Los jugadores no han salido a morder como contra la Real, ya sea por motivación o falta de fuerzas pero ha habido un abismo de diferencia en cuanto a la intensidad. El arbitro penoso por cierto, tanto para nosotros como para ellos. Primero si pita penalty, que yo no vi que fuera, debe expulsar a Amat, luego el gol anulado al Mallorca que yo todavía no he visto el porqué, el penalty a Sergio y después la leña que han repartido todo el partido ante la mirada del arbitro sin que hiciera nada. Han sabido como jugarnos, primero cortar nuestro juego con faltas continuas y después colgando balones al area tanto a balón parado como en jugada para aprovechar la poca solidez en el juego aereo de nuestra defensa. No es por poner excusas pero el centro del campo sin Javi Márquez es un descontrol, hemos jugado con cuatro delanteros reconvertidos y Verdú ahora mismo está un poco perdido y errático. Si quedaba alguna pequeña opción de Champions se ha evaporado y ahora hay que luchar por entrar en la Uefa, tarea nada fácil.