Yo hay una cosa que no entiendo.
Los hombres nos morimos por las tetas. las deseamos, las necesitamos, nos la pelamos por las noches..., pero en la playa nos parece normal, y alguna mirada viciosilla hay, lo reconozco, pero no muchas, al menos por mi parte, y se acaba viendo a la buenorra de turno con las tetas al aire como lo más normal del mundo. En otro contexto sería algo inconcebible, me saldría sangre por la nariz, ante tal espectáculo.
Esto no lo comprendo.