal como hacen las aves.

Los besos existieron desde que la humanidad se dio cuenta que era humana, y el sencillo acto de dos labios posándose sobre otros labios tuvo y tiene una connotación de afecto y relación social, pero sobre todo de carga sexual. E inclusive de respeto. Sino, que lo digan los jerarcas soviéticos que solían besarse en la boca como si fueran adolescentes en efervescencia hormonal.

Basta con que el famoso de guardia suba a las redes sociales la imagen dando un pequeño beso en los labios a su hijo (el popular ‘pico’ o ‘piquito’), para que el post arde de comentarios a favor y en contra.

“El contacto de los labios se relaciona con los adultos o adolescentes, con el tema de la pareja, lo romántico, y la sexualidad, sea madura o entrando en ella. Al estar tan asociado a estos conceptos, hay personas a las que le puede chocar, porque creen que no es un código indicado para expresar el amor paternal”, dice la psicóloga clínica Cristina Broto.

“Nadie debate si los abrazos corresponden o no a nuestro esquema social, pero en cambios con los besos en la boca sí”, agrega esta profesional de Badalona Serveis Assistencials.

Besos y la infantilización eterna

Expertos y ciudadanos de a pie consideran que el piquito de padres a hijos tiene una carga de sexualidad que puede prestar a la confusión, o que retrasa el proceso madurativo del niño al considerarlo como ‘un bebé’ por más que pasen los años.

Para el psicoanalista Javier Díaz, los casos de padres que besan en la boca a sus hijos son de niños “que poseen atrasos madurativos o fijaciones”, y que les retienen “en una inocencia que no les permite crecer”.

Broto rechaza estos argumentos, y recuerda que el proceso de maduración psicológica o emocional es más complejo. Esta profesional dice que es posible que los piquitos podrían “infantilizar al hijo”, pero no sería el único factor. “Hay otras costumbres o prácticas que pueden retrasar el proceso de maduración del niño y son más relevantes, como la sobreprotección, el no confiar en él o no asignarle responsabilidades”.

Cuándo cortar con los piquitos

La mayor parte de los padres que suelen dar picos mantienen esta costumbre hasta los seis o diez años de su hijo, aunque es posible que esta muestra de afecto persista durante la adolescencia.

Los padres que deciden terminar con esta práctica perciben que sus hijos comienzan a diferenciarla con otras formas de afecto, mientras van descubriendo que el beso, fuera de círculo familiar, tiene connotaciones relacionadas con la sexualidad, terreno en el que comienzan a asomar su curiosidad.

Para Broto, no hay que buscar una edad para terminar con esta costumbre –si es que hay una voluntad de ponerle punto final-, sino que debe llegar “de manera natural y respetuosa. Basta que una de las dos partes no se sienta cómoda y decida dejar de darlos o pedirlos”, precisa; y por lo general, esto llega cuando el niño crece, se relaciona con amigos, “se aleja del nido, toma más conciencia social y de otras formas de ser y comportarse”.

El riesgo para la salud

Fuera del ámbito psicológico, hay profesionales que alertan que los piquitos pueden traer problemas de higiene bucal y que podría relacionarse con la transmisión de enfermedades.

“Los besos en la boca pueden transmitir, a través de la saliva, los microorganismos presentes en ella, entre los que se encuentran las bacterias implicadas en la aparición de las caries”, indica la doctora Paola Beltri, presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría.

El bebé nace con su boca estéril, y los gérmenes comienzan a invadirle por diferentes canales, en su mayor parte, a través de los padres. Pero no sólo podrían llegar por un beso en los labios, sino que “acciones como soplar la comida o probar los alimentos con la misma cuchara también puede favorecer el paso de bacterias a través de la salida”, precisa Beltri.

“La saliva es un fluido orgánico y de la misma manera que la sangre, puede ser portadora de bacterias y virus que se pueden transmitir de un individuo a otro”, apunta esta profesional.

Por ejemplo, por esta vía se pueden canalizar gérmenes infecciosos como los virus que causan gripes, catarros, herpes o gastroenteritis. Por ello los pediatras aconsejan no besar a los bebés si se encuentran en un período epidémico de gripe o gastroenteritis.

Inclusive existe la ‘enfermedad del beso’, “una infección vírica producida por un virus llamado Epstein Bar”, describe la titular de la sociedad de Odontopediatría, “que se transmite a través de la saliva, aunque es más frecuente en la adolescencia”, aclara. Este virus puede causar fiebres y molestias en la faringe.

Un roce entre labios, de menos de un segundo, puede despertar un mar de polémicas y miradas al costado. Otros lo seguirán viendo como fue en sus orígenes: una muestra de amor y afecto por su cría, sin otras connotaciones.

http://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20180705/45621276335/es-saludable-dar-picos-entre-padres-e-hijos.html


Me encanta el artículo,resumiendo dar piquitos infantil iza a los niños y no les deja madurar.Claro que si,Guapi.Tener a tus hijos viviendo en casa hasta los 30,decirles que se pongan una"rebekita" cuando ya tienen los huevos peludos" o directamente la mentalidad española de" como soy su padre tengo todo el derecho de meterme en cada decisión de su vida hasta el día en que muera" eso no infantiliza ni retrasa la maduración.

Y ya lo de que dar piquitos transmite germenes...Pues claro,y dar la mano,servirse de la misma fuente de comida,secarse las manos en la misma toalla y hasta usar todos el mismo bote de dentifrico.¿Estamos gilipollas o que?Vivimos rodeados de germanes,por aire,agua,tierra,en nuestra propia piel.¿Aun a estas alturas hay gente que no lo sepa?Que nos criamos aprendiendo lo en "La vida es así" y también aprendimos que nuestro cuerpo tiene sus propias defensas y que con una higiene mínima mantenemos los germenes a un nivel que no causan problemas a nuestro cuerpo.Por esa misma regla de 3 dejaremos de basarnos con nuestra pareja de forma apasionada porque a mayor contacto,más germenes nos transmitimos.
Lo de los gérmenes me parece una estupidez.
¿Cuántas veces los padres chupan el chupete tras caerse éste al suelo, comen de la cuchara del niño para que vea que tu comes y éste abra la boca, tocan al niño sin lavarse las manos, etc?
1Saludo
FrutopiA escribió:La gente que defiende el colecho te digo yo que es que no lo han probado, cuando te llevas la tercera patada en las costillas a las 4 de la mañana en pleno sueño, te entran unas ganas tremendas de comprar cunas.


Buenas.

Ante de tener hijos, me parecia una chorrada progre.

Cuando nacio mi hija vimos que el colecho era lo que mejor le venia a ella y a nosotros, se despertaba menos y darle de mamar era algo mucho mas comodo. Creo que a los 6 meses aprox pasó a su cuna, en el momento que empezo a dormir casi del tiron.

Con mi hijo, de inicio todo apuntaba a colecho, pues a el le sentaba peor, se despertaba mas, no mamaba bien y acababa vomitando...un lio, al final a la cuna todos contentos.
thadeusx escribió:Lo de los gérmenes me parece una estupidez.
¿Cuántas veces los padres chupan el chupete tras caerse éste al suelo, comen de la cuchara del niño para que vea que tu comes y éste abra la boca, tocan al niño sin lavarse las manos, etc?
1Saludo

es que el al reves, que un niño coja germenes es sano, que se caiga, que se haga heridas, que chupe el muñeco que estaba en el suelo del cuarto, que en el parque pille el resfriado del niño de al lado, todo eso hace el sistema inmunologico, lo que no es normal ni sano es tener al niño en una burbuja de seguridad y de limpieza extrema, porque el mundo real no es asi, obviamente no vas a darle el chupete que se cae en los meados de la esquina
Mis padres lo hacían conmigo, y con mi hermano pequeño si no recuerdo mal, incluso yo de pequeño con mi hermano pequeño. El tiempo acaba matando esa costumbre pero yo no lo veo para tanto.
LaGarrota escribió:es que el al reves, que un niño coja germenes es sano, que se caiga, que se haga heridas, que chupe el muñeco que estaba en el suelo del cuarto, que en el parque pille el resfriado del niño de al lado, todo eso hace el sistema inmunologico, lo que no es normal ni sano es tener al niño en una burbuja de seguridad y de limpieza extrema, porque el mundo real no es asi, obviamente no vas a darle el chupete que se cae en los meados de la esquina

Correcto. Y precisamente por eso hoy en dia hay muchisimos casos mas de niños alergicos a todo, por la limpieza que hay hoy en dia. No se exponen a las enfermedades y eso hace que tengan un sistema inmunitario debil.
258 respuestas
1, 2, 3, 4, 5, 6