Desgraciadamente, hay que hacerse a la idea de que ésto para muchos no es simplemente una afición o un hobby, sino también un negocio, y como en cualquier negocio, lo que prima es máximizar el beneficio. Tampoco hay ningún tipo de regulación, norma o estandar, más allá de las leyes comunes y el propio equilibrio entre oferta y demanda, que nos marque cómo hay que hacer las cosas, o nos imponga unos precios máximos y mínimos, así que cada uno es libre de hacer lo que quiera con su material y con su dinero.
Esto es una puñeta para el sólo quiere disfrutar de los juegos y el coleccionismo, pero contra eso el comprador tiene la última palabra, no comprar. Si no se compra, no se vende, y a no ser que el vendedor no tenga absolutamente ninguna prisa por vender, tendrá que acabar bajando el precio para quietarselo de encima. Obviamente, no todos tenemos el mismo criterio a la hora de comprar, ni tampoco tenemos el mismo baremo a la hora de valorar un artículo, y por eso a veces se ven ventas incomprensibles. Supongo que si hay gente que pone a la venta cosas a precios muy elevados, al margen de alguno que otro que no sabe de dónde le da el aire, no es porque busquen que se lo quieran comprar decenas de personas, es simplemente porque confía en que entre todos los interesados en ese artículo, pueda haber uno dispuesto a pagar lo que pide, y con eso le vale.
Un saludo.